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Meninges

Enviado por Milagros Garrido


  1. Meninges encefálicas
  2. Meninges de la médula espinal
  3. Barrera hematoencefálica
  4. Sistema ventricular
  5. Circulación de líquido cerebro espinal
  6. Sistema vértebro, basilar y carotideo
  7. Círculo arterial del cerebro
  8. Principales malformaciones del encéfalo
  9. Defectos en la diferenciación y crecimiento de los hemisferios cerebrales
  10. Defecto óseo del cráneo
  11. Histogénesis anormal de la corteza cerebral

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MENINGES.

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MENINGES.

Son membranas conjuntivo – vasculares, que rodean el Sistema Nervioso Central, tanto en su parte encefálica como medular. Brindan protección y nutrición al Sistema Nervioso Central. La mayor parte de autores consideran que son 3 membranas y entre ellas existen también 3 espacios y por uno de ellos circula el Líquido Cefalorraquídeo, que actúa como amortiguador hidráulico.

El encéfalo y la médula espinal están rodeados por tres membranas o meninges: la duramadre, la aracnoides y la piamadre.

De la superficie a la profundidad se denominan duramadre, aracnoides y piamadre estas al igual que los vasos sanguíneos encefálicos y espinales constituyen elementos morfológicos imprescindibles para la integridad morfofuncional del sistema nervioso, por su participación en la protección, fijación y nutrición de las distintas porciones del sistema nervioso central.

Las meninges topográficamente se dividen en encefálicas y espinales.

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Meninges encefálicas

DURAMADRE.

Está constituida por tejido conectivo denso y se dispone en estrecha relación con el periostio de los huesos del cráneo, está fuertemente adherida a la base del cráneo y con menor firmeza a la bóveda lo que hace la zona de la calvaria vulnerable a la formación de acúmulos de sangre entre ella y la duramadre los que se denominan hematomas epidurales.

La duramadre del encéfalo convencionalmente se describe como formada por dos capas;

a) La capa endóstica.

b) La capa meníngea.

Estas capas están en íntima aposición excepto a lo largo de ciertas líneas, donde se separan para formar los senos venosos.

a) La Capa Endóstica: No es otro cosa que el periostio, que cubre la superficie interna de los huesos del cráneo. En el agujero occipital no se continúan con la duramadre de la médula espinal. Alrededor de los bordes de todos los agujeros del cráneo se continúa con el periostio sobre la parte exterior de los huesos del cráneo. En las suturas, se continúa con los ligamentos sutúrales. Está adherida más firmemente a los huesos sobre la base del cráneo.

b) La Capa Meníngea: Es la duramadre propiamente dicha. Es una membrana fibrosa densa y fuerte que cubre el encéfalo y se continúa a través del agujero occipital con la duramadre de la médula espinal. Proporciona vainas tubulares a los nervios craneanos a medida que éstos pasan a través de los agujeros del cráneo. Fuera del cráneo, las vainas se fusionan con el epineuro de los nervios.

La capa meníngea envía hacia dentro cuatro tabiques, que dividen la cavidad craneana en espacios que se comunican libremente y que alojan las subdivisiones del encéfalo. La función de estos tabiques es la de limitar el desplazamiento del encéfalo asociado con los movimientos de aceleración y desaceleración cuando se mueve la cabeza.

Estos tabiques o pliegues son los siguientes: La Hoz del Cerebro, La Tienda del Cerebelo, La Hoz del Cerebelo y El Diafragma de la Silla Turca.

La Hoz del Cerebelo; Es Un pliegue de duramadre con forma de hoz que se ubica en la línea media entre los dos hemisferios cerebrales.

La Tienda del Cerebelo; Es un pliegue de duramadre con forma de medialuna que forma un techo sobre la fosa craneana posterior. Cubre la superficie superior del cerebelo y sostiene los lóbulos occipitales de los hemisferios cerebrales.

La Hoz del Cerebelo; Es un pequeño pliegue de duramadre con forma de hoz adherido a la cresta occipital interna, se proyecta hacia adelante entre los dos hemisferios cerebrales. Su margen fijo posterior contiene el seno occipital.

El Diafragma de la Silla Turca; Es un pequeño pliegue circular de duramadre que forma el techo de la silla turca. Un pequeño orificio en el centro que permite el pasaje del tallo de la hipófisis.

INERVACIÓN DE LA DURAMADRE.

Ramas de los nervios trigémino, vago y de los tres primeros nervios espinales cervicales y ramas del tronco simpático pasan hacia la duramadre.

