Al regresar Rodrigo a tierras levantinas, se entera de que Al-Qádir ha sido asesinado por su primer ministro. Ibn Al-Kardabus dice que, enterado El Campeador, asedió Valencia hasta que cayó por hambre. Lo cual confirma la "Historia Roderici" y se refleja puntualmente en "El Cantar del Mío Cid". Era el año 1.094. Rodrigo Díaz entra en la ciudad y lo primero que hace es una pesquisa para aclarar la muerte de Al-Qádir, su protegido. Se descubre y se prueba la trama del ex gobernador. Según el historiador árabe Ibn Alkama, que presenció la conquista de Valencia, el Cid pregunta al cadí de la ciudad cuál es la pena que impone el derecho malikí en caso de que un musulmán mate a otro. El cadí le contesta: "Que sea apedreado". El primer ministro es ajusticiado de esta forma. Por más que Ibn Adari, escritor marroquí del siglo XIII, acuse al Cid de quemarlo en la hoguera. Una vez resuelto el caso, Rodrigo Díaz se aposenta en el alcázar de Valencia, desde donde gobernará la ciudad hasta su muerte en el año 1.099. Durante este periodo muere Sancho Ramírez de Aragón y le sucede su hijo Pedro I; Berenguer Ramón parte para las cruzadas y su sobrino, Ramón Berenguer III es elegido nuevo conde de Barcelona. El Cid organiza una alianza y, ayudado por ellos, defiende su territorio contra los almorávides, mientras que en otros lugares retroceden las fronteras y se suceden las derrotas de los ejércitos cristianos. En una de ellas, la batalla de Consuegra, del año 1.097, murió su único hijo varón, Diego Rodríguez, luchando al lado de Alfonso VI.
Tal vez este dolor le llevó a la tumba. El Cid no murió en combate. La "Historia Roderici" se limita a decir que falleció en el mes de julio. Su viuda, doña Jimena, según lo estipulado en la carta de arras, se hace cargo del gobierno de Valencia, se pone al frente de la mesnada y rechaza durante tres años las ofensivas del ejército más imponente de su tiempo. Sin embargo, cercada la ciudad durante siete meses por los almorávides, pide ayuda a Alfonso VI, el cual llega al frente de sus huestes. Al verle aparecer, los moros levantan el sitio. No obstante, al comprobar la imposibilidad de defenderla indefinidamente, el rey ordena abandonar la ciudad y quemar sus edificios. Jimena, al frente de sus hombres de armas, vuelve a Castilla llevando consigo el cadáver de su marido, al que dan honrosa sepultura en el Monasterio de Cardeña. Este es el final de la "Historia Roderici".
Por documentos posteriores, sabemos que Jimena regresó a Asturias y que sobrevivió a su marido catorce años. Nunca se volvió a casar. Sus hijas sí, aunque no con los infantes de Carrión como dice "El Cantar del Mío Cid", sino con el conde de Barcelona y con el señor de Monzón, perteneciente a la casa real de Navarra. La primera boda inicia el acercamiento de la Cataluña franca al proyecto general de España. Con la segunda, el Cid llegará a ser el antepasado común de casi todas las casas reales europeas. Hablar de esto sería tan interesante como extenso. Tal vez tema de una segunda charla.
Terminemos aquí el comentario de la vida del Rodrigo Díaz histórico, cuyo recuerdo perduró en la imaginación de las generaciones posteriores, y se convirtió en una leyenda, en un personaje literario, en un mito que admite infinidad de interpretaciones. Sobre si esta recreación ha sido acertada o no, ustedes tienen la última palabra.
Gracias por su atención.
BIBLIOGRAFÍA
Obras literarias:
LA CASTILLA Y EL MAS FAMOSO CASTELANO, Discurso sobre el sitio, nombre, extensión, gobierno y condado de la antigua Castilla. Historia del célebre castellano Rodrigo Díaz de Vivar. Llamado vulgarmente como el Cid Campeador. Por el P. Mro. Fray Manuel Risco, del orden de San Agustín. Madrid 1792. Conteniendo la Carta de Arras del Cid y doña Jimena y el texto íntegro latino de "Historia Roderici".
GESTAS DE RODRIGO EL CAMPEADOR, de Adolfo Bonilla y San Martín, Madrid, Victoriano Suárez, 1911. Digitalizado por la Universidad de Toronto. Conteniendo el texto íntegro latino de "HISTORIA RODERICI".
