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Calidad de vida percibida vivenciada (CVPV)

Enviado por idiaz


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    1. Resumen
    2. Fundamentos teóricos generales
    3. El materialismo histórico y dialéctico
    4. La concepción materialista dialéctica sobre los procesos valorativos
    5. Postulados generales de la psicología de orientación materialista dialéctica: la subjetividad
    6. Concepto de calidad de vida percibida – vivenciada (CVPV)
    7. Concepto operacional de CVPV
    8. Conclusión
    9. Referencias bibliográficas

    Fundamentos teóricos y conceptuales para su estudio

    RESUMEN

    El artículo fundamenta el modelo teórico conceptual elaborado para el estudio de la dimensión subjetiva y personal de la calidad de vida desde posiciones psicológicas de orientación materialista dialéctica, para guiar un conjunto de investigaciones que permitieron identificar los determinantes psicológicos de la calidad de la vida desde su evaluación interna, y contiene los fundamentos generales y el concepto teórico y operacional que identifica a su autora en nuestro país con las siglas CVPV (calidad de vida percibida vivenciada), como referente y soporte teórico conceptual de sus estudios.

    Palabras claves: Calidad de vida, modelo teórico, dimensión psicológica, concepción materialista dialéctica

    INTRODUCCIÓN

    La calidad de vida, como categoría de investigación científica surge a finales de los años 40 y principios de los 50 del siglo XX, en los Estados Unidos de América. Como objeto de estudio científico es, entonces, muy actual, tanto para las ciencias en general, como para la psicología en particular (Gracia e Ibáñez 1992; González, Grau y Amarillo 1997; Laucirica 2003).

    Desde una concepción genérica la calidad de vida se identifica como bienestar general, compuesto por el bienestar social y el bienestar personal (López 1998). Se puede hablar, entonces, de una calidad de vida colectiva y una individual y, con ello, de dos dimensiones de estudio, una dimensión social — de mayor connotación objetiva — compuesta por los elementos físicos, materiales, sociales y ecológicos de los diferentes contextos ambientales del individuo, y una dimensión psicosocial – de mayor connotación subjetiva – formada, en lo esencial, por la percepción y evaluación de estos elementos por el propio hombre.

    Para la psicología, la dimensión psicosocial de la calidad de vida reviste un interés especial, por la incidencia de los aspectos psicológicos en su determinación, y por tanto, constituye un tema relevante de investigación (Batista y colbs. 1994; Campbell, Converse y Rodger 1999; Asón 2000; Skinner 2002; Mikulic y Arenas 2004; Zuleta y Gómez 2004; Contreras 2005).

    Para asumir el estudio de dicha dimensión psicosocial, autores como Prior y De la Poza (1988), Grau (1996), Moreno y Ximénez (1996), Pelechano (1999) y López (1999), coinciden en señalar diferentes problemáticas que deben enfrentar los investigadores, entre ellas:

    1. Limitado marco teórico-conceptual de la categoría en la investigación psicológica
    2. Insuficiencia en la definición de un carácter más estable que transitorio y cambiante de la calidad de vida

    En el plano teórico-conceptual, diferentes autores (Fruntratt 1995; Moreno y Ximénez 1996; López 1999; Grau 1996: Mikulic y Arenas 2004; Palacios y Castro 2005) reconocen la ausencia de un concepto de calidad de vida que se asuma por consenso en nuestra ciencia, y se insiste en su diferenciación con otras categorías afines como el bienestar, la felicidad, la satisfacción y la salud, con las cuales se identifica erróneamente.

    Se reconoce, además, el limitado marco teórico del tema en la ciencia psicológica; razón por la cual Pelechano (1999) cataloga como insatisfactorio el estado de su desarrollo científico. Esta problemática se resalta con mayor agudeza para la psicología de orientación materialista dialéctica (Grau 1996, Díaz 2001, 2002a).

    Las insuficiencias mencionadas repercuten tanto en la declaración del carácter más estable que transitorio y cambiante de la calidad de vida, como en la búsqueda de sus determinantes psicológicos, contribuciones importantes a las que está llamada la ciencia psicológica en el tema.

    Respecto a la declaración del carácter estable vs. cambiante de la calidad de vida Batista, Blanch y Artés expresan:

    Una de las primeras cuestiones que es necesario resolver antes de plantearse la evaluación de la calidad de vida percibida es si ésta se debe a factores transitorios o alguna disposición personal. En el primer caso, sería inviable conseguir evaluar de forma fiable el constructo, por lo que sería inútil plantear un estudio científico del mismo. Pero si consideramos que la calidad de vida percibida supone la existencia de cierta disposición personal, ello implicaría una mayor estabilidad, y, por tanto, justificaría el interés por su medición (Batista, Blanch y Artés, 1994:.340).

    Respecto a los determinantes psicológicos, Moreno y Ximénez (1996) exponen:

    La Psicología deberá centrarse en delimitar sus dominios, establecer sus determinantes, elaborar técnicas para su evaluación y determinar los programas de intervención en orden al logro de obtener un mejor nivel de calidad de vida para el individuo y la sociedad (Moreno y Ximénez 1996:1045).

    Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, y en un intento de contribuir en dirección de aminorar las problemáticas planteadas en los estudios de la dimensión subjetiva y personal de la calidad de vida, se elabora el siguiente modelo que conduce investigaciones y estudios de campo tanto en población enferma y sana en nuestro medio. A continuación, se plasman los fundamentos generales y las elaboraciones conceptuales de la autora, en su propuesta de modelo para conducir el estudio de la dimensión psicológica de la calidad de vida.

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