La duramadre posee numerosas terminaciones nerviosas sensibles al estiramiento, lo cual produce la sensación de cefalea.

IRRIGACIÓN DE LA DURAMADRE.

Numerosas arterias irrigan la duramadre desde las arterias carótida interna, maxilar, faríngea ascendente, occipital y vertebral. Desde el punto de vista clínico, la más importante es la arteria meníngea media, la cual puede dañarse en los traumatismos de cráneo.

La arteria meníngea media; se origina en la arteria maxilar en la fosa infra-temporal. Entra en la cavidad craneana a través del agujero espinoso y se ubica entre las capas meníngeas y endóstica de la duramadre. Luego la arteria discurre hacia adelante y afuera en un surco sobre la superficie superior de la porción escamosa del hueso temporal. La rama anterior surca profundamente el ángulo antero-inferior del hueso parietal y su recorrido se corresponde en forma aproximada con la línea de la circunvolución precentral subyacente del encéfalo. La rama posterior se curva hacia atrás e irriga la parte posterior de la duramadre.

Las venas meníngeas; se ubican en la capa endóstica de la duramadre. La vena meníngea media sigue las ramas de la arteria meníngea media y drena en el plexo venoso pterigoideo o el seno esfeno-parietal. Las venas se ubican por fuera de las arterias.

SENOS VENOSOS DURALES.

Los senos venosos de la cavidad craneana se ubican entre las capas de la duramadre.

Su principal función consiste en recibir sangre desde el encéfalo a través de las venas cerebrales y líquido cefalorraquídeo desde el espacio subaracnoideo a través de las vellosidades aracnoideas.

La sangre en los senos durales finalmente drena en las venas yugulares internas en el cuello. Los senos durales están revestidos por endotelio y sus paredes carecen de tejido muscular, no contienen válvulas.

Las venas emisarias, que tampoco tienen válvulas, conectan los senos venosos durales con1as venas diploicas del cráneo y las venas del cuero cabelludo.

Los principales senos venosos son:

– Seno sagital superior: Ocupa el borde fijo superior de la hoz del cerebro y se continúa con el seno transverso correspondiente. Recibe en su recorrido las venas cerebrales superiores. En la protuberancia occipital interna se dilata para formar la confluencia de los senos. Aquí, el seno sagital superior habitualmente se continúa con el seno transverso derecho; está conectado con el seno transverso opuesto y recibe el seno occipital.

– Seno sagital inferior: Ocupa el borde inferior libre de la hoz del cerebro. Corre hacia atrás y se une a la vena cerebral mayor en el margen libre de la tienda del cerebelo, para formar el seno recto. Recibe algunas venas de la superficie medial de los hemisferios cerebrales.

– Seno recto: Ocupa la línea de unión de la hoz del cerebro con la tienda del Cerebelo. Está formada por la unión del seno sagital superior con la vena cerebral mayor. Termina girando hacia la izquierda (a veces hacia la derecha) para formar el seno transverso.

– Senos transversos: Son estructuras pares y comienzan en la protuberancia occipital interna. En general, el seno derecho se continúa con el seno sagital superior y el izquierdo se continúa con el seno recto. Cada seno ocupa el margen adherido de la tienda del cerebelo, surcando el hueso occipital y el ángulo posteroinferior del hueso parietal. Reciben los senos petrosos superiores, las venas cerebrales y cerebelosas inferiores y las venas diploicas. Terminan girando hacia abajo como los senos sigmoideos

– Senos sigmoideos: Son una continuación directa de los senos transversos. Cada seno gira hacia abajo y medialmente y surca la porción mastoidea del hueso temporal. Aquí, el seno se ubica posterior al antro mastoideo. Luego sigue hacia adelante y después hacia abajo a través de la parte posterior del agujero yugular, para comunicarse con el bulbo superior de la vena yugular externa.

– Seno occipital: Es un pequeño seno que ocupa el margen adherido de la hoz del cerebelo. Comienza cerca del agujero occipital, donde se comunica con las venas vertebrales y drena en la confluencia de los senos.

– Senos cavernosos: Se ubican en la fosa craneana media a cada lado del cuerpo del hueso esfnoides. Numerosas trabéculas atraviesan su interior, lo cual les da un aspecto esponjoso, de ahí su nombre. Cada seno se extiende desde la cisura orbitaria superior por delante hasta el vértice de la porción petrosa del hueso temporal por detrás.

