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Literatura regional de los orígenes en Lambayeque (Peru)


Partes: 1, 2

  1. Introito
  2. Cuerpo crítico
  3. Conclusiones
  4. Epílogo

Evolución y caracterización diacrónica

Introito

El proceso histórico de la literatura regional en Lambayeque pasa por tres preguntas motivadoras fundamentales: ¿Existió y existe una literatura lambayecana? ¿Lambayeque tiene elementos simbólicos y alegóricos trasuntados en su literatura? ¿En qué momento surge una literatura autéticamente lambayecana, teniendo como cultores no necesariamente a lambayecanos sino tránistos terrígenas?

Corolariamente no existió literatura lambayecana, sino literatura regional hecha, editada y difundida en Lambayeque. Los elementos simbólicos como el huerequeque, la chilala y la parafernalia inconográfica muchik, no se encuentran presentes en la constante temática de los poemas, cuentos, novelas de manera orgánica y sistemática, sino como elementos referenialemnte artificiales, no vivenciales.

La concepeción de la creación y produción auténticamente literaria, desligada de la política, la reivindicación sindicalista y los ideales de redención social como nación y como Lambayeque, recién aparece a fines del siglo XIX con la obra del modernista José Eufemio Lora y Lora y el criollista-costumbrista Emiliano Niño Pastor. Antes y después, hasta al década del 60 del siglo XX, hubo una contaminación de los géneros y especies y nos se distinguía la literatura del panflecto político o del libelo periodístico.

Lambayeque, tuvo y tiene, hasta la actualidad una fuerte tradición lírica, ligado al individualismo sensiblero en su gran mayoría; y en otras, a la expresión de la belleza y concepción del mundo exterior.

Desde el el remoto escribano, solado conquistador español a caballo con pluma de ganso y grandes pliegos de papel de cáñamo, hasta el moderno escrutador del alma y delineador de ralktos modenros en una computadora, han pasado cinco siglos inmensos de perplejidad y cambios radicales, pero la literatura estuvo alojada allí en la pupila, en el labio, en el pensar, en el papel, purista o entremezclada híbridamente con las pasiones humanas y la chúcara realidad, pero estuvo allí y hoy tenemos que estudiarla, revalorarla, encontrando el hilo conductor, hasta desbaratar esa gran caja china, con una gran salto cualitativo desde 1532 hasta el 2006.

Cuerpo crítico

A) La época prehispánica (s. X d.c. s.1531)

La cultura Lambayeque no registra hasta la actualidad (2006) una evidencia científica de lengua escrita, sí hablada, el muchik, pero pese a que la simbología en payares representan una elevada categoría semiótica, no alcanza el grado lingüístico de una lengua con categoría de comprensión social en todos los estratos y diacrónicamente no nos ha llegado descifrada de manera coherente y lógica.

Sin embargo, estas formas jeroglígicas que han quedado plasmadas en huacos retratos y pictografiados, en telas funerarias, en frescos y murales, revelan el alto sentido de la cosmovisión de un literaturismo primtitivo que debió tener en la oralidad su expresión más elevada a través de mitos y leyendas que se deben haber extraviado de la fugaz fonética de sus antiguos habitantes.

La iconografía moche es muy rica y suple la carencia en idioma escrito comprendido y descifrado. Gran parte de estas formas iconográficas revelan un sistema semiótico paralelo a la lengua oral, donde sincréticamente se fusiona el aspecto cosmogónico, mítico-mágico-religioso con la actitud guerrerista, conquistadora, lujuriosa e intimista de los antiguos lambayecanos. El sentido antro y zoomorfico, revela grandes cualidades imaginativas y por lo tanto una predispoción al relato oral, embrión primigenio de una literatura que tenía que ver con su ser, lo oculto, lo posesivo y sus premoniciones.

Las leyendas de: "Naymlap", recogido por Miguel Cabello Balvoa en su Miscenlánea Antártica, "El Origen del Algarrobo", "Ninamasha y Pachacamac", "La Rebelión de las cosas", "Leyenda de Aka Fala"; y el mito de "El dios Kon", constituyen expresiones auténticas literarias del periodo prehispano lambayeque y que gracias a la tradición oral y la recopilación de las fuentes orales de los cronistas conquistadores, nos ha llegado a nosotros envuelto en una nueva lengua avasalladora: el castellano.

B) Periodo de la conquista (1532-1554)

La conquista cogió a los antiguos lambayecanos o muchik, con costumbres y rituales sangrientos, basado en deidades, dragones, cangrejos, aves emplumadas, reptiles, demonios alados, cosmogonía del día y la noche, del bien y el mal, del sol y la luna, del mar y la lluvia, de la tierra y las plantas, todo ello plasmado iconográficamente con un mudo silencio de rictus y sacrificio sangriento.

Partes: 1, 2
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