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Diseño de la planta física de un laboratorio de cultivo celular y quirófano para biotecnología aplicada (página 2)


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Partes: 1, 2,

 

 

2.1.4 Grupo de sustancias cancerígenas, mutágenas y tóxicas para la reproducción

Ninguno de los tipos de sustancias de este grupo tiene pictograma propio, si bien cabe señalar las siguientes consideraciones:

  • Sustancias cancerígenas: El Real Decreto 363/1995 clasifica dichas sustancias en tres categorías:
    • Primera categoría: Sustancias que, se sabe, son carcinógenas para el hombre. Se dispone de elementos suficientes para establecer la existencia de una relación causa-efecto entre la exposición del hombre a tales sustancias y la aparición del cáncer.
    • Segunda categoría: Sustancias que pueden considerarse como carcinógenas para el hombre. Se dispone de suficientes elementos de juicio como para suponer que la exposición del hombre a tales sustancias puede producir cáncer. Dicha presunción se basa en: – Estudios apropiados a largo plazo en animales. – Otro tipo de información pertinente.
    • Tercera categoría: Sustancias cuyos posibles efectos carcinógenos en el hombre son preocupantes, pero de las que no se dispone de información suficiente para realizar una evaluación satisfactoria.

A las sustancias de las categorías primera y segunda se les asigna el símbolo "T" y alguna de las siguientes frases:

    • R45: Puede causar cáncer
    • R57: Tóxico para las abejas.
    • R58: Puede provocar efectos negativos en el medio ambiente a largo plazo.
  • 2.3 Almacenamiento de productos químicos

Los principio básicos para conseguir un almacenamiento adecuado y seguro de los reactivos en los laboratorios en general son los siguientes:

  • Reducir las existencias al mínimo
  • Establecer separaciones
  • Aislar o confinar ciertos productos
  • Disponer de instalaciones adecuadas

2.3.1 Reducción de las existencias al mínimo

Cuando se trata de sustancias peligrosas, la minimización de las cantidades almacenadas constituye una buena medida preventiva. Ello supone planificar las existencias de reactivos, de modo que se asegure su suministro en el momento preciso, lo que exige cursar pedidos al suministrador con mayor frecuencia y dedicar más tiempo a los registros de entradas y salidas.

2.3.2 Establecimiento de separaciones

Por su naturaleza y propiedades, algunas sustancias son incompatibles entre sí, porque pueden reaccionar de forma violenta. En tales casos, estas sustancias no deben almacenarse conjuntamente, sobre todo a partir de determinadas cantidades.

En caso de fuga o incendio, los embalajes podrían resultar dañados y las sustancias incompatibles podrían entrar en contacto, produciéndose reacciones peligrosas.

A modo de ejemplo, no deben almacenarse juntos productos combustibles y oxidantes, porque su contacto provoca reacciones exotérmicas muy violentas que pueden ocasionar incendios. Tampoco deben almacenarse productos tóxicos con productos comburentes o inflamables.

En la figura 1 se muestra un esquema en el que se resumen las incompatibilidades de almacenamiento de los productos peligrosos.

Figura 1. Incompatibilidades de almacenamiento de algunos productos químicos peligrosos

Como medidas de seguridad adicionales hay que tener en cuenta aquellas que están orientadas a la prevención de incendios, como:

  • Prohibición de fumar
  • Prohibición de utilizar llamas abiertas o fuentes de ignición
  • Utilizar únicamente equipos eléctricos autorizados

2.3.3 Aislamiento o confinamiento de ciertos productos

Ciertos productos requieren no sólo la separación con respecto a otros, sino el aislamiento del resto, no exclusivamente por los riesgos de un contacto accidental, sino por sus características fisicoquímicas, toxicológicas y organolépticas. Entre tales productos cabe señalar los siguientes:

  • Inflamables.
  • Carcinógenos, mutágenos y tóxicos
  • Pestilentes

2.3.4 Disposición de instalaciones adecuadas

Estanterías: Cuando vayan a contener productos susceptibles de originar riesgos de incendio o explosión, se aconseja que sean metálicas, conectadas equipotencialmente y a tierra.