– Senos petrosos superior e inferior: Son pequeños senos ubicados sobre los márgenes superior e inferior de la porción petrosa del hueso temporal a cada lado del cráneo. Cada seno superior drena el seno cavernoso en el seno transverso y cada seno inferior drena el seno cavernoso en la vena yugular interna.

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ARACNOIDES.

Es una delicada membrana impermeable que cubre el encéfalo y se ubica entre la piamadre por dentro y la duramadre por fuera. Está separada de la duramadre por un espacio potencial, el espacio subdural, lleno de una película de líquido; está separada de la piamadre por el espacio subaracnoideo, el cual está lleno de líquido cefalorraquídeo. Las superficies interna y externa de la aracnoides están cubiertas con células mesoteliales aplanadas.

La aracnoides forma puentes sobre los surcos de la superficie del encéfalo y en ciertas situaciones la aracnoides y la piamadre están ampliamente separadas para formar las cisternas subaracnoideas. La cisterna cerebelomedular se ubica entre la superficie inferior del cerebelo y el techo del cuarto ventrículo. La cisterna interpeduncular se ubica entre los dos pedúnculos. Todas las cisternas se comunican libremente entre sí y con el resto del espacio subaracnoideo.

En ciertas áreas, la aracnoides se proyecta en los senos, venosos para formar las vellosidades aracnoideas. Las vellosidades aracnoideas son más abundantes a lo largo del seno sagital superior. Los grupos de vellosidades aracnoideas se denominan granulaciones aracnoideas. Las vellosidades aracnoideas sirven como sitios donde el líquido cefalorraquídeo se difunde en el torrente sanguíneo.

La aracnoides está conectada con la piamadre a través del espacio subaracnoideo lleno de líquido mediante delicadas bandas de tejido fibroso. Las estructuras que pasan hacia el encéfalo y desde éste hacia el cráneo o sus agujeros deben atravesar el espacio subarcnoideo. Todas las arterias y venas cerebrales se ubican en este espacio, al igual que los nervios craneanos. La aracnoides se fusiona con el epineuro de los nervios en su punto de salida del cráneo. En el caso del nervio óptico, la aracnoides forma una vaina para el nervio que se extiende en la cavidad orbitaria a través del conducto óptico y se fusiona con la esclerótica del globo ocular. Así, el espacio subaracnoideo se extiende alrededor del nervio óptico hasta el globo ocular.

PIAMADRE.

Es una membrana vascular cubierta por células mesoteliales aplanadas. Reviste estrechamente el encéfalo cubriendo las círcunvoluciones y descendiendo en los surcos más profundos. Se extiende hacia afuera sobre los nervios craneanos y se fusiona con su epineuro. Las arterias cerebrales que entran en la sustancia del encéfalo llevan una vaina de piamadre con ellas.

La piamadre forma la tela coroidea del techo del tercero y el cuarto ventrículos del encéfalo y se fusiona con el epéndimo para formar los plexos coroideos en los ventrículos laterales, tercero y cuarto del encéfalo.

Meninges de la médula espinal

DURAMADRE.

Es una membrana fibrosa fuerte y densa que encierra la médula espinal y la cola de caballo. Se continúa por arriba a través del agujero occipital con la capa meníngea de la duramadre que cubre el encéfalo. Por abajo termina en el filum terminal a nivel del margen inferior de la segunda vértebra sacra. La vaina dural se ubica laxamente en el conducto dural y está separada de la pared del conducto por el espacio extradural. Este contiene tejido areolar laxo y el plexo venoso vertebral interno. La duramadre se extiende, a lo largo de cada raíz nerviosa y se continúa con el tejido conectivo que rodea, cada nervio espinal (epineuro). La superficie interna de la duramadre está en contacto con la aracnoides.

ARACNOIDES.

Es una delicada membrana impermeable que cubre la médula espinal y se ubica entre la piamadre por dentro y la duramadre por fuera. Está separada de la piamadre por un espacio amplio, el espacio subáracnoideo, el cual está lleno de líquido cefalorraquídeo. El espacio subaracnoideo está cruzado por algunas bandas finas de tejido conectivo. La aracnoides se continúa por arriba a través del agujero occipital con la aracnoides que cubre el encéfalo. Por abajo; termina con el filum terminal a nivel del margen inferior de la segunda vértebra sacra. La aracnoides continúa a lo largo de las raíces de los nervios espinales y forma pequeñas extensiones laterales del espacio subaracnoideo.

PIAMADRE.

