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Estructura politico-religiosa de los aborígenes de talamanca

Partes: 1, 2

    1. Surá: Señora del reino interior
    2. Usekor: El chamán supremo
    3. Tsokör: El cantor mágico de las ceremonias
    4. Siwabra: El protector del conocimiento
    5. Bikakra: El maestro de las ceremonias
    6. Awá: El curandero de la selva
    7. Tamipa:Lla feminidad en los ritos
    8. Oköm: El chamán de la muerte
    9. Brupa: los reyes o caciques amerindios
    10. Kyowak: El líder del clan
    11. Yeria: Los guerreros de sibö
    12. Kaksei:  El aprendiz del chamán
    13. Krepa: El pueblo de sibö

    Talamanca fue el único territorio de Centro América y Panamá que no pudo ser conquistado por la invasión europea.

    El nombre dado por los amerindios a esa región fue SKAWAK, que literalmente significa: Dueños de nuestro espacio.

    Desde la primera incursión armada de los españoles, en 1540, se manifestó el espíritu guerrero y libertario de los habitantes naturales de esas tierras. Llamada así, en 1605, por los conquistadores Diego De Sojo y Juan De Ocón y Trillo en honor a su lugar de nacimiento: La Villa de Talamanca en la provincia de Madrid, España.

    Conocedores de la resistencia guerrera de los nativos, los conquistadores evocaron el valiente fuerte musulmán de Talamanka, fundado en el año 860 d.C. por los árabes y tomado por los cristianos después de más de doscientos años de luchas religiosas. No es hasta 1062 que Fernando Primero logra destruir hasta los cimientos la fortaleza mahometana.

    Pero De Sojo ni Ocón y Trillo, ni aún los conquistadores que les precedieron, lograron doblegar jamás el espíritu selvático de los aborígenes Skawak.

    En 1821 con la independencia de Costa Rica, los españoles se retiran de Talamanca, después de doscientos ochenta y un años de vanos esfuerzos, sin haber podido avasallarla.

     Los europeos no pudieron doblegar a los Talamancas, principalmente porque menospreciaron su inteligencia y su altamente elaborada organización social y religiosa.

    Los consideraron y trataron como a una horda de salvajes primitivos, cuya única razón de ser era la de nacer, crecer, reproducirse y morir como animales del bosque.

    Pero los amerindios de Talamanca desarrollaron a través de los siglos, en las inhóspitas selvas de la baja Centroamérica una asombrosa cultura que aun hoy tiene mucho que enseñarnos.

     Para conocer, aunque sea someramente, algunos aspectos de la cultura de tan valiente pueblo, hablaremos de su ordenación interna, de su complejo sistema cultural que va desde la divinidad al pueblo, pasando por sus linajes chamánicos y de realeza.

    SIBO–: EL SEÑOR ABSOLUTO DE TALAMANCA

    Sibö no solo es el dios creador del mundo y de los amerindios talamanqueños, si no que además se constituye como su máximo héroe cultural, pues según las leyendas aborígenes, Sibö vivió como hombre en la tierra. El mismo, instruyó a los seres humanos en todas las artes y las ciencias. Les enseñó a edificar sus cónicas viviendas, a cazar, a sembrar, les mostró las ocho danzas sagradas, los cantos de la creación del mundo y a vivir en armonía con el bosque tropical.

    Sibö está en todas partes, habla todas las lenguas, tiene la capacidad de asumir formas humanas y animales. Dispone sobre la vida y la muerte. Sibö diseñó el mundo mágico del indio, y creó toda planta y ser viviente.

    Por medio de su contraparte, Surá, hizo a los indios, quienes primero nacieron como semillas de maíz. Sibö trajo las semillas desde abajo, del lugar de donde nace el sol y las purificó con agua en la cima del monte Suráyön en Talamanca, luego de ayunar y orar por cinco días, las sembró en tierra.

    Dispuso las semillas de maíz en ocho grupos y de allí surgieron las primeras gentes, distribuidas en los ocho clanes primordiales.

    Esta primigenia tribu tropical, escuchó sus cantos y enseñanzas, mismas que conformaron el "Siwa" código de comportamiento y vida. Este canon es transmitido desde tiempos inmemoriales de boca a oído hasta nuestros días.

    Sibö propicia los agentes naturales que producen la germinación, por ello es el proveedor de todo alimento.

    De día este gran ser vive en el este, desde donde cuida a los buenos espíritus, de noche se traslada al oeste para proteger a los indios de los malos espíritus.

    Como señor de la creación Sibö reina desde el cenit del cielo. Toda creación de Sibö esta asistida siempre por su contraparte Surá, quien reina desde el nadir de la tierra.

    SURÁ: SEÑORA DEL REINO INTERIOR

    Partes: 1, 2
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