Armarios protegidos contra el fuego: Tales armarios deben disponer de lo siguiente:

  • Baldas recogevertidos.
  • Fondo en forma de cubeta de 5 cm de altura.
  • Uniones selladas.
  • Conexión a tierra.
  • Puertas con tres puntos de anclaje.
  • Patas regulables en altura.
  • Señal indicando la presencia de productos inflamables.

Armarios frigoríficos: Deben utilizarse únicamente los especialmente diseñados para laboratorios, evitando los de uso doméstico.

2.4 Manipulación de productos químicos

Las operaciones con productos químicos, como envasado, trasvase, almacenamiento, etc. deben llevarse a cabo siguiendo unas instrucciones de trabajo precisas. Estas instrucciones pueden referirse tanto a un producto concreto, como a una clase de productos que presentan riesgos similares. De este modo, las instrucciones en cuestión deben tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Zona de trabajo y actividad desarrollada.
  • Identificación de la sustancia peligrosa.
  • Riesgos para el ser humano y el medio ambiente.
  • Medidas de protección y pautas de comportamiento.
  • Incompatibilidades de almacenamiento.
  • Actuación en caso de peligro.
  • Primeros auxilios a aplicar en caso de accidente.
  • Condiciones de disposición y eliminación de residuos

Cuando se precise trasvasar un producto químico, cualquiera que sea su naturaleza, desde un contenedor a otro recipiente más pequeño, se llevará a cabo con las debidas precauciones. Si el contenedor original dispone de grifo, se efectuará por gravedad abriéndolo lentamente. Si no dispusiera de este elemento, se utilizará una bomba de vacío especialmente diseñada para este fin, quedando terminantemente prohibido, succionar con la boca para hacer el vacío a través de un tubo. Una vez trasvasado el producto al recipiente de destino, deberá etiquetarse éste de igual modo que el envase original. Durante el desarrollo de la operación, se hará uso de los equipos de protección individual prescritos en la hoja de seguridad.

En el caso de que se produzca un derrame o vertido accidental, se procederá, en líneas generales, del siguiente modo:

  • Si se trata de un sólido, se recogerá por aspiración, evitando el barrido, ya que podría originar la dispersión del producto por la atmósfera del laboratorio.
  • Si es un líquido, se protegerán los desagües, se tratará con materiales absorbentes (como la tierra de diatomeas) y se depositará en recipientes adecuados para eliminarlo como residuo. Cuando sea necesario, antes de tratarlo con absorbente, se procederá a su inertización, para lo cual se consultará la ficha de seguridad correspondiente y en caso de duda, se tratará con el proveedor.

2.5 Gestión de residuos

Se entiende por residuos, aquellos materiales o productos que quedan inservibles tras realizar una determinada operación. Los residuos de laboratorio pueden dividirse en dos grandes grupos:

  • Restos de material fungible, entre los que se encuentran fragmentos de vidrio roto, frascos vacíos y restos de material de plástico.
  • Residuos químicos, que pueden presentarse como restos de reactivos no utilizados durante la operación y que no deben devolverse al envase original para no contaminar su contenido y reactivos caducados.

Centrándonos en los residuos químicos, conviene precisar que la Unión Europea define tres líneas maestras de actuación que deben seguirse para su adecuado tratamiento y que básicamente son:

  • Minimizar la generación de residuos en su origen. Supone intervenir de modo preventivo, evitando que se lleguen a producir. Se debe actuar sobre el consumo, procurando utilizar únicamente la cantidad de producto requerida para el trabajo a desarrollar.
  • Reciclado. Pretende reutilizar el residuo generado, en el mismo o en otro proceso, en calidad de materia prima.
  • Eliminación segura de los residuos no recuperables. Debe llevarse a cabo siguiendo las indicaciones de la ficha de seguridad o, en caso de duda, las indicaciones del fabricante y siempre a través de un gestor autorizado. Como paso previo a la eliminación es esencial que los residuos se clasifiquen, segreguen y depositen en contenedores apropiados.

