Colombia: La televisión marca la agenda de los periódicos
Enviado por JAIRO ENRIQUE VALDERRAMA VALDERRAMA
Analizar la calidad informativa en Colombia se convierte en una demanda urgente, considerando el efecto en un amplio sector del público frente a las decisiones del gobierno, posesionado el 7 de agosto de 2006, otra vez, por cuatro años más. El uso, la intención y el origen de las noticias constituyen algunas de las reflexiones.
Tomar en Colombia 170 notas periodísticas del noticiero Caracol (Cadena Radial Colombiana) y 155 en RCN (Radio Cadena Nacional), así como 406 notas en los periódicos El Tiempo (de Bogotá, con la mayor circulación y cobertura en el país) y 422 en El Colombiano (diario regional de la ciudad de Medellín) abre luces al respecto. En el estudio se siguió el modelo Valor Agregado Periodístico, VAP, desarrollado por la Facultad de Comunicaciones de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y aplicado ahora por el Grupo de Investigación de Periodismo, GIP, de la Facultad de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de La Sabana.
Una información más puntual puede consultarse en http://sabanet.unisabana,edu.co/comunicacion/palabraclave/downloads/pclave_014-02.pdf.
Las noticias corresponden a los titulares de los noticieros al iniciar la emisión, y a las primeras páginas de los diarios. Se abordan dos campos. Uno: la selección noticiosa, donde se aprecian el nivel de selectividad, acceso a fuentes y equidad informativa. Dos: proceso creativo, donde se tratan el estilo, contenido y énfasis.
La selectividad se define aquí como la capacidad de discriminar entre diferentes acontecimientos para valorar lo noticioso. El proceso de creación señala cómo el periodista reconstruye la información, la dispone y jerarquiza. Sin embargo, "cada medio tiene interés en transmitir a su público determinados hechos y opiniones para conseguir fundamentalmente dos objetivos: ganar dinero y tener la máxima influencia y difusión" (De Fontcuberta 1993: 53). Entonces, los objetivos fundamentales que reconoce la sociedad en los medios toman otro rumbo. Examinar esas intenciones por ahora no es tarea de esta investigación, pero se infieren a base de esta muestra. Aquí surge un cuestionamiento: ¿la función de los medios consiste en servir a la sociedad o en servirse de ésta? (Valderrama 2004: 56).
Proceso de selección noticiosa
Cómo un reportero transmite un hecho, por supuesto, afecta el contenido. El lenguaje se eleva y abarca otras dimensiones según el género. Las noticias se destacan también dependiendo de la cercanía geográfica con los receptores. A miles de kilómetros, quizás los televidentes y lectores las menosprecien, por considerar que el efecto es mínimo en sus vidas. Sin embargo, la magnitud, el(los) personaje(s) involucrado(s) y otros factores alteran el interés. Hay mucha información endógena (sobre todo regional y ciudadana). Claro: primero, la información entraña tal procedencia por la intuitiva inclinación de las audiencias a lo próximo. Pero, sumados esos dos factores, los cuatro medios ajustan un 67,3 por ciento de información nacional. Los hechos foráneos sin nacionales involucrados registran un 19 por ciento. En esa medida, los medios permiten una visión internacional.
De la actualidad, los datos de publicación inmediata se incluye en promedio un 78,5 por ciento. Los periodistas tienen tipos de fuente asignados previamente. Y éstas (gobierno, entidades públicas o privadas; expertos, testimoniales) convocan a la mayor parte de los medios cuando desean publicar algo relevante. Así, los periodistas parecen más heraldos que selectores; casi todos registran informaciones similares. En los tipos de fuentes se destacan las personales, con un 53,5 por ciento. En menos proporción, los tipos documentales, los medios citados y los orígenes indefinidos: 15,5 por ciento, nueve por ciento y 22 por ciento, respectivamente. El interés del análisis aumenta cuando acercamos la lente a las fuentes personales, calificadas así en el estudio, pero se alude a un sector social determinado.
En ésas, la consulta a las fuentes gubernamentales y oficiales públicas, sumadas, muestran estos porcentajes: RCN 39 por ciento, Caracol 42 por ciento, El Tiempo y El Colombiano, 49 por ciento cada uno. Así, los datos no procesados (47,5 por ciento, promedio) pueden considerarse oficiales. Impacta que solo el 13,5 por ciento de las fuentes sea de expertos en un tema. La variedad del origen de la información aumenta la imparcialidad noticiosa; obvio: si ésta toca el mismo asunto. Por tanto, se requieren varias fuentes contrastables; así se evita solo una trascripción de ésta; tampoco se debe reflejar únicamente la versión de una de las partes en conflicto (Borrat 1989: 54).
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