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Las sociedades chinas en Cuba: escudo y sostén

Enviado por Julio Hun


Partes: 1, 2

    1. Objetivos
    2. Unidad para sobrevivir
    3. Tradiciones y Cultura
    4. Conclusión casi innecesaria
    5. Bibliografía y Testimonios

    "Solo los valientes y los sabios son invencibles."

    Wong Fei Hong. El Rey de los Leones

    "No somos de una misma familia,

    pero si unimos nuestros corazones

    podemos ser hermanos."

    Del Juramento en el Jardín de los Melocotones.

    "Este es el hacha de mi abuelo;

    mi padre le cambió el mango,

    yo le cambié la hoja;

    este es el hacha de mi abuelo."

    Anónimo.

    Los Objetivos de la presente monografía son:

    • Resaltar el papel de las Sociedades como transmisores de la cultura, las costumbres y las tradiciones de los chinos de Cuba.
    • Destacar la función humanitaria y de beneficio comunitario de estas instituciones.
    • Contribuir a la revalorización de su objeto social.
    • Hacer justicia en su rol como entes aglutinadores de los miembros de la Comunidad China de las distintas generaciones.
    • Enfatizar en la necesidad de mantener el respeto a los antepasados y mayores como medio de unidad.

    Introducción

    Una de las formas que los inmigrantes han empleado en todos los tiempos y en todos los lugares es la unión voluntaria en grupos con nexos de afiliación que les permite enfrentar las duras condiciones de vida que les impone residir en medios diferentes al de origen. De ahí que surjan las llamadas sociedades o agrupaciones clànicas. Muchas son las instituciones de este tipo que proliferaron en Cuba, destacándose las llamadas sociedades masónicas y las de tipo secreto como la Sociedad Secreta Abacuá. En la historia patria se recogen ejemplo de cómo en diferentes etapas estas instituciones dieron su aporte a las luchas por la independencia, como la de los Rayos y Soles, del Libertador Simón Bolívar, de la que formaba parte el general Narciso López, creador de la bandera cubana.

    También cabe recordar las de libertos, pardos y negros, y las de los españoles, estas últimas expresión del poder económico y político de la metrópoli. Capítulo aparte merece la Sociedad Económica de Amigos del País, institución creada por iniciativa de ricos hacendados y comerciantes criollos, del siglo XIX, para promover el desarrollo comercial y la introducción en Cuba de técnicas mas adelantadas, en plena Ilustración. Un ejemplo de su quehacer fue la construcción del primer ferrocarril en Cuba, en el año 1837, siendo el sexto país del mundo en disponer de este servicio, aun antes que España. Como vemos, las sociedades, aportaron mucho a la nacionalidad y la cultura cubana desde sus primeros momentos, especialmente las de orientación masónica, que además del conocimiento y el pensamiento progresista de su época, promovían la ayuda mutua y el socorro a los mas necesitados.

    Pero antes de continuar vale la pena aclarar que era una contrata. Mediante este leonino documento, un chino era prácticamente capturado y encerrado hasta que un barco muy parecido a los negreros, lo conducía a la Isla de Cuba. El documento que permitía el engaño estaba redactado en español y chino, (la mayoría de las veces el infortunado no sabia leer ni escribir), y se le hacia declarar al infeliz:

    … me conformo con el salario estipulado, aunque se y me consta es mucho mayor el que ganan otros jornaleros libres y esclavos de la Isla de Cuba, porque esta diferencia la juzgo compensada con las otras ventajas que ha de proporcionarme mi patrono… (1)

    Realmente, el chino llegaba endeudado a la isla, y cada año esa deuda crecía mas, además de ser maltratado con el látigo y el cepo, al igual que los esclavos. Esto provocó no pocos altercados, y el cimarronismo se convirtió en una opción para sobrevivir. Otro de los caminos de fuga que los chinos escogían era el del suicidio, (una forma de rebeldía que se explica en la creencia china de la vida de ultratumba), hasta el punto en durante varias décadas del siglo XIX el sector poblacional de Cuba con mas alta tasa de suicidios eran, precisamente, los chinos.

    Los chinos de Cuba no quedaron ajenos a esta necesidad y casi desde el mismo tiempo en que los primeros lograron liberarse de su contrata surgen las primeras uniones, inicialmente como un medio de sostenerse mutuamente y como un recurso de resistencia para defender al mismo tiempo sus intereses de grupo y sus derechos. En el caso de los chinos, estas formas de unión contaron además con una cerrada base étnica, barrera protectora ante los embates de una cultura dominante que, generalmente, provoca la aculturación del inmigrante.

    Las sociedades chinas imitaron, en cierta medida, las estructuras clasistas y sociales de la lejana patria, y por ello fue natural que tendieran a preservar sus tradiciones y elementos socioculturales, aunque es ineludible la influencia de la cultura nativa lo que provoca en alguna medida transformaciones desde el punto sociocultural. Otro aspecto interesante es que, si bien al inicio, las sociedades empleaban el idioma y la entrada a las mismas estaba condicionada por factores de "naturalidad", posteriormente se hizo menos estricta la selección. Inicialmente las sociedades eran estrictamente para los naturales y sus hijos "legítimos", es decir aquellos que hablaban el idioma y eran de primera generación. Con el paso de los años y ante la inevitable merma en la inmigración, así como el resultado de diferentes re-emigraciones, los requisitos comenzaron a perder su rigidez y fueron aceptados descendientes de otras generaciones. Esta es una característica de las sociedades chinas de Cuba, cuya Comunidad está formada principalmente por descendientes.

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