2.5.1 Consideraciones generales sobre residuos químicos

  • Como principio básico, los residuos químicos generados en el laboratorio no deben eliminarse por el desagüe sin inertizar, aunque sea en pequeñas cantidades. Este principio debe observarse especialmente cuando se trate de sustancias que reaccionan violentamente con el agua, como los metales alcalinos; las tóxicas, incluyendo los derivados de metales pesados; las corrosivas, como ácidos y álcalis fuertes; las cancerígenas y mutágenas, y las no biodegradables y peligrosas para el medio ambiente acuático.
  • Si se trata de residuos ácidos o alcalinos, pueden eliminarse por el desagüe una vez neutralizados, diluyendo con abundante agua.
  • En cualquier caso, consultar las disposiciones legales vigentes, nacionales, autonómicas y locales sobre esta materia.

2.5.2 Tratamiento de algunos residuos químicos

A continuación, se recomiendan las mediadas a tomar para el tratamiento de algunos productos químicos en caso de derrame o vertido.

  • Ácidos: Neutralizar con carbonatos o hidróxido de calcio, diluir con agua y recoger con serrín.
  • Álcalis: Neutralizar con ácido acético o productos específicos comercializados al efecto, diluir con agua y recoger con serrín.
  • Bromuro de etidio: Recoger con carbón activo
  • Líquidos inflamables: Recoger preferentemente con tierra de diatomeas o carbón activo.
  • Mercurio: Recoger con azufre o polisulfuro cálcico. Si se ha depositado en ranuras, aspirar y recuperar el metal.
  • Otros líquidos no corrosivos ni inflamables: Recoger con serrín.

2.5.3 Recomendaciones de carácter general sobre residuos

  • Disponer de información e instrucciones para la eliminación de los residuos generados en el laboratorio.
  • No guardar botellas vacías destapadas.
  • No tirar productos químicos a las papeleras, ni papeles o restos de telas impregnados de tales productos.
  • No acumular residuos de ningún tipo en lugares diferentes a los destinados a este fin.
  • Los residuos peligrosos que no puedan inertizarse deberán ser retirados por un gestor autorizado, de acuerdo con las disposiciones legales vigentes, recogidas en la Ley 10/2000, de 12 de diciembre, de Residuos de la Comunidad Valenciana.

2.6 Fichas de seguridad

Cuando sea necesario preparar instrucciones de trabajo para la correcta manipulación de productos químicos o siempre que se precise información sobre los productos disponibles en el laboratorio, conviene recurrir a las llamadas fichas de seguridad. Por ello, la existencia de un inventario actualizado de los productos en uso permite llevar a cabo un estricto control de tales documentos que a su vez, ofrecen la información necesaria para manipular adecuadamente los productos. En el anexo I del presente manual se muestra, a modo de ejemplo, la ficha de seguridad del bromuro de etidio.

La obligación legal de entregar estas fichas al usuario de productos químicos, por parte del fabricante o importador de tales productos, viene reseñada en el artículo 13 del Real Decreto 255/2003, de 28 de febrero. Asimismo, de acuerdo con los preceptos establecidos por el mencionado Reglamento, la ficha de datos de seguridad debe redactarse, al menos, en la lengua española oficial del Estado, incluyendo obligatoriamente los siguientes 16 epígrafes (apartado 5 del artículo 13):

  1. Identificación del preparado y del responsable de su comercialización.
  2. Composición/información sobre los componentes.
  3. Identificación de los peligros.
  4. Primeros auxilios.
  5. Medidas de lucha contra incendios.
  6. Medidas que deben tomarse en caso de vertido accidental.
  7. Manipulación y almacenamiento.
  8. Controles de exposición/protección individual.
  9. Propiedades físicas y químicas.
  10. Estabilidad y reactividad.
  11. Informaciones toxicológicas.
  12. Informaciones ecológicas.
  13. Consideraciones sobre la eliminación.
  14. Informaciones relativas al transporte.
  15. Informaciones reglamentarias.

  16. Otras informaciones.

 

OPERACIONES SEGURAS EN LOS LABORATORIOS DE BIOTECNOLOGÍA Y DE TIPO BIOLÓGICO

En los laboratorios de biotecnología y de tipo biológico se realizan habitualmente operaciones que comportan diversos riesgos, no ya por la mera manipulación de productos químicos, sino que implican además el manejo de material de vidrio y, ocasionalmente, precisan el aporte de calor o requieren la utilización de botellas de gases a presión.