Es una membrana vascular que cubre estrechamente la médula espinal, está engrosada a cada lado entre las raíces nerviosas para formar el ligamento dentado, el cual pasa lateralmente para adherirse a la aracnoides y la duramadre. Es por este medio que la médula espinal está suspendida en el centro de la vaina dural. La piamadre se extiende a lo largo de cada raíz nerviosa y se continúa con el tejido conectivo que rodea cada nervio espinal.

ESPACIOS INTERMENINGEOS.

Entre las distintas membranas meníngeas se forman espacios de interés, estos espacios son:

a) Epidural: solo existe a nivel espinal entre la duramadre y la superficie interna de las vertebras. Es un espacio entre la duramadre y el periostio. Este espacio es de aproximadamente 3 mm. Contiene tejido adiposo (grasa fluida) y vasos sanguíneos, sobre todo un denso enramado venoso. Por debajo del extremo del saco dural (S2), la totalidad del conducto del sacro pertenece al espacio epidural.

b) Subdural: Se encuentra entre la duramadre y la aracnoides tanto a nivel encefálico como espinal.

c) Subaracnoideo: Es el espacio entre la aracnoides y la piamadre. Ocupado por el líquido cefalorraquídeo. Rodea todo el encéfalo y la médula espinal. La piamadre se adapta a todas las irregularidades de la superficie encefálica; la aracnoides se tiende sobre ellas formando un gran arco, de ahí que el espacio subaracnoideo, tienda un amplitud muy variable. En las circunvoluciones cerebrales, ambas endomeninges están en contacto, pero en las cisuras, surcos y hendiduras están muy separadas.

Las zonas dilatadas del espacio subaracnoideo se les denomina cisternas, entre las cuales se pueden nombrar:

C1.- Cisterna cerebelosa magna: Entre la cara inferior del cerebelo y la posterior del bulbo raquídeo. Es de aproximadamente 2 cm de profundidad.

C2.- Cisterna del surco lateral del cerebro: Situada en el surco lateral con la arteria cerebral media.

C3.- Cisterna quiasmática: Situada a la altura del quiasma óptico.

C4.- Cisterna Interpeduncular: Delante de los pedúnculos cerebrales, en relación con el III par craneal.

Barrera hematoencefálica

Los experimentos de Paul Ehrlich en 1882 demostraron que los animales a los que se les inyectaba por vía intravascular colorantes vitales, como azul tripano, mostraban tinción de todos los tejidos del cuerpo, excepto el encéfalo y la médula espinal. Más tarde se demostró que, aunque la mayor parte .del encéfalo no se tiñe después de la inyección intravenosa de azul tripano, si se colorean las siguientes áreas: glándula pineal. Lóbulo posterior de la hipófisis, tuber cinereum, pared de1 receso óptico y área vascular postrema, el extremo inferior del cuarto ventrículo. Estas observaciones condujeron al concepto de que existía una barrera hematoencefálica (para la cual la "barrera hematomedular" sería una denominación más precisa).

La permeabilidad de la barrera hematoencefálica, está inversamente relacionada con el tamaño de las moléculas y directamente relacionada con su liposolubilidad. Los gases y el agua atraviesan fácilmente la barrera, mientras que la glucosa y los electrólitos pasan más lentamente.

La barrera es casi impermeable a las proteínas plasmáticas y otras moléculas orgánicas grandes. Los compuestos con pesos moleculares de alrededor de 60.000 y mayores se mantienen dentro del sistema circulatorio sanguíneo. Esto explicaría por qué en los primeros experimentos con azul trípano, que se une rápidamente a la proteína plamática albúmina, el colorante no pasaba al tejido nervioso en la mayor parte del encéfalo.

COMPONENTES O ESTRUCTURAS DE LA BARRERA HEMATOENCEFÁLICA.

El examen de una micrografía electrónica del sistema nervioso central muestra que la luz de un capilar sanguíneo está separada de los espacios extracelulares que rodean las neuronas y la neuroglía por las siguientes estructuras:

1) Las células endoteliales de la pared del capilar,

2) Una membrana basal continua que rodea el capilar por fuera de las células endoteliales, y

3) Las prolongaciones pediculadas de los astrocitos que se adhieren a la superficie externa de la pared del capilar.

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IMPORTANCIA FUNCIONAL DE LA BARRERA HEMATOENCEFÁLICA (BHE)

La barrera hematoencefálica (BHE) es una estructura histológica y funcional que protege al Sistema Nervioso Central, se encuentra constituida por células endoteliales especializadas que recubren el sistema vascular cerebral y tiene una importancia capital en el mantenimiento de la homeostasis de las neuronas y las células gliales y en el bloqueo del acceso de sustancias tóxicas endógenas o exógenas.

