Revisión historiográfica aproximada al tema de la actividad pirática en la provincia de Venezuela (página 2)
Enviado por geniber cabrera p.
… el análisis crítico del documento tiende comprobar su autenticidad y la veracidad de su contenido. De aquí surgen dos tipos de críticas; la externa y la interna (…), la "crítica externa" analiza la fuente en cuanto a su procedencia. Permite conocer la autenticidad y veracidad de la fuente (…), y la "crítica interna" valora el contenido de las fuentes. Un documento auténtico puede tener verdades y falsedades. De aquí la necesidad de evaluarlas investigando la intención que guió al autor cuando produjo el documento… (pp. 53-55).
A pesar que muchos autores afirman que la Historia se hace con documentos y que a través de ellos se logra reconstruir los acontecimientos del pasado para tener una visión en el presente del hecho estudiado, asevera Luis Rafael García (2002) que con ellos -los documentos- se logrará sólo aproximarse a una parte de la realidad, que a la sazón, pudiera resultar exigua ante la totalidad de lo acaecido:
Pero nadie llegará a conocer "la historia", siempre reconstruiremos un pedazo pero nunca la totalidad, siempre existirá una historia oculta que nunca llegaremos a conocer, la he denominado "Criptohistoria" y lo poco que podemos reconstruir a través del discurso, es decir la historiografía, la he denominado "Apohistoria", aquella que está lejos de conocer la verdad o la totalidad. (p. 47).
Refuerza esta idea expuesta por García (2002), lo que nos indica a continuación Enrique Moradiellos (2001), en su obra: Las Caras de Clío: una introducción a la historia; al afirmar que:
…El Pasado (sic) no es un dominio en el que los acontecimientos que han ocurrido están situados, aguardando el arribo del historiador para desvelarlos. Por definición, el Pasado no existe y no puede ser confrontado ni abordado por ningún investigador. (…). Si la materia de conocimiento de la Historia científica no es ni puede ser el Pasado, queda por establecer cuál es el campo y los términos categoriales de dicha disciplina. Pues bien, este campo y términos estarán constituidos por aquellos restos y trazas del Pasado que perviven en nuestro presente en la forma de residuos materiales, de huellas corpóreas, de vestigios y trazas físicas, de ceremonias y ritos, en una palabra de <<reliquias>> (relinquere: lo que permanece, lo que resta). (P.60).
Toda investigación histórica, supone de un método de estudio que permita desarrollar concepciones del hombre en torno a su pasado y su contemporaneidad, para lo cual ha creado toda una gama de metodologías que buscan, cada vez en mayor grado, una asistencia para tratar de develar el hecho histórico. Según Aróstegui (1994):
… la técnica de exploración documental tiene como punto clave no sólo la lectura correcta de las documentaciones halladas, es decir, la extracción de información primaria, información de cualquier tipo, bien de expedientes administrativos, correspondencias, contabilidad o cualquier otro tipo de documentos, sino, sobre todo, el trasvase de las informaciones obtenidas al aparato de «organización de la información». El investigador construye tipologías en función de su proyecto y sus formas de trabajo: ficheros de contenidos, base de datos, recopilación de citas, entre otros. (Tomo I; p. 365).
Como se ha dicho, la investigación documental debe seguir los pasos que indica el método histórico, desarrollado en virtud del método heurístico, como un arte que implica reglas e instrumentos de trabajo en las habilidades del propio investigador, ante esto nos plantea Marrou (1999):
… la heurística es también un arte en el sentido moderno de la palabra, ya que, por perfeccionados que hayan sido, en ciertos sectores, los instrumentos de trabajo de que disponemos, puesto que sus compiladores no pudieron tener presente, ni siquiera concebir como posibles, todas las preguntas que podemos formular a los documentos, no son los que nos proporcionarán los medios de descubrir éstos (…), pero la ingeniosidad del historiador no se pondrá de manifiesto solamente en el arte de descubrir los documentos. No basta con saber cómo o dónde encontrarlos, sino que es preciso también, y sobre todo, saber qué documentos se han de buscar… (pp. 61-62).
Las fuentes documentales sobre el tema de la piratería en la provincia de Venezuela, no son abundante, por esa razón el trabajo ha de consistir en un esfuerzo supremo para poder fundamentar, con el mayor cúmulo de información posible, un desarrollo más aproximado del trabajo de investigación con el propio hecho histórico planteado.
Debe el historiador (…) comenzar por una aproximación a las actividades que el hombre ha desarrollado durante una escala temporal definida, para lograr así la primera aproximación al espacio de su región. En esa aproximación se precisarán los cambios que ha acusado la región en función de las actividades económicas desarrolladas por el hombre, y se obtendrá un primer perfil global. (Medina Rubio, 1992, p. 46).