A continuación, se indican algunas recomendaciones generales y específicas a tener en cuenta, siempre que se realicen trabajos en este tipo de laboratorios.

3.1 Recomendaciones generales durante la permanencia en el laboratorio

3.1.1 Recomendaciones de carácter organizativo

  • La organización del laboratorio referente a distribución de superficies, instalaciones de aparatos y equipos, procedimientos de trabajo, etc., debe estudiarse a fondo, procurando mantener un buen nivel preventivo.
  • Nunca debe trabajar una persona sola en el laboratorio, especialmente cuando realice operaciones de riesgo.
  • Debe comprobarse la ventilación general del laboratorio y mantenerla siempre en perfectas condiciones.
  • También deben revisarse periódicamente la instalación eléctrica y la de gases.
  • Realizar periódicamente un inventario de los reactivos para controlar sus existencias y caducidad y mantener las cantidades mínimas imprescindibles.
  • No utilizar frigoríficos domésticos en el laboratorio.
  • Recoger selectivamente los residuos en recipientes apropiados y retirarlos periódicamente del área de trabajo.

3.1.2 Recomendaciones de carácter personal

  • No ingerir alimentos ni bebidas durante la permanencia en el laboratorio, ni guardarlos en los frigoríficos destinados a material propio del lugar de trabajo.
  • Debe establecerse la prohibición expresa de fumar.
  • No pipetear con la boca.
  • Utilizar los EPIs recomendados para cada trabajo.
  • No usar prendas sueltas ni objetos colgantes y llevar el pelo recogido.
  • Es recomendable lavarse siempre las manos al término de una operación y antes de abandonar el laboratorio.

3.1.3 Recomendaciones de trabajo

  • Comprobar siempre el etiquetado de frascos de reactivos, recipientes y botellas.
  • Etiquetar adecuadamente los productos preparados en el laboratorio.
  • No reutilizar envases para otros productos ni sobreponer etiquetas.
  • Utilizar la cantidad mínima precisa de reactivos.
  • Se debe trabajar en vitrina, siempre que sea posible.
  • Cuando sea necesario trasvasar líquidos, hacerlo con cantidades pequeñas y en las mejores condiciones posibles, evitando salpicaduras y derrames, y siempre a un recipiente adecuado, quedando prohibido el uso de botellas de agua, bebidas o contenedores de alimentos. Si se trata de sustancias inflamables, el trasvase debe efectuarse lejos de focos de calor, llamas abiertas o fuentes de ignición. El recipiente conteniendo el producto trasvasado deberá etiquetarse como el original.
  • Al término de una operación, desconectar los aparatos, cerrar los servicios de agua y gas, limpiar los materiales y equipos, y recogerlos ordenadamente en los lugares destinados al efecto, así como los reactivos.
  • Revisar periódicamente el estado de las instalaciones de protección colectiva (campanas de gases, duchas y lavaojos de emergencia, así como el estado de los desagües).

3.2 Precauciones específicas durante el desarrollo de operaciones

3.2.1 Relativas al material de vidrio

  • Examinar el estado de las piezas antes de utilizarlas y desechar las que estén defectuosas.
  • Desechar el material que haya sufrido golpes contundentes, aunque no se observen fisuras.
  • Efectuar el montaje de cada operación con especial cuidado, evitando que los distintos elementos que intervienen queden tensionados, empleando los soportes y abrazaderas adecuadas y fijando todas las piezas según la función a realizar.
  • No calentar directamente el vidrio con la llama. Para ello, se recomienda interponer un material capaz de difundir el calor, como una rejilla metálica y utilizar preferentemente piezas de vidrio PYREX.
  • Evitar que las piezas queden atascadas colocando una fina capa de grasa de silicona entre las superficies de vidrio en contacto.

3.2.2 Relativas al empleo de fuentes de calor

El trabajo con llamas abiertas genera riesgos de incendio y explosión ante la presencia de gases o vapores inflamables en el ambiente donde se realiza la operación. Para prevenir estos riesgos se recomienda:

  • Asegurar una ventilación suficiente en el laboratorio.
  • Utilizar encendedores piezoeléctricos para el encendido de mecheros, evitando el uso de cerillas o encendedores de bolsillo.
  • Trabajar con la estanqueidad suficiente, evitando la fuga de los vapores de materias peligrosas.
  • Vigilar la temperatura durante todo el proceso.
  • Al terminar una operación, asegurarse del enfriamiento de los materiales antes de aplicar directamente las manos para recogerlos.