Las células endoteliales cerebrales son diferentes a las de otros órganos en dos aspectos fundamentales: Presentan uniones intercelulares estrechas que evitan el paso transcapilar de moléculas polares como iones y proteínas, y adolecen de fenestraciones y vesículas pinocíticas.

Como resultado de estas características anatómicas, las células endoteliales cerebrales conforman una barrera celular entre la sangre y el espacio intersticial, la denominada BHE, la que permite mantener estable la composición del liquido intersticial, indispensable para un adecuado funcionamiento neuronal.

La BHE más que una capa pasiva de células, es un complejo metabólico activo con múltiples bombas, transportadores, receptores para neurotransmisores y citoquinas. El papel del endotelio capilar del sistema nervioso central en patologías neurológicas mediadas inmunológicamente se ha reconocido recientemente.

Existen algunas áreas del cerebro con capilares donde no existe barrera hematoencefálica. En dichas regiones las características morfológicas del endotelio son similares a otros lechos microvasculares sistémicos, con fenestraciones, vesículas y pérdida de la continuidad en las uniones intercelulares estrechas. Los principales ejemplos en los cuales se encuentran dichas áreas incluyen: la hipófisis, la eminencia media, el área postrema, el receso preóptico, la pineal y el plejo coroide.

Los vasos capilares en el tejido neuronal están constituidos por una capa simple de células endoteliales, asociadas a una membrana basal, pericitos y una capa casi continua de astrocitos. Las células endoteliales de los capilares cerebrales tienen una alta resistencia eléctrica y presentan una relación mitocondria /citoplasma alta, secundaria a la actividad metabólica elevada.

Las uniones intercelulares son extremadamente densas y complejas. Su ultraestructura revela una red de filamentos entrelazados con pocos espacios entre ellos y las células endoteliales yacen sobre una membrana basal compuesta por colágeno tipo IV, laminina, fibronectina y el proteoglicano heparano sulfato que, junto con el colágeno tipo IV, provee una capa de soporte estructural alrededor del vaso.

Adosados a la membrana basal se encuentran los pericitos, que son células fagocíticas contráctiles y desempeñan un papel importante en la presentación de antígenos actuando como una segunda línea de defensa.

Los astrocitos tienen un papel fundamental en mantener las condiciones de equilibrio en el espacio intersticial.

Sistema ventricular

El sistema ventricular es un conjunto de cavidades de diferentes formas definitivas y capacidad, localizadas en el interior de diferentes estructuras encefálicas que han quedado como resultado de las transformaciones de las cavidades de las vesículas cerebrales.

Los ventrículos del encéfalo son: los dos laterales, el tercero y el cuarto. Los dos ventrículos laterales se comunican a través de los agujeros interventriculares (de Monro) con el tercer ventrículo. Éste se encuentra conectado con el cuarto ventrículo por el acueducto cerebral (acueducto de Silvio). El cuarto ventrículo por su parte se continúa con el estrecho conducto central de la médula espinal y a través de tres agujeros en su techo, con el espacio subaracnoideo. El conducto central tiene una pequeña dilatación en su extremo inferior, denominada ventrículo terminal. Los ventrículos derivan de la cavidad del tubo neural. Están revestidos en su totalidad por epéndimo y llenos de líquido cefalorraquídeo.

* Ventrículos Laterales: Hay dos ventrículos laterales, cada uno de ellos presente en uno de los hemisferios cerebrales. El ventrículo es una cavidad aproximadamente con forma de C, que consta de un cuerpo que ocupa el lóbulo parietal del que se extienden las astas anterior, posterior e inferior en los lóbulos frontal, occipital y temporal respectivamente. El ventrículo lateral, se comunica con la cavidad del tercer ventrículo a través del agujero interventricular. Este orificio que se ubica en la parte anterior de la pared medial del ventrículo, está limitado anteriormente por la columna anterior del fórnix y posteriormente por el extremo anterior del tálamo.

* Tercer Ventrículo: Es una cavidad con forma de hendidura, entre los dos tálamos. Se comunica por adelante con los ventrículos laterales a través de los agujeros interventriculares (de Monro) y posteriormente con el cuarto ventrículo a través del acueducto cerebral (de Silvio).

* Cuarto Ventrículo: Es una cavidad con forma de carpa llena de líquido cefalorraquídeo. Está ubicada por delante del cerebelo y por detrás de la protuberancia y la mitad superior del bulbo raquídeo. Está revestido con epéndímo y se continúa por arriba con el acueducto cerebral del mesencéfalo y por debajo con el conducto central del bulbo raquídeo y la médula espinal. El cuarto ventrículo posee límites laterales, un techo y un piso de forma romboidea.