Reconocemos, para finalizar, que este trabajo no constituye una investigación acabada, pretenderlo sería descabellado, tan sólo puede tomarse como un aporte sobre un tema y una región poco explorado, por decir lo menos y no pecar de petulantes al señalar que en modo alguno tratado con la rigurosidad histórica adecuada, como se han encargado de demostrárnoslo los años dedicados al tema del actuar pirático en todas sus modalidades. Pero en la Historia, al fin de cuentas, no todo está dicho, y todo lo dicho no es acabado. En palabras de Moradiellos (2001)…"Las reliquias pueden ser consideradas como los significantes (presentes) de unos significados (pretéritos) que subsisten más allá de ellos"… (Pp. 60 y ss.).
Conclusiones
La piratería como actividad lucromarina se movió en su propio tiempo histórico entre aparecer, desaparecer y re-aparecer; así fue en la cuenca mediterránea, así en el mar del Norte europeo, así en el insular Caribe; y en la provincia de Venezuela, como en cualquier otra colonia española, ocurría igual. Las intermitencias de tal actividad pillérica están motivadas, fundamentalmente, a su dependencia parasitaria del comercio interoceánico; de acuerdo a la prosperidad de éste último, perviviría o desaparecería, porque sin botín, no hay paga, y sin paga, no hay hombres dispuestos a las duras jornadas como lobos de mar. Todo esto, sumado al hecho de contar con pocos registros históricos en los repositorios del mundo, por cuanto los que haya no sobreabundan en comparación a lo prolífico del actuar pirático en todas sus épocas, además, no eran muy común los diarios de abordo porque las labores en un barco eran extremas, y el poco tiempo libre se utilizaba más para las francachelas que para cosas tan serias como la de ponerse a escribir; sin embargo, quedan entre nosotros como vestigios importantísimos, alguna que otra biografía escrita en primera persona por renombrables piratas. De todas estas dificultades, debe el historiador-investigador valerse para sortearse entre los bajones y las alzas periódicas de la villanía marítima, un escamoteo perspicaz que le permita acercarse al tema, con la conciencia siempre, de que el esfuerzo se traducirá en una aproximación historiográfica sobre el quehacer pirático.
Bibliografía
Fuentes Documentales:
Archivo general de Indias (AGI):
Patronato, s/f, 294, N 27, Pp. 1-3.
Patronato, 153, N 7, R 1, 1/1; 27/III/ 1549:
Referencias Bibliográficas:
ARÓSTEGUI, Julio (1994). La Investigación Histórica: Teoría y Método. Barcelona, España. Ediciones Crítica. Tomos I – II.
CARDOSO, Arturo (1990). Investigación, Estudio y Cambio. Caracas. Fondo Editorial Tropikos.
GARCÍA JIMENEZ, Luis Rafael (2002). Hacia una Neomicrohistoria y la Influencia de la Historia Discursiva. Revista: Retos y Alternativas de la Historia Hoy. Ensayos de historiografía. Impreso por corpografía, S.A.
MARROU, Henri (1999). El Conocimiento Histórico. Edición Idea Universitaria.
MEDINA RUBIO, Arístides y otros. (1992). Historia Regional: Siete Ensayos Sobre Teoría y Métodos en Historia Regional. Caracas. Fondo Editorial Tropikos.
MORADIELLOS, Enrique (2001). Las Caras de Clío. Una Introducción a la Historia. Siglo XXI de España. Editores, S.A.
PHILIP, GOSSE (2008). Historia de la Piratería. Consejería de la cultura de la Junta de Andalucía. Editorial Renacimiento; traducción: Himilici Novás Calvo.
LANGLOIS, C. V. & C. Seignobos (1965). Introducción a los Estudios Históricos. La Habana. Editora Universitaria.
LUCENA SALMORAL, Manuel (1994). Piratas, Bucaneros y Filibusteros y Corsarios en América: Perros, mendigos y otros malditos del mar. Edit. Grijalbo S: A. de Venezuela.
KONSTAM, Angus (2012). Piratas de los Siete Mares. Editorial Trillas, México. D.F- Traducción de: Francisco Flores.
Autor:
Geniber Cabrera P (*).
(*) Datos personales: Licenciado en Educación, mención Cs. Sociales (UC), Magíster en Historia de Venezuela (UC), Doctor en Historia (UCAB). Miembro del PEI (MPPPCyT). Docente Ordinario Universidad de Carabobo.
UNIVERSIDAD DE CARABOBO.
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