- Introducción
- Aspectos teóricos esenciales
- Formación actitudinal
- Cambio de actitudes
- Dinámica de las actitudes
- Resistencia al cambio
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Bibliografía
Resumen
La formación profesional es de vital importancia para la competitividad nacional e internacional. Las naciones con mayor éxito serán aquellas que tengan una fuerza de trabajo altamente calificada y motivada. Es tarea de todos incentivar la mejora de la calidad de la formación para y en el trabajo. Una de las formas de conseguir un salto de calidad en la preparación de recursos humanos que puedan atender las nuevas exigencias, imprescindibles para lograr permanencia y calidad en el mercado es el fomento de actitudes vinculadas a la actividad específica que se desarrolla, en este caso las relacionadas con el servicio.
Los programas de formación integral, son estrategias de trabajo encaminadas para el logro de la Misión y Filosofía Institucional, en donde los participantes desarrollan habilidades, actitudes y valores. Es importante conocer que los estilos de vida que se adoptan tienen que ver fundamentalmente con una serie de decisiones que se toman a partir de los entornos que les rodea, se aprende de los contextos donde interactuamos, por tanto sus acciones son una respuesta a los que viven a su alrededor, incorporando y a la vez transformando las experiencias que les deja la vida cotidiana y sus dilemas.
El desarrollo de este programa se centra en propiciar las condiciones necesarias para que el trabajador posea los ambientes donde se perciban posibilidades de mejoramiento de su calidad de vida y tenga mayor interrelación con los demás programas que apoyan a la formación integral de los trabajadores y que promueve la integración para su permanencia en la institución y la identificación con ella; basada en el humanismo y espíritu de servicio
Introducción
La promoción de la cultura de participación, y el valor de la responsabilidad, poniendo a los trabajadores en contacto con las diferentes manifestaciones que se dan en este ámbito, donde podrán desarrollar y/o reforzar sus habilidades e incluso, incursionar en actividades en la que nunca creyeron ser capaces de participar, constituye uno de los objetivos fundamentales para lograr de la actuación de los trabajadores.
El trabajador que participa, al haber concluido satisfactoriamente el curso poseerá los medios necesarios para:
Tomar conciencia de su entorno social, poniendo al servicio de los demás, los conocimientos, habilidades, valores y actitudes desarrolladas.
Mostrar un espíritu de iniciativa y autogestión social.
Mostrar una actitud flexible.
Ser inspirador de una cultura de acuerdo con los principios y la escala definida de valores de la institución, haciéndose responsable y solidario con su entorno.
CONOCER NUESTROS RECURSOS INTERNOS es despertar nuestra capacidad creativa para responder. Hemos de ser conscientes que las respuestas generan una manera de actuar y trasmiten determinados valores y actitudes. Llevar a cabo una educación innovadora llena de valores supone revisar como enseñamos. Introducir los cambios necesarios para que esta sea una manifestación de todas nuestras capacidades imprescindibles para ser los agentes de cambio de cara a una sociedad más digna, integra y respetuosa.
El resultado de aprendizaje es el eje a partir del cual se organizan los demás elementos integrantes del programa. Es un enunciado que describe el cambio en las habilidades, conocimientos y actitudes que se esperan que un participante presente, solo que en términos de resultados, que pueden ser observables, medibles y logrables, haciendo énfasis en lo que el participante podrá hacer, más que en lo que sabrá al concluir el proceso de aprendizaje.
Es importante valorar la práctica no sólo como una forma de aprendizaje basada en la repetición, sino como un recurso didáctico mediante el cual el participante aplica los conocimientos, desarrolla las habilidades y destrezas para el logro de los resultados de aprendizaje y aprende cosas nuevas.
Es imprescindible tener en cuenta y actuar de manera proporcional en las siguientes dimensiones:
SABER: Qué conocimientos debe poseer el trabajador de servicio
SABER HACER: La dimensión de las habilidades, que necesitan para su desarrollo de un determinado nivel de conocimientos, al menos obtenidos empíricamente. Se centran entorno al desarrollo de capacidades y habilidades necesarias para el buen desempeño de la profesión.
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