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Circulación de líquido cerebro espinal

La circulación del líquido se produce libremente entre el espacio subaracnoideo encefálico y espinal, lo que confiere al espacio subaracnoideo una gran importancia para la práctica médica en general por sus comunicaciones con el sistema ventricular del encéfalo y su fácil acceso a través de la punción lumbar. Los desequilibrios entre la producción y la absorción de líquido o el estrechamiento o cierre de las comunicaciones entre los ventrículos traen consecuencias negativas para la integridad morfofuncional del sistema nervioso y requieren de atención médica especializada.

Se encuentra entre los ventrículos del encéfalo y en el espacio subaracnoideo que rodea el encéfalo y la médula espinal. Es un líquido claro e incoloro.

Se forma principalmente en los plexos coroideos de los ventrículos lateral, tercero y cuarto; parte de él se origina, en las células ependimarias que revisten los ventrículos y en la sustancia encefálica a través de los espacios perivasculares.

La superficie de los plexos coroideos está muy plegada y cada pliegue consiste en un centro de tejido conectivo vascular cubierto por epitelio cuboide del epéndimo.

Los plexos coroideos secretan activamente líquido cefalorraquídeo y al mismo tiempo transportan en forma activa metabolitos del sistema nervioso central desde el líquido cefalorraquídeo a la sangre. Transporte activo también explica el hecho de que las concentraciones de potasio, calcio, magnesio, bicarbonato y glucosa sean más bajas en el líquido cefalorraquídeo que en el plasma sanguíneo.

La circulación comienza, con su secreción desde los plexos coroideos en los ventrículos y su producción desde la superficie del encéfalo. El líquido pasa desde los ventrículos laterales hacia el tercer ventrículo a través de los agujeros interventriculares. Luego pasa hacia el cuarto ventrículo a través del acueducto cerebral. La circulación es asistida por las pulsaciones arteriales de los plexos coroideos y por los cilios sobre las células ependimarias que revisten los vetitrículos.

Desde el cuarto ventrículo, el líquido pasa a través del orificio mediano y los agujeros laterales de los recesos laterales del cuarto ventrículo y entra en el espacio subaracnoideo. El líquido se mueve lentamente a través de la cisterna cerebelobulbar y las cisternas pontinas y fluye hacia arriba a través de la incisura de la tienda del cerebelo, para alcanzar la superficie inferior del cerebro.

A continuación avanza hacia arriba sobre la cara lateral de cada hemisferio cerebral. Una parte del líquido cefalorraquídeo se mueve hacia abajo en el espacio subaracnoideo alrededor de la médula espinal y la cola de caballo. Las pulsaciones de las arterias cerebrales y medulares y los movimientos de la columna vertebral, la respiración, la tos y los cambios de posición del cuerpo, facilitan este flujo gradual de líquido. El líquido cefalorraquídeo no sólo baña las superficies ependimaria y pial del encéfalo y la médula espinal, sino que también penetra el tejido nervioso a lo largo de los vasos sanguíneos.

Los sitios principales para la absorción de líquido cefalorraquídeo son las vellosidades aracnoideas, que se proyectan en los senos venosos durales, especialmente el seno sagital superior. Las veIlosidades aracnoideas tienden a agruparse para formar elevaciones conocidas como granulaciones aracnoideas. Estructura1mente, cada vellosidad aracnoidea es un divertículo del espacio subaracnoideo que perfora la duramadre. El divertículo aracnoideo está cubierto por una delgada capa celular, la cual a su vez está cubierta por el endotelio del seno venoso. El número y el tamaño de las granulaciones aracnoideas aumentan con la edad y estas granulaciones tienden a calcificarse con el paso de los años.

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Sistema vértebro, basilar y carotideo

El encéfalo está irrigado por las dos arterias carótidas. Internas y las dos arterias vertebrales. Las cuatro arterias se ubican en el espacio subaracnoideo y sus ramas se anastomosan sobre la superficie inferior del encéfalo para formar el polígono de Willis.

Arteria Carótida: La arteria carótida interna comienza en la bifurcación de la arteria carótida común, donde habitualmente hay una dilatación localizada, denominada seno carotídeo.

