- Una tipografía adecuada
- Una tipografía legible
- Sobre fondos, colores e imágenes
- A buen entendedor pocas palabras
Cuando realizamos una presentación y ya tenemos definidos los textos, uno de los problemas que debemos resolver es qué tipografía utilizamos.
Las tipografías (o fuentes) tienen su propia historia, que se remonta mucho más atrás del nacimiento de la computadora. Desde los pictogramas hasta nuestros días, los símbolos que utilizamos en nuestra escritura han manifestado de algún modo los movimientos sociales y culturales de las diferentes épocas.
Muchos pensarán que las tipografías que tenemos a disposición en nuestras computadoras nacieron en la era digital, pero no es así. Para darles solamente un ejemplo: la tipografíaGaramond fue diseñada por Claude Garamond, un tipógrafo e impresor, en el siglo XVI en Francia.
No es nuestra intención transitar por las diferentes transformaciones tipográficas a lo largo de los tiempos. Lo que sí podemos afirmar es que ellas comunican por sí mismas, hay un mensaje en sus formas. Tampoco haremos un análisis al respecto ya que entraríamos en campos de los especialistas en semiología, comunicación y diseño. Vamos a centrarnos en el uso de las tipografías en dos aspectos: que sean "adecuadas" a nuestras pautas culturales y que sean "legibles".
Una tipografía adecuada
Veamos estos dos ejemplos de inicio de una presentación:
¿Cuál es la fuente adecuada? Fuera de los gustos personales con relación a las formas, seguramente el segundo es el más adecuado. Estamos impregnados de referencias culturales. La primera tipografía podrá ser adecuada para una tarjeta de feliz cumpleaños, pero no para el mensaje que contiene el texto. El contenido es el mismo, pero las formas tipográficas transmiten mensajes diferentes.
Una tipografía legible
Las tipografías se dividen en familias. Llamamos familia tipográfica al conjunto de caracteres que, por tener características formales comunes, forman parte de un grupo con identidad visual propia. Hay muchas clasificaciones dadas por diferentes autores. Nosotros tomamos la clasificación más común que divide a las tipografías en dos grandes grupos: las serif (con serifa) y las sans serif (sin serifa o de palo seco). La serifa es el remate, o gracia, que llevan algunos tipos de letra. Veamos los ejemplos:
Las tipografías con serif son mejores para la lectura en papel, en cambio, para la lectura en pantalla es recomendable utilizar las sans serif. Un factor importante para tener en cuenta es el tamaño de la tipografía. La medida tradicional para el cuerpo de la letra (tamaño) es el punto. Un punto equivale a 1/72 pulgadas. Pero esto no quiere decir que veamos todas las tipografías del mismo tamaño. Observen estos ejemplos de diferentes tipografías, todas tienen el mismo cuerpo (14):
¿Por qué se ven tan diferentes? Cuando se habla del cuerpo tipográfico se hace referencia al espacio virtual que ocupa la tipografía. Esta forma de medición proviene de los antiguos tipos de plomo que se construían para cada tipografía y que se utilizaban en las viejas imprentas; se ha perfeccionado con las nuevas posibilidades que trae la tecnología digital. Pero esa es otra historia…
Lo que nos interesa es tener en cuenta que, según la tipografía, el cuerpo tiene variaciones.
En las presentaciones es recomendable utilizar un cuerpo grande, siempre superior a 20 puntos.
Otro factor importante es el uso de las mayúsculas. Es recomendable no abusar de ellas. La lectura de los textos se facilita si se utilizan minúsculas. Las mayúsculas ocupan más espacio, por lo que las letras se juntan y las líneas se acercan. A la distancia, ese efecto se potencia y puede ocasionar dificultades en la lectura. Las mayúsculas se deben utilizar en títulos o destacados.
Sobre fondos, colores e imágenes
Seguramente vamos a estar tentados de utilizar fondos "bonitos" para acompañar nuestros textos. PowerPoint ofrece una serie de temas y diseños con estilos propios y permite agregar texturas, tramas y colores en cualquier momento de la construcción del trabajo.
Los colores utilizados en los fondos tienen que ofrecer un buen contraste para que el texto sea legible. Si bien los colores sólidos son los adecuados para conseguir una buena legibilidad, no se trata de utilizar cualquier color. Algunas combinaciones de colores permiten niveles de alta legibilidad; otras, no tanto y algunas producen efectos indeseados (el texto parece vibrar, se ven sombras o iluminaciones adicionales). Estos efectos provocan una lectura agotadora.
Veamos estos ejemplos con los colores básicos:
La selección del color de fondo es muy importante, la búsqueda de un buen contraste que no produzca efectos indeseados es fundamental para lograr legibilidad en nuestros trabajos.Si la presentación lo requiere, se pueden utilizar fondos con tramas, temas prediseñados e incluso imágenes. En ese caso, se puede destacar la tipografía aplicando sombras o una placa con transparencia que permita ver el fondo y destacar el texto.
A buen entendedor pocas palabras
Si bien el dicho se refiere a otras circunstancias, nos sirve para comprender mejor el uso de los textos en las presentaciones. En la primera parte de esta clase mencionamos que existen dos tipos de presentaciones: las que acompañan la oralidad y las que se utilizan como material didáctico para uso individual. Consideremos la primera categoría: cuando un orador tiene una presentación en sus manos, debe utilizarla para afianzar o remarcar aquellos puntos importantes de su discurso. Uno de los errores más comunes es repetir el texto que el orador va a expresar oralmente. O se sigue al orador o se lee la pantalla, hacer ambas cosas no solamente fastidia, sino que puede generar un resultado aburrido (y a nadie le gustaría ver a sus oyentes bostezando). Para tener un parámetro adecuado, podemos seguir una famosa regla que aplican los expertos en presentaciones, la regla del 6 x 6: no más de 6 líneas por diapositiva, no más de 6 palabras por línea.
Un texto que puede ser muy adecuado para una presentación que será vista en forma particular (por ejemplo, en presentaciones creadas como material de apoyo para los alumnos) perderá importancia a la vista de un público auditor.
Será adecuado, entonces, extraer los puntos destacados, que se harán más visibles y, al concentrar la idea principal, servirán de apoyo -pero no repetirán- el discurso del orador, sin distraer la atención de los participantes.
Recopilamos las recomendaciones sobre tipografías y textos en Power Point:
Utilizar fuentes adecuadas al tema a tratar, no utilizar tipografías raras.
Las tipografías sans serif se ven mejor en pantalla.
El tamaño debe ser superior a 20 puntos.
No abusar de las mayúsculas, sólo utilizarlas en títulos o destacados.
El fondo elegido tiene que ofrecer un buen contraste.
Sobre fondos con imágenes o texturas colocar sombras o placas con transparencias debajo de los textos.
No utilizar en lo posible más de 6 líneas y 6 palabras por línea.
Autor:
Elizabeth