Productividad, consumo y eficiencia biológica en vacas Frisón Neozelandés y F1 (Jersey-Frisón Neozelandés) paridas a fines de invierno en la X Región, Chile
Enviado por R. Felmer, B.Q, PhD.
Publicación original: Arch. med. vet., 2005, vol.37, no.1, p.37-47. ISSN 0301-732X. Reproducción autorizada por: Revista Archivos de Medicina Veterinaria |
Summary: At Oromo Experimental Station, University of Chile, Xth Region, Chile (41º08’ S; 73º09’ W), 47 primiparous cows, 23 New Zealand Friesian (NZF) and 24 Jersey-NZF (F1), were used to estimate productivity, intake and biological efficiency, under grazing conditions. The information was obtained in 3 experimental periods (21 days each one), at which the cows were at 66, 126 and 220 days of lactation, respectively. The animals were weighed daily in order to estimate mean live weight (LW) and live weight changes. Milk production (MP) was measured 9 times each period, and weekly, a sample of milk was used to measure fat and protein content. Pasture dry matter intake (PDMI) was estimated relating metabolizable energy requirements (MER) and pasture ME content (PMEC); then PDMI = MER/PMEC. MER values were estimated by means of the equations described by AFRC (1993). Pasture was sampled at each period and PMEC, gross energy and crude protein content were measured. A factorial experimental design, with repeated measures, was used for statistical analysis. The MP was similar, with 18.2 and 17.6 kg/cow in F1 and NZF, respectively (P = 0.3581). F1 had 45.8 g/kg fat content, exceeding NZF in an 8.3% (P = 0.0094). Also F1 was better than NZF (P ≤ 0.0156) in fat (12.1%) and protein production (6.6%); energetic content per kg of milk (4.9%); energetic content in total daily MP (8.3%); 4% fat corrected MP (8.3%) and solids corrected MP (8.3%). LW of NZF was 435.6 kg/cow, being 45 kg higher than F1 (P = 0.0001). In terms of productions per LW units, differences between both strains were highly significant (P = 0,0001), favoring F1 cows. The largest differences were found in fat production (24.6%) and 4% fat corrected MP (20.5%). PDMI values were not significantly different (P = 0.1642). However, if the values are expressed in relation to 100 kg of LW, F1 tended to have a higher pasture consumption (P = 0.0615). Milk and solids production differences per unit of PDMI were highly significant (P≤0.0284), favoring F1. The highest superiority was obtained in fat production (17,4%); in this case F1 reached a value of 63.88 g/kg of PDMI. The relationship between protein production and crude protein intake had values of 32.70 and 29.33% (P = 0.0003), in F1 and NZF, respectively. Net energy of daily MP in F1 was 37.13% of the metabolizable energy intake; increasing to 41.38% if a correction by the use of corporal reserves was considered. These percentages were lower (P ≤ 0.0002) in NZF. It was concluded that due to higher milk solid production, lower LW, and a better crude protein and metabolizable energy utilization, F1 showed a greater biological efficiency than NZF. The aforementioned abilities confer crossbred cows comparative advantages in systems where production and contents of milk solids are rewarded.
Keywords: dairy cattle, breed evaluation, grazing.