Asciende por el cuello y perfora la base del cráneo pasando por el conducto carotídeo del hueso temporal. La arteria discurre entonces horizontalmente hacia adelante a través del seno cavernoso y sale sobre la cara medial de la apófisis clinoides anterior perforando la duramadre. Ahora, ingresa en el espacio subaracnoideo perforando la aracnoides y gira hacia atrás hasta la región del extremo medial del surco cerebral lateral. Aquí se divide en las arterias cerebrales; anterior y media.

En ella se pueden desprender ramas, entre las cuales se nombran las siguientes;

– La arteria oftálmica.

– La arteria comunicante posterior.

– La arteria coroidea.

– La arteria cerebral anterior.

– La arteria cerebral media.

Arteria Vertebral: Rama de la primera parte de la arteria subclavia, asciende por el cuello pasando a través, de los agujeros de las apófisis transversas de las seis vértebras cervicales superiores. Entra en el cráneo a través del agujero occipital y perfora la duramadre y la aracnoides para entrar en el espacio subaracnoideo. Se dirige entonces hacia arriba, adelante y medialmente sobre el bulbo raquídeo. En el extremo inferior de la protuberancia, se une al vaso del lado opuesto para formar la arteria basilar.

En ella se pueden desprender ramas, entre las cuales se nombran las siguientes;

– Ramas meníngeas.

– Arteria espinal posterior.

– Arteria espinal anterior.

– Arteria cerebelosa posteroinferior.

– Arterias bulbares.

Arteria Basilar: formada por la unión dejas dos arterias vertebrales, asciende en un surco, sobre la superficie anterior, de la protuberancia. En el borde superior de la protuberancia se dividen en, las dos arterias cerebrales posteriores.

En ella se pueden desprender ramas, entre las cuales se nombran las siguientes;

– Arterias pontinas.

– Arteria cerebelosa arteroinferior.

– Arteria cerebelosa superior.

– Arteria cerebral posterior.

Círculo arterial del cerebro

El polígono de Willis, se ubica en la fosa interpeduncular en la base del encéfalo. Está formado por las anastomosis entre las dos arterias carótidas internas y las dos arterias vertebrales. Las arterias comunicante anterior, cerebral anterior, carótida interna, comunicante posterior, cerebral posterior y basilar contribuyen a formar el polígono. El polígono de Willis permite que la sangre que entra por las arterias carótidas internas o vertebrales se distribuya a cualquier parte de ambos hemisferios cerebrales.

Ramas corticales y centrales nacen del polígono e irrigan la sustancia encefálica. Las variaciones en el tamaño de las arterias que forman el polígono son comunes y se ha comunicado la ausencia de una o ambas arterias comunicantes posteriores.

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ARTERIAS CEREBRALES.

El cuerpo estriado y la cápsula interna están irrigados principalmente por las ramas centrales estriadas medial y lateral de la arteria cerebral media; las ramas centrales de la arteria cerebral anterior irrigan el resto de estas estructuras.

El tálamo está irrigado principalmente por ramas de las arterias comunicante posterior, basilar y cerebral posterior.

El mesencéfalo, está irrigado por las arterias cerebral posterior, cerebelosa superior y basilar.

La protuberancia, está irrigada por las arterias cerebelosas anterior, inferior y superior.

El bulbo raquídeo, está irrigado por las arterias vertebral, espinales anterior y posterior, cerebelosa posteroinferior y basilar.

El cerebelo, está irrigado por las arterias cerebelosa superior, cerebelosa anteroinferior y cerebelosa posteroinferior.

Las arterias propias del encéfalo, son las siguientes:

– Arterial cerebral anterior: Corre en dirección anterior y medial hasta la fisura interhemisférica. En este surco se sitúa en la superficie medial del hemisferiocerebral, cerca de la rodilla y tronco del cuerpo calloso. Sus ramas corticales riegan la superficie medialde los lóbulos frontal y parietal, además de la región hipotalámica.

– Arteria comunicante anterior:

– Arteria cerebral media: corre en sentido lateral entre los lóbulos temporal, frontal, de la insula y por el tronco de la fisura lateral que los separa. Cerca de su nacimiento de ramas basales que entran por la sustancia perforada anterior y riegan el núcleo lenticular, núcleo caudado y la capsula interna.

– Arteria coroidea anterior: Discurre por detrás del tracto óptico, ingresa en el asta inferior (temporal) del ventrículo lateral y termina en el plexo coroideo. El pie peduncular, el cuerpo geniculado lateral, el tracto óptico, y la capsula interna son también irrigado por esta.

– Arteria comunicante posterior.

