- Introducción
- Perfiles delictivos
- Principales causas
- Abordaje desde la legislación
- Debate sobre la edad de imputabilidad
- Conclusión
- La historia de Lucho
Objetivos del presente trabajo práctico
Acercar al lector una información clara y a su vez, sencilla, sobre la problemática de los menores en conflicto con la ley penal.
Presentar al lector datos para elaborar una postura crítica sobre el debate de bajar la imputabilidad de los menores.
Introducción
LA PROBLEMÁTICA DE LOS MENORES EN CONFLICTO CON LA LEY
¿Quiénes son menores?
La Convención Internacional sobre los Derechos de los Niños[1]a la que Argentina esta adherida, establece que toda persona menor de 18 años debe ser considerada como "menor".
La reforma de 1994 otorgó rango constitucional a esta convención y la ley 26.061[2]sobre la Protección Integral de los derechos de los niños, ratifica el criterio de edad en la que se la considera como menor a una persona.
¿Quiénes son los menores en conflicto con la ley?
Se denomina "menores en conflicto con la ley" a las personas, menores de 18 años de edad – como se detalle en respuesta anterior, que hayan infringido una ley penal; o sea, acusados de haber cometido un delito[3]
¿Por qué una problemática?
La existencia propia de personas que infrinjan las leyes (sean menores o mayores de dad), genera una problemática porque afecta las normas de convivencia y el desarrollo normal de las relaciones interpersonales que hacen a una sociedad.
Y esta problemática se compleja con la creciente[4]cantidad de menores que cometen delitos.
¿Qué caracteriza a los adolescentes en esta problemática?
La adolescencia es una etapa con características propias y singulares que comienza en la infancia y da paso a la edad adulta, durante ella se producen cambios y transformaciones, que no solo afectan a las características puramente físicas de las personas, sino también a sus aspectos intelectuales, emocionales, sociales y psicológicos, haciendo de esta etapa uno de los periodos más difíciles y turbulentos de la vida.
La vuelta a si mismo, la exaltación del yo, la reducción de la pandilla a un grupo de amigos escogido e intimo, la aparición de una sensualidad perturbadora, el profundo desarrollo intelectual, son algunas de las notas que marcan el principio de esta nueva fase de la vida que, sin romper totalmente con la infancia, apenas superada, orienta al adolescente hacia la madurez adulta.
También durante este periodo, probablemente tendrá que hacer frente al abuso de drogas. Frente a un mundo tan cambiante como el que se vive, el adolescente, que también sufre profundos cambios, no puede mas que expresarse de la manera tan especial como lo hace, buscando en su expresión, la estabilidad de su personalidad perdida[5]
Esto origina ciertas características de los adolescentes en conflicto con la ley penal:
Impulsividad significativa.
Baja tolerancia a la frustración.
Facilidad de paso al acto.
Manipulación
Escaso posicionamiento critico con respecto a transgresiones.
Autoestima alicaída.
Inestabilidad emocional.
Vulnerabilidad.
Falta de límites.
Mecanismos de defensas estereotipados.
Disvalores.
Precoz ingesta de drogas.
Perfiles delictivos
Según varios estudios[6]realizados en Córdoba con menores en conflicto con la ley, se concluyo con que el mayor tipo de delito cometido es el de robo simple o calificado por uso de armas. Y en menor escala, están los abusos sexuales y violación, y más abajo aún el homicidio simple o en ocasión de robo.
Antecedentes penales del menor y su familia:
El 52% de los menores poseen antecedentes penales, por otra parte, el 51% de los menores expresó que no existen en sus familias personas con antecedentes penales. Entre los primeros, en el 61% de los casos el familiar con antecedentes es el hermano, donde además el delito preponderantemente cometido por los familiares de las vícticas es robo en un 81%.
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