- Introducción
- Primera parte
- La situación lingüística de Kafka
- El escritor y la tradición literaria
- Segunda parte
- Un artista del hambre
- Un artista del trapecio
- Conclusión
- Bibliografía
Introducción
Durante décadas, la crítica ha intentado leer la obra kafkiana a partir de una concepción racionalista, que exige una explicación única y exclusiva del texto. Sin embargo, es evidente que no hay una interpretación definitiva y privilegiada de la obra de Kafka. De hecho, las diferentes lecturas se contradicen y, al mismo tiempo, se complementan. En este sentido, hemos recuperado el concepto de obra abierta[1]puesto que esta noción nos permite analizar comparativamente dos cuentos de Kafka, a partir de la perspectiva del lector.
De acuerdo con esto, partimos de un eje central en el universo literario de Kafka: la noción de desplazamiento. Esta noción atraviesa tanto su obra literaria, como su vida, y nos permite repensar la relación escritor – sociedad. El escritor busca un lugar donde habitar, intentando ensamblarse en las nuevas organizaciones sociales; sin embargo, termina desplazado de cada uno de esos espacios. En efecto, se trata de dislocaciones que delatan el establecimiento de leyes incomprensibles para él. Frente a esta situación, el escritor experimenta síntomas de desplazamientos en todas las circunstancias, incluso dentro del mismo idioma. Por ello, necesitamos recurrir al concepto de literatura menor[2]en tanto que nos permite reflexionar sobre la situación lingüística del escritor, respecto a una "lengua mayor".
En cuanto a su narrativa, el héroe kafkiano persigue un ideal: construir una topografía donde residir. Paradójicamente, el espacio se presenta resquebrajado, vedado para él, de modo que su búsqueda resulta infructuosa. Los héroes se vuelven impotentes: en general, ninguno hace un trabajo socialmente útil; su integración a la sociedad se convierte en desintegración. Lo que en principio parecía una trayectoria épica, donde el héroe evoluciona hasta aprender los valores ético-morales, acaba siendo una regresión hacia la esfera de lo no-humano, en la que su carácter individual y su carácter social se separan violentamente. Ciertamente, el héroe padece una "involución", que acaba con el paradigma épico.
De este modo, vemos que la cuestión del espacio estructura la obra de este autor. En el presente trabajo, pretendemos analizar la inestabilidad de las distintas topografías que aparecen en la obra de Kafka, a partir del conflicto que se establece entre el artista y la sociedad.
Para responder a este propósito, el trabajo se articulará en dos partes. En la primera, trataremos algunos conflictos lingüísticos, literarios y sociales que constituyeron la escritura de Kafka, esbozando los principales programas literarios y el alcance de los mismos en su narrativa. En la segunda parte, examinaremos dos cuentos ("Un Artista del Hambre" y "Un Artista del Trapecio"), a la luz de los diversos marcos de análisis literario, evitando que las fronteras del espacio no se diluyan a la hora de la lectura.
Esto último se debe al hecho de que la ambigüedad de la obra kafkiana no permite plantear un análisis definitivo y privilegiado, sino que las distintas interpretaciones pueden complementarse. Es decir, intentamos fundar un ámbito escriturario estable que permita analizar la conformación y disolución, que conlleva cada espacio que el escritor busca para sí, teniendo en cuenta la concepción del artista, su tematización e inserción como personaje en sus narraciones.
Rosana D. Molero
Neuquén, julio de 2001.
Primera parte
"A la imposibilidad de no escribir,
la imposibilidad de escribir en alemán,
la imposibilidad de escribir en modo distinto,
se puede añadir una cuarta imposibilidad:
la imposibilidad de escribir"
Un primer acercamiento a la obra de Kafka puede darse a partir de la perspectiva socio-histórica, pues nos permite vislumbrar importantes conflictos sociales que afectan la vida y obra del autor. Por lo tanto, es necesario tener en cuenta dos sucesos importantes que determinan la relación escritor-sociedad. Por un lado, vemos que Praga constituye el escenario de constantes rivalidades entre la mayoritaria población eslava y la minoría de origen germano, lo que incide principalmente en el aspecto lingüístico de la obra kafkiana. Por otro lado, asistimos a la disolución de determinadas estructuras gubernamentales en Viena, lo que colabora en el detrimento de los valores espirituales vigentes. En el siguiente apartado, pretendemos observar el modo en que el