Resumen: Con la finalidad de evaluar productividad, consumo y eficiencia biológica en vacas Frisón Neozelandés (FN) y F1 Jersey-Frisón Neozelandés a pastoreo, se emplearon 23 vacas FN y 24 F1, primíparas, paridas entre el 23/7 y el 27/9 de 2001, en la Estación Experimental Oromo, Universidad de Chile, X Región. La información se recopiló en tres períodos, de 21 días cada uno. Al inicio de estos, las vacas se encontraban en 66, 126 y 220 días de lactancia. Los animales fueron pesados diariamente con el fin de obtener el peso vivo (PV) promedio y la tasa de variación del peso. La producción de leche (PL) se midió nueve veces por período, obteniéndose semanalmente una muestra para determinar contenido de grasa y proteína. El consumo de materia seca de la pradera (CMS) se estimó relacionando los requerimientos totales diarios de energía metabolizable (RTEM) y el contenido de ésta en la materia seca ingerida (CEMP); por tanto CMS = (RTEM/CEMP). RTEM se estimó empleando las ecuaciones descritas por AFRC (1993). La materia seca ingerida en cada período se caracterizó mediante el análisis de una muestra, compuesta de 30 submuestras, obtenidas manualmente. En cada muestra se determinó CEMP, energía y proteína bruta. Se utilizó un diseño factorial, con los efectos tipo racial y período y observaciones repetidas en el tiempo. La PL fue similar llegando a 18,2 y 17,6 kg/vaca en F1 y FN; respectivamente (P = 0,3581). El F1 tuvo un tenor graso de 45,8 g/kg, superando al FN en 8,3% (P = 0,0094). Las F1 aventajaron a las FN (P = 0,0156) en producción de grasa (12,1%), producción de proteína (6,6%), contenido energético del kg de leche (4,9%), energía contenida en la producción total diaria (8,3%); PL corregida a 4% de materia grasa (8,3%) y PL corregida por sólidos (8,3%). El PV del FN fue de 435,6 kg/ vaca, valor que superó en 45 kg al F1 (P = 0,0001). En las producciones por unidad de PV vivo, las diferencias entre ambos biotipos fueron muy significativas (P = 0,0001) en favor de F1. Las mayores diferencias se observaron en producción de grasa (24,6%) y PL corregida a 4% de materia grasa (20,5%). Los valores de CMS no difirieron significativamente (P = 0,1642). Sin embargo, al expresarlos en relación a 100 kg de PV el valor de F1 tendió a ser de mayor magnitud (P = 0,0615). La PL y sólidos lácteos por unidad de CMS fueron altamente significativas (P = 0,0284) a favor del F1. La mayor superioridad se obtuvo en materia grasa (17,4%), donde el F1 alcanzó un valor de 63,88 g/kg de CMS. El cuociente entre la producción de proteína láctea y proteína cruda ingerida arrojó valores de 32,70 y 29,33% (P = 0,0003). En F1 la valoración energética de la PL diaria representó un 37,13% de la energía metabolizable consumida, aumentando a 41,38% al corregir por el aporte de reservas corporales. Estos valores fueron menores (P = 0,0002) en las FN. Se concluyó que la mayor producción de sólidos lácteos, menor PV y mejor utilización de la proteína cruda y energía metabolizable le otorgan al F1 una mayor eficiencia biológica respecto del FN. Las aptitudes mencionadas le confieren a las mestizas ventajas comparativas en sistemas donde se premia la producción y contenido de sólidos lácteos.
Palabras clave: ganado lechero, evaluación racial, pastoreo.
INTRODUCCIÓN
En países de zonas templadas los cruzamientos han sido poco utilizados para mejorar la producción de leche o sólidos lácteos. La principal razón radica en la clara superioridad alcanzada por los diferentes tipos Holstein o Frisón respecto de otras razas especializadas. Este hecho es importante, dado que el vigor híbrido corresponde al desvío de la progenie mestiza con respecto al promedio productivo de las razas participantes en el cruzamiento. Siendo la heterosis para producción de leche de baja magnitud, al existir diferencias importantes en la productividad productividad de las razas difícilmente el mestizo podrá superar a la de mejor desempeño.
La situación es diferente en zonas tropicales y en países en los cuales la pradera, y los productos generados a partir de ella, son la única fuente de alimentos o representa un componente importante de la dieta. El uso de cruzamientos en el trópico ha sido relevante, al permitir superar importantes problemas reproductivos de las razas Bos taurus, confiriéndole al mestizo una resistencia adecuada a un gran número de enfermedades y problemas parasitarios comunes en dichas zonas. En Nueva Zelanda, donde la pradera constituye por razones de tipo económico prácticamente la única fuente de alimento, se ha demostrado que la productividad de las razas Frisón Neozelandés (FN) y Jersey (J) es semejante, motivo por el cual la heterosis es capaz de aportar una ventaja significativa (López- Villalobos y col 2000, López-Villalobos y Garrick 2002).
En pastoreo, a diferencia de los sistemas con estabulación permanente, la principal meta productiva es la maximización de la respuesta por unidad de superficie. Este objetivo se logra en desmedro de la producción individual, hecho que tiende a equiparar el desempeño de las diferentes razas. A la vez, para elevar la carga animal es menester optimizar la producción por kilogramo de peso vivo, favoreciéndose el empleo de vacas de menor tamaño (Viglizzo 1981). La mayor fertilidad de los mestizos es otro aspecto a considerar, ante la necesidad de contar con pariciones concentradas que permitan sincronizar el crecimiento de las pasturas con los requerimientos alimenticios del rebaño (Holmes y col 2002).
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