– Arteria cerebral posterior: Corre por debajo del esplenio del cuerpo calloso, irriga la superficie inferolateral y medial del lóbulo occipital. Además del plexo coroideo de los ventrículos laterales y 3er ventrículo, así como el tálamo, los cuerpos mamilares y el mesencéfalo.

Principales malformaciones del encéfalo

Debido a la complejidad de su evolución embriológica es frecuente el desarrollo anómalo del encéfalo originado por factores genéticos o ambientales que consecuentemente afectan algún proceso del desarrollo normal como:

– Defectos del cierre del tubo neural.

– Defectos de la producción del líquido cerebroespinal.

– Defectos en la diferenciación y en el crecimiento de los hemisferios cerebrales.

– Defectos del desarrollo del tronco cerebral (ausencia de núcleos craneales y de sus nervios).

– Defectos en el desarrollo óseo.

– Histogénesis anormal de la corteza cerebral.

La anencefalia o exencefalia; esta grave malformación se debe a la falta del cierre del neuroporo anterior o porción más cefálica del tubo neural, como consecuencia no se forma bóveda craneana y el tejido encefálico queda expuesto sufriendo degeneración; esta malformación común e incompatible con la vida puede diagnosticarse prenatalmente por ecografía fetal y por elevar la alfafetoproteína en sangre materna y líquido amniótico, el consumo de acido fólico antes y durante el embarazo puede prevenir en un 70% estos casos.

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La hidrocefalia; es una malformación debido al deterioro de la absorción y circulación del líquido cerebroespinal, en ciertos casos pocos frecuentes a un aumento de la producción de este liquido por un adenoma en un plexo coroideo; la causa más común es una estenosis congénita del acueducto cerebral impidiendo la circulación del liquido cerebroespinal hacia el cuarto ventrículo lo que provoca una dilatación de los ventrículos laterales que presiona el encéfalo contra los huesos de la bóveda, dado que en vida prenatal y en el lactante las suturas fibrosas no están fusionadas se expande el encéfalo y aumenta la circunferencia cefálica, esta malformación puede tener diagnostico prenatal por ecografía.

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Defectos en la diferenciación y crecimiento de los hemisferios cerebrales

Diversas malformaciones se producen por defectos en la diferenciación y crecimiento de los hemisferios cerebrales;

La Holoprosencefalia malformación grave relativamente frecuente, se debe a factores genéticos y ambientales la diabetes materna, agentes teratógenos como el alcohol que pueden destruir células del plano medio del disco embrionario en la tercera semana y afectar la formación del prosencéfalo, por lo general esto causa anomalías faciales.

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En la microcefalia; la bóveda craneal y el encéfalo son pequeños pero el tamaño de la cara es normal; múltiples defectos pueden cursar con macrocefalia entre ellos la hidranencefalia malformación en la que el tronco encefálico se encuentra relativamente intacto y el resto del encéfalo está lleno de líquido cerebroespinal y ausencia de los hemisferios cerebrales, se cree que el defecto se deba a una obstrucción temprana de las arterias carótidas internas.

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En la agenesia del cuerpo calloso; hay ausencia total de esta estructura, esta malformación puede ser asintomática pero son frecuentes en ellas las convulsiones y el retraso mental.

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Defecto óseo del cráneo

Los defectos que acontecen durante la formación del cráneo se asocian con frecuencia a malformaciones congénitas del cerebro o las meninges, frecuentemente el defecto se aloja en la porción escamosa del occipital que puede faltar total o parcialmente, por lo general cuando el orificio es pequeño se hernian únicamente las meninges y se trata de un meningocele craneal. Pero cuando el defecto es mayor se hernian las meninges y parte del encéfalo formando un meningoencefalocele, si la porción del cerebro que se hernia contiene una parte del sistema ventricular la malformación se denomina meningohidroencefalocele, el grado de déficit neurológico depende de la extensión de la lesión de los tejidos comprometidos.

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Histogénesis anormal de la corteza cerebral

Otras anomalías congénitas del encéfalo se deben a alteraciones de la histogénia del tejido nervioso, la histogénia anómala de la corteza cerebral puede ocasionar defectos como alisencefalia o la presencia de bandas de núcleos eterotópicos resultantes de fallos en la migración neuroblástica que clínicamente pueden dar lugar a convulsiones y varios tipos de retraso mental.

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Autor:

Garrido, Milagros

Gavante, Fermín

Docente: Dra. Vianys

Maiquetía, junio de 2012.

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR.

MISIÓN SUCRE.

UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

PARROQUIA MAIQUETÍA – ESTADO VARGAS.

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