3.3 Manipulación de botellas de gases

La manipulación de botellas de gases se llevará a cabo únicamente por personal debidamente entrenada para dicho cometido. La utilización de estos elementos por personas inexpertas puede comportar riesgos graves, como fugas de gases tóxicos y nocivos, incendios y explosiones.

Antes de utilizar una botella deberá leerse la etiqueta para asegurarse de que se trata de la que se pretende usar. En caso de duda sobre su contenido o forma de utilización, se consultará con el suministrador. Asimismo, toda botella que tenga caducada la fecha de la prueba periódica, según establece el Reglamento de Aparatos a Presión, será devuelta al proveedor.

Los grifos de las botellas se abrirán lentamente y de forma progresiva. En el caso de que se presente alguna dificultad en la apertura, se devolverá al suministrador, sin forzarla ni emplear herramienta alguna, ya que existe el riesgo de rotura del grifo, con el consiguiente escape del gas a presión. No se deben engrasar los grifos de las botellas, ya que algunos gases, como el oxígeno, reaccionan violentamente con las grasas, produciendo explosiones.

Si como consecuencia de un golpe accidental, una botella quedase deteriorada, marcada o presentase alguna hendidura o corte, se devolverá inmediatamente al suministrador del gas, aunque no se haya llegado a utilizar.

Cuando se tenga que abrir una botella de gas, se dispondrá la salida del grifo en posición opuesta al usuario y en ningún caso estará dirigida hacia las personas que se encuentren en las proximidades. De este modo, se evitan las proyecciones de gas a presión o de elementos accesorios, en el caso de fallo o rotura.

Una vez finalizado el trabajo con la botella, se aflojará el tornillo de regulación y el manorreductor y se cerrará el grifo.

En el caso de que se produjera una fuga en una botella de gas será necesario intervenir rápidamente, siguiendo los pasos que se indican (figura 2):

  • Identificar el gas.
  • Aprovisionarse del equipo necesario, que para gases tóxicos, nocivos o corrosivos deberá ser un equipo de respiración autónomo.
  • Seguir las siguientes pautas:

Figura 2. Pasos a seguir en caso de escape del gas de una botella.

 

4 OPERACIONES SEGURAS EN LOS LABORATORIOS DONDE SE MANIPULAN AGENTES BIOLÓGICOS

Los agentes biológicos constituyen un factor de riesgo laboral por su capacidad de desencadenar enfermedades, tanto profesionales como del trabajo.

Con el fin de proteger la salud de los trabajadores frente a los riesgos que se derivan de la exposición a dichos agentes durante el desarrollo de sus actividades, se publicó el Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, dentro del marco normativo de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre de Prevención de Riesgos Laborales.

4.1 Definición y clasificación de agentes biológicos

Según el mencionado Real Decreto 664/1997, los agentes biológicos se definen como: "microorganismos, con inclusión de los genéticamente modificados, cultivos celulares y endoparásitos humanos, susceptibles de originar cualquier tipo de infección, alergia o toxicidad". A su vez, se entiende como microorganismo, toda entidad microbiológica, celular o no, capaz de reproducirse o de transferir material genético. Se consideran cuatro tipos básicos: bacterias, hongos, virus y parásitos (protozoos, helmintos, etc.). Por su parte, cultivo celular es el resultado del crecimiento in vitro de células obtenidas de organismos multicelulares.

En función del riesgo de infección, el Real Decreto 664/1997 clasifica los agentes biológicos del siguiente modo:

  • Agente biológico del grupo 1: Aquel que resulta poco probable que cause una enfermedad en el ser humano.
  • Agente biológico del grupo 2: Aquel que puede causar una enfermedad en el ser humano y puede suponer un peligro para los trabajadores, siendo poco probable que se propague a la colectividad y existiendo generalmente profilaxis o tratamiento eficaz.
  • Agente biológico del grupo 3: Aquel que puede causar una enfermedad grave en el ser humano y presenta un serio peligro para los trabajadores, con riesgo de que se propague a la colectividad y existiendo generalmente una profilaxis o tratamiento eficaz.
  • Agente biológico del grupo 4: Aquel que causando una enfermedad grave en el ser humano, supone un serio peligro para los trabajadores, con muchas posibilidades de que se propague a la colectividad y sin que exista generalmente una profilaxis o tratamiento eficaz.

