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El turismo en Oaxaca (México) en la época prehispánica y en la Colonia


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Monografía destacada

    1. Sinopsis
    2. Época prehispánica
    3. Época de la Colonia
    4. Bibliografía

    SINOPSIS

    Por la trascendencia que tiene el impacto económico del turismo, es necesario conocer el origen del turismo en Oaxaca.

    Introducción

    La vocación de los oaxaqueños, para lo que servimos es para el turismo, y todas nuestras actividades deben estar orientadas a esta actividad para aprovechar al máximo los recursos naturales y culturales de nuestro estado; por la trascendencia que tiene el impacto económico del turismo, pienso que, por todo lo anterior, es necesario conocer el origen del turismo en Oaxaca.

    Con este propósito pongo en sus manos un breve trabajo de investigación histórica; serio, formal, documentado; las fuentes históricas, bibliográficas, que tuve a mi alcance fueron escritas por un soldado español que vino con Hernán Cortés, un religioso oaxaqueño de la Colonia y mi maestro de Historia de México, Jorge Fernando Iturribarría.

    Averiguando cuidadosamente en las fuentes citadas, pude encontrar en el pasado el origen del turismo en Oaxaca en la época prehispánica y en la Colonia.

    Cuando se toca el tema de turismo, se habla de visitantes nacionales y extranjeros que se desplazan a Oaxaca de manera voluntaria y temporal, por razón de ocio o de negocio, a disfrutar de sus playas de arena blanca finísima? del folklore? de su grandioso legado arqueológico? de la grandeza de su monumental arquitectura colonial? sus encantadoras artesanías? el incomparable sabor de su gastronomía? su música tan especial? las tradiciones y costumbres tan arraigadas y, además, respetadas en un porcentaje muy elevado? de la quietud provinciana donde parece que el tiempo transcurre más lentamente de lo normal? de la reconocida y tradicional hospitalidad de los oaxaqueños. Puedo decir, sin exagerar, que Oaxaca y turismo deben ser sinónimos.

    Época prehispánica

    El modo de vida de los zapotecos, el clima, lo avanzado de su cultura, su riqueza y población fueron atrayendo a colonizadores, comerciantes, orfebres, industriales de otros lugares, cercanos y lejanos, que traían sus productos y llevaban los de esta cultura a lugares como Tehuantepec, Tututepec, Huatulco, Nochixtlán, Yanhuitlán, Coixtlahuaca, los mixes, Teotihuacan, Chalco, Azcapotzalco, Guatemala, y Nicaragua, con quienes tenían un vasto y sostenido comercio. Usaban interpretes para comunicarse, pero también hablaban mixteco, náhuatl y mixe; los sacerdotes eran los encargados de la educación de los jóvenes.

    La mayor parte de las guerras que sostuvieron con los reyes de México se debieron a quejas de los mercaderes.

    Coahuixtlahuacán fue asolado por haber negado el paso a ciertos comerciantes. Yanhuitlán enviaba sus granos y sus frutos hasta más allá de Guatemala. Nochixtlán era un pueblo de negociantes, cuyos viajes utilizaba el cacique de Achiutla para promover alianzas y amistades con otros soberanos, adquirir noticias, concertar su política y prepararse para los combates. La grana de este pueblo se expendía frecuentemente en Nicaragua según Gay (Historia de Oaxaca, Editorial Porrúa.1982, p. 34).

    Del comercio interior quedan vestigios en los tianguis que aún tienen lugar en días específicos en los pueblos del Valle, por ejemplo el jueves en Zaachila, el viernes en Ocotlán, el domingo en Tlacolula; hasta 1999 había uno de madera en la entrada de Zaachila, que era un atractivo turístico, y que fue destruido por las autoridades para hacer uno moderno; hasta el día de hoy, los jueves, día de plaza en Zaachila en lugar de moneda usan el trueque, "feriar" le llaman al cambio de un producto por otro, en lugar de moneda; si quieren conocerlo sólo tienen que ir a Zaachila un jueves y observar a compradores y vendedores de los pueblos aledaños.

    "La moneda corriente eran las almendras de cacao, diez de la cuales equivalían a un octavo de real (Gay, ob. cit. p. 34) y del comercio exterior, en el báculo que sirve de apoyo a los indios viajeros, resto de antiquísimas supersticiones."

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