CANTAR DE MIO CID. Edición, estudios y notas de Alberto Montaner. Ensayo de Francisco Rico. Biblioteca Clásica de la Real Academia Española. Edit. Fundación La Caixa, 2011
EL CID BURLESCO DEL SIGLO DE ORO: EL REVES PARÓDICO DE UN MITO ESPAÑOL, de Carlos Mata Induráin (GRISO-Universidad de Navarra)
LAS MOCEDADES DEL CID (Jerónimo de Cáncer) PUBLICADA ESPUREAMENTE COMO LAS TRAVESURAS DEL CID (Atribuida a Agustín Moreto). Transcripción de Oscar Perea Rodríguez. www.ehumanista.ucsb.edu
MIO SIDI, Ricard Ibáñez, Dolmen Editorial, 2010.
Ensayos:
ALFONSO VI: Señor del Cid, conquistador de Toledo, Gonzalo Martínez Díez. Edit. Temas de Hoy, 2003.
EL CID (The Quest for the Cid), Richard Fletcher, Editorial Nerea, 2007
¿FUE CASTELLANO EL CID?, Georges Martin. Séminaire Interdisciplinaire de recherches sur l"Espagne médievale (SIREM). Revista IBERICA, 2 (1993) 183-200.
Genealogía:
EL LINAJE DEL CID, Margarita C. Torres Sevilla-Quiñones de León. Anales de la Universidad de Alicante. Departamento de Historia Medieval/ Nº 13/ 2000-2002.
Historiadores árabes:
HISTORIA DE LA CONQUISTA DE AL-ANDALUS, Ibn Al-Kardabus. Estudio, traducción y notas de Felipe Maíllo Salgado. Editorial Akal, 2008.
EL SIGLO XI EN 1ª PERSONA. Las "Memorias" de Abd Allah, último rey Zirí de Granada, destronado por los Almorávides (1090). Traducidas por E. Lévi-Provençal (ob. 1956) y Emilio García Gómez. Alianza Editorial, 2010.
EL CID, HISTORIA, LEYENDA Y MITO. Francisco Javier Peña Pérez. Edit. Soles. Sobre la muerte de Al-Qadir a manos de su primer ministro, cita dos versiones, la de Ibn Alkama: El Cid pregunta al cadí qué castigo le corresponde según las leyes locales; le contesta que el apedreamiento. Versión de Ibn Idari en su obra "Al Bayan Al-Mugri": El Cid hace la misma pregunta al cadí y le contesta que debe morir en la hoguera junto con sus mujeres y sus hijos; El Cid aplica el castigo, pero amnistía a las mujeres y a los niños.
"EL CONDE MOZÁRABE SISNANDO DAVIDIZ Y LA POLÍTICA DE ALFONSO VI CON LAS TAIFAS", Emilio García Gómez y Ramón Menéndez Pidal. Revista Al-Andalus. Nº 12/1947. (Citando a varios historiadores árabes, entre ellos a Ibn Bassam).
Textos Legales:
ORÍGENES DEL REINO DE LEÓN Y DE SUS INSTITUCIONES POLÍTICAS, por Julio Puyol. Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Tomo XII de las Memorias de la Academia. Madrid, 1926.
FUERO JUGZO. Estudios críticos y transcripción de José Perona. Región de Murcia, Consejería de Educación, Fundación Séneca, Excmo. Ayuntamiento de Murcia. De los que no son en la hueste en el día o en tiempo establecidos: Art. 8º, del Libro IX. Sobre la confiscación de los bienes del Cid: Art. 4º, del Título 3º, del Libro V (de las Avenencias).
EL FUERO DE LOGROÑO Y SU ÉPOCA. Actas de la Reunión Científica. Logroño 26,27 y 28 de Abril de 1995. Edit. Excmo. Ayuntamiento de Logroño, Universidad de La Rioja.
Lingüística:
EL LATIN EN LA HISTORIA RODERICI, Raúl Machón Gómez, e-Spania, Revue interdisciplinaire d"estudes hispaniques medievales. www.e-spania.revues.org
Autor:
Mª Ángela Martín Vega
[1] Castigo tipificado en el Art. 8º, Título 2º, del Libro 9º del Fuero Juzgo: “De los que no son en la hueste en el día o en el tiempo establecidos”
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