Según esta clasificación, el anexo II del Real Decreto en cuestión presenta una lista de agentes biológicos, de los grupos 2, 3 y 4, ordenados según los cuatro tipos antes citados, es decir: bacterias, hongos, virus y parásitos. La lista en cuestión puede obtenerse en el siguiente enlace:

4.2 Vías de transmisión

Las principales de vías de entrada en el organismo de los diferentes agentes biológicos son:

  • Inhalatoria: Es la de mayor capacidad infectiva. Los agentes biológicos susceptibles de transmitirse por esta vía se encuentran habitualmente en forma de aerosoles producidos por centrifugación de muestras o agitación de tubos y por aspiración de secreciones (tos, estornudos, etc.).
  • Digestiva: La transmisión por esta vía tiene lugar como consecuencia de la práctica de malos hábitos de trabajo, como pipetear con la boca o de actuaciones inadecuadas como beber, comer y fumar en el lugar de trabajo.
  • Parenteral, piel y mucosas: Esta vía de transmisión está propiciada por pinchazos, mordeduras, cortes, erosiones, salpicaduras, etc.

4.3 Especificaciones de los lugares de trabajo en función de los agentes biológicos manipulados

Antes de comenzar cualquier actividad relacionada con la manipulación de agentes biológicos debe realizarse un inventario, a fin de identificar los agentes utilizados, clasificarlos de acuerdo con el criterio reseñado en la lista anteriormente citada y establecer las medidas preventivas a tener en cuenta en función del nivel de contención requerido, lo que se indicará oportunamente.

Los medios de contención biológica de los laboratorios se orientarán en función de los cuatro grupos de riesgo citados anteriormente, es decir:

  • Nivel de contención biológica 1, para microorganismos del grupo de riesgo 1.
  • Nivel de contención biológica 2, para microorganismos del grupo de riesgo 2.
  • Nivel de contención biológica 3, para microorganismos del grupo de riesgo 3.
  • Nivel de contención biológica 4, para microorganismos del grupo de riesgo 4.

4.4 Manipulación segura de agentes biológicos

La manipulación de agentes biológicos comporta unos riesgos, cuya prevención debe responder a unas estrictas pautas de comportamiento. Desde la recepción de las muestras, hasta la eliminación de los residuos generados, todas las operaciones que se realizan en un laboratorio de estas características deben estar debidamente sistematizadas. Por tales motivos, presentamos a continuación las directrices a tener en cuenta en estos lugares de trabajo, con el fin de que las actividades que en ellos se realizan habitualmente, transcurran en las mejores condiciones de seguridad posibles.

4.4.1 Recepción de muestras

Ante la recepción de una muestra biológica, cualquiera que sea su naturaleza y el tipo de laboratorio, deberán tomarse las siguientes medidas preventivas:

  • Recoger siempre la muestra con guantes de látex o de silicona
  • Lavarse las manos tras la recogida de la muestra
  • Si se sospecha que la muestra puede contener agentes infecciosos no esperados, utilizar barbijo o mascarilla y notificarlo inmediatamente al supervisor del laboratorio y al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales

4.4.2 Operaciones diversas de laboratorio

Las medidas preventivas a tomar en la realización de cualquier operación que se lleve a cabo en un laboratorio de biotecnología o de tipo biológico (cultivos, centrifugaciones, análisis, etc.) son las siguientes:

