Proyecto deportivo-recreativo de intervención comunitaria para la atención a menores con trastornos de la conducta (página 2)
Enviado por LILIANA WOOD PELAYO
3- Los proyectos existentes en organismos de atención al menor con trastornos de la conducta, no expresan una concepción de la recreación y por lo tanto no se evidencia al aprovechamiento de estas experiencias en la reeducación de esta población, en base a sus necesidades y posibilidades específicas.
4- Se confirman los planteamientos teóricos de los estudiosos de la psicología y la sociología en la selección de actividades realizadas por los menores, lo cual evidencia que responden a las características propias del desarrollo que marcan sus necesidades.
5- A los menores les atraen más las actividades que encuentran más distantes, esto indica que la necesidad está determinada por las carencias de oportunidades que el medio le brinda.
6- Un proyecto basado en intereses y necesidades no solo se fundamenta en los que la población manifiesta que le gustaría, sino que el hecho de que no conoce o no le agrada algo, puede ser una manifestación de una carencia que también debe atender el proyecto, puesto que lo que se busca es justamente el desarrollo integral de las áreas afectivas-sociales, cognoscitivas y psicomotrices para el logro de la integración social de los menores.
7- Los niños y las niñas que participaron desarrollaron la autoestima y conductas acordes con los principios de nuestra sociedad. Se considera importante señalar la motivación hacia el proyecto, la satisfacción por los conocimientos adquiridos y una mejoría de la disciplina y las relaciones interpersonales.
Recomendaciones
1- Se hace necesario desarrollar programas de formación de recursos humanos en áreas como: Recreación, Deporte para Todos, Acción Social y Liderazgo entre otros.
2- Existe la necesidad prioritaria de integrar esfuerzos institucionales, entre los organismos que le compete en el municipio y la población de menores.
3- Las acciones que los Programas Recreativos desarrollan deben obedecer a un diagnóstico de necesidades y posibilidades del entorno específico en el cual se actúe y su orientación debe encaminarse a compensar necesidades de desarrollo integral que los sistemas educativos no están logrando asumir y resolver.
4- Se recomienda propiciar investigaciones en cuanto a necesidades de desarrollo y esparcimiento propias de los grupos etarios, comprendidos entre las edades de 11 a 15 años teniendo en cuenta las particularidades de los mismos.
5- Se requiere organizar acciones hacia la implementación y evaluación de proyecto recreativos que impulsen el desarrollo del menor y atienda sus necesidades con proyecto preventivos, reeducativos y compensatorios.
Autor:
Rafael Antonio González Peña
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