Escenarios futuros, riesgos y oportunidades para Chile en la Antártida a largo plazo
Enviado por Manuel Reyno Momberg
INTRODUCCIÓN
Poca gente conoce las maravillas que existen al fin del mundo y específicamente al territorio antártico cuya característica principal es la originalidad, que lo diferencia profundamente de los otros continentes.
Gruesas capas de nieve y hielo lo cubren por entero, se prenden a sus cordilleras, rellenan sus valles y mesetas, descienden lentamente por sus gargantas y desfiladeros en forma de glaciares que desembocan en el mar. Es escarpado y montañoso, su altura media, 2.000 metros, lo coloca en el primer lugar en el Océano Glacial Antártico que lo separa de las tierras vecinas: América del Sur, Nueva Zelandia, Austria, África. Carece de vegetación y de fauna terrestre. Las condiciones climatéricas son en extremo duras y hacen la vida humana penosa. El hombre apenas ha explorado sus costas y ciertos puntos hacia el interior, pero en su mayor parte, Antártida es un continente desconocido.
Los geógrafos lo han dividido en cuatro grandes sectores: Sudamericano, Pacífico, Australiano y Africano. Cada uno de ellos enfrenta al continente o mar del mismo nombre.
Dados estos antecedentes generales sobre este rincón de la tierra, debemos tener en cuenta que la superficie total de nuestro país es de 2.006.626 Km. y que de este total, 1.250.000 Km. corresponden al territorio antártico chileno.
Al examinar la historia antártica chilena del siglo veinte es posible observar un sinnúmero de relaciones entre el acontecer internacional y el accionar interno, y como es que lo primero ejerce un incontrarrestable efecto en las decisiones nacionales, sean estas bajo la forma de amenazas o de estímulos directos e indirectos y que van obligando a una respuesta. Se trata, pues, de un conjunto de hechos medianamente encadenados y que en el caso puntual del proceso de demarcación y posterior incorporación administrativa del sector antártico al resto del país, es posible advertir con mayor claridad; además que, y es necesario subrayarlo, corresponde al período histórico de mayor dinamismo de los actores interesados en la Antártica.
LA ANTÁRTICA
1. Características Naturales De La Antártica.
Los límites del Sector Sudamericano fueron indicados, por primera vez, por el geógrafo chileno D. Luis Riso Patrón, en un folleto titulado "La Antártica Americana", publicado en 1907, al que agregó uno de los mejores mapas de la región hasta entonces trazados. Ese mismo sector antártico, situado entre los meridanos 24º y 90º, de longitud Oeste de Greenwich, recibió el reconocimiento de todos los países americanos, al ser incluido en la zona de seguridad de América por el "Tratado de Asistencia Recíproca", firmado en Río de Janeiro el 2 de septiembre de 1947, al finalizar la "Conferencia Interamericana para el Mantenimiento de la Paz y de la Seguridad del Continente".
El sector sudamericano, que otros geógrafos sitúan entre los meridianos 0º y 90º de longitud Oeste de Greenwich, comprende dos partes bien diferentes: la porción continental que se aleja del Polo mismo y avanza hacia América del Sur por medio de la Tierra de O`Higgins, y numerosos archipiélagos e islas situadas en su vecindad, como Shetland del Sur, Orcadas del Sur, Sándwich del Sur Georgia del Sur, Joinville, Palmer, Biscoe, Adelaida, Alejandro I, Charcot. Corresponde a la Antártica chilena el sector comprendido entre los meridianos 53º y 90º de longitud oeste de Greenwich, que da una superficie aproximada de 1.250.000 km2., es decir una superficie casi dos veces la de Chile sudamericano.
En lo que respecta a la geología esta científicamente comprobado que el continente americano y el continente antártico estuvieron un tiempo unidos, hasta que un cataclismo ocurrido a fines de la época terciaria, de esto hace más de 30 millones de años, cortó y sepultó en los abismos marinos el puente o nexo continental.
Los geólogos modernos aceptan plenamente la posibilidad de tales hundimientos, en un mundo que aún no encontraba su posición definitiva, y es posible comprobar sus efectos observando la actual región Occidental de Sudamérica, que forman la Patagonia Chilena y Tierra del fuego, su aspecto no puede ser más singular. Desde la isla de Chiloé hasta el Cabo de Hornos el continente está prácticamente despedazado y convulsionado. Todo es una interminable sucesión de canales, estrechos y pasos marítimos que rodean y son rodeados por islas y archipiélagos de elevadas montañas.
Un dato que sin duda tiene mucha importancia es que este continente posee 13 ½ millones de kilómetros cuadrados de superficie de hielo, de los cuales 11 ½ millones descansarían sobre el continente propiamente tal y 2 millones de kilómetros cuadrados flotarían en el mar. Por lo que se calcula que el volumen del hielo antártico sería de 30 millones de kilómetros cúbicos, es decir, el 90% de todo el hielo de la tierra. Esto hace que la Antártica tenga un gran papel como regulador del clima de todo el hemisferio sur. Las depresiones atmosféricas parten del sexto continente y se extienden por América del Sur, Australia, África. Es por este motivo que en ella se establecen muchas estaciones meteorológicas las que entregan datos y antecedentes de gran importancia en cuanto a las transformaciones que sufre este continente debido a la acción del hombre sobre el planeta.
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