  • Precauciones generales relativas al local
    • Establecimiento de normas de seguridad en el trabajo en cada laboratorio, acordes a sus características.
    • Implicación de todo el personal del laboratorio en el cumplimiento de las normas de seguridad que se dictaminen.
    • Acceso limitado al laboratorio, permitiendo la entrada únicamente al personal autorizado.
    • Señalización de riesgo biológico en todas las áreas de los laboratorios catalogados de nivel de contención 2 en adelante.
    • Limpieza y desinfección diaria de todas las superficies de trabajo, así como siempre que se produzca un derrame.
    • Mantenimiento del laboratorio limpio y ordenado evitando utilizar los pasillos como almacén. Siempre debe quedar un espacio libre no inferior a 120 cm para poder evacuar el local en caso de emergencia.
  • Precauciones durante el desarrollo del trabajo
    • Evitar el empleo de libros y material de escritorio en el área de trabajo, ya que el papel contaminado es difícil de esterilizar.
    • Está rigurosamente prohibido pipetear con la boca. El pipeteo se llevará a cabo con dispositivos especialmente diseñados al efecto, debiendo entrenarse adecuadamente al personal para su correcto uso.
    • Debe limitarse el uso de agujas hipodérmicas y jeringas, debiendo utilizarse únicamente las unidades ya montadas.
    • No debe volver a ponerse la capucha a las agujas y éstas no deben ser dobladas ni separadas de la jeringa.
    • Las agujas y jeringas usadas, así como los bisturíes, deben desecharse únicamente en contenedores especiales diseñados para este propósito.
    • Cuando se centrifugue material biológico potencialmente infeccioso deben utilizarse tubos cerrados. La centrífuga deberá disponer de rotores o cestillos de seguridad que eviten la formación de aerosoles.
    • La rotura accidental de un tubo y su vertido en la cubeta representa una incidencia importante que debe ser comunicada inmediatamente al responsable del laboratorio y al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, procediendo inmediatamente a la desinfección segura del equipo.
    • No deben utilizarse centrífugas que no dispongan de sistema de cierre de seguridad, ni manipular tales equipos de forma que puedan abrirse mientras están en funcionamiento y formar aerosoles.
    • Si el laboratorio dispone de ultracentrífugas, es fundamental llevar a cabo el equilibrado cuidadoso del rotor.
    • Los derrames y accidentes, como cortes y pinchazos, deben ser informados inmediatamente al responsable del laboratorio y al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, y hacerse constar por escrito.
  • Reglas de higiene personal
    • Cubrir heridas y lesiones con apósitos impermeables antes de comenzar el trabajo. Si las lesiones no pueden cubrirse adecuadamente, no exponerse hasta que curen.
    • Retirar anillos y otras joyas.
    • Evitar el contacto de la piel con materiales potencialmente infecciosos. Para ello, cuando se manipulen muestras que contengan posibles agentes patógenos deberá usarse guantes de látex o de silicona, que deberán retirarse siempre antes de salir del área de trabajo.
    • Jamás se abandonará el laboratorio con los guantes puestos ni se cogerá con ellos el teléfono.
    • Tras quitarse los guantes, se procederá al lavado de manos utilizando jabones antisépticos.
    • Se usarán gafas protectoras y mascarillas faciales si existe riesgo de salpicaduras o de formación de aerosoles.
    • No deberán usarse lentes de contacto.
    • No comer, beber o fumar ni aplicarse cosméticos en las áreas de trabajo. Asimismo, queda prohibido guardar alimentos o bebidas en las citadas áreas
    • El personal con el cabello largo debe llevarlo recogido.

4.4.3 Transporte de material biológico

Se tendrán en cuenta las siguientes precauciones:

  • El transporte de las muestras dentro o entre laboratorios se realizará de tal modo que, en caso de caída, no se produzcan salpicaduras.
  • Se aconseja llevarlo a cabo en cajas herméticas o neveras portátiles. Estas cajas o neveras deberán ser rígidas y resistentes a los golpes, contar con materiales absorbentes en su interior y de fácil desinfección.
  • Se etiquetarán o identificarán de forma oportuna y no podrán ser utilizadas para otros fines.
  • Bajo ningún concepto se transportarán muestras a mano.
  • Cuando sea necesario transportar material biológico que pueda presentar riesgo de infección, se recurrirá a la utilización del llamado sistema básico de embalaje que se compone de:
    • Recipiente primario estanco, a prueba de filtraciones, etiquetado, que contiene la muestra. El recipiente debe envolverse en material absorbente.
    • Recipiente secundario estanco, a prueba de filtraciones, que encierra y protege el recipiente primario.
    • Recipiente externo de envío. Es un paquete que protege el recipiente secundario y su contenido de los elementos externos.

4.4.4 Almacenamiento de muestras biológicas

  • Las muestras biológicas deben almacenarse en zonas de acceso restringido, con el fin de minimizar la posibilidad de contaminación del personal o del ambiente.
  • El almacenamiento en congeladores de nitrógeno líquido, debe realizarse utilizando viales que soporten las bajas temperaturas del medio sin romperse. En caso de rotura, debe vaciarse el recipiente, dejar que el nitrógeno líquido se evapore y proceder a su limpieza.
  • Cuando se maneja el material almacenado en este tipo de congeladores, siempre se deberán utilizar gafas o mascarillas de protección para evitar salpicaduras de nitrógeno líquido.

4.4.5 Tratamiento de los residuos generados por los laboratorios que manipulan agentes biológicos

Todos los desechos biológicos tienen que ser descontaminados antes de su eliminación, debiendo seguirse las normas sobre gestión de residuos de ámbito nacional (Ley 10/1998, de 21 de abril, de Residuos), así como las de ámbito autonómico (Decreto 240/1994, de 22 de noviembre, de la Generalitat Valenciana, por el que se aprueba el Reglamento Regulador de la Gestión de los Residuos Sanitarios; Orden de 14 de julio de 1997, de la Consellería de Medio Ambiente de la C.V., por la que se desarrolla el Decreto 240/1994; Ley 10/2000, de 12 de diciembre, sobre Residuos de la Comunidad Valenciana).

Los residuos generados por los laboratorios que manipulan agentes biológicos responden generalmente a los siguientes tipos:

  • Residuos sólidos biológicos asimilables a urbanos.
  • Residuos sólidos biológicos especiales.
  • Residuos sólidos procedentes de cultivos microbiológicos no patógenos.
  • Residuos biológicos líquidos.

A continuación se indica el tratamiento recomendado para los diferentes tipos de residuos indicados.

  • Residuos biológicos asimilables a urbanos: Habitualmente se trata de materiales sólidos no cortantes ni punzantes, como papeles, guantes, plásticos, gasas, etc., contaminados con sangre y fluidos biológicos.

Para la recogida de estos residuos se recomienda el uso de bolsas de 220 mg/cm2 de galga, en contenedores de basura especiales. Su eliminación se efectuará como residuos asimilables a los urbanos.

  • Residuos sólidos biológicos especiales: Tienen un potencial infeccioso superior a los residuos sólidos urbanos. La gestión de estos residuos se realizará conforme a lo establecido por la Ley 10/1998, de 21 de abril y su normativa de desarrollo, así como según lo dispuesto por las normas legales de ámbito comunitario, citadas al comienzo de este epígrafe.

En este tipo de residuos se incluyen materiales punzantes y cortantes como agujas, hojas de bisturí, restos de vidrio roto, etc., que han estado en contacto con sangre y fluidos biológicos o con material procedente de actividades microbiológicas. Estos residuos especiales deben acumularse separadamente de todos los demás tipos, en envases exclusivos rígidos, impermeables e interiormente inaccesibles. Estos envases son de un solo uso y una vez cerrados no se pueden volver a abrir. Han de mantenerse intactos hasta su recogida, evitando presiones y golpes que puedan afectar su integridad durante su almacenamiento o transporte. Su eliminación final debe realizarse por una entidad autorizada.

  • Residuos sólidos procedentes de cultivos microbiológicos no patógenos: Están constituidos por placas de Petri, tubos de ensayo, matraces, etc., que contienen medio sólido de cultivo.

Estos residuos se colocan en bolsas resistentes al autoclave para su esterilización con este medio. Una vez realizada la operación, los residuos se recogen por el personal encargado de esta actividad.

  • Residuos biológicos líquidos: Se inactivan con lejía de uso doméstico (hipoclorito sódico al 10%) durante 30 minutos, pudiendo eliminarse a continuación por el desagüe.

Conviene precisar que el uso indiscriminado de lejía puede provocar contaminación ambiental. La disolución de lejía doméstica aquí indicada es suficiente, no debiéndose utilizar disoluciones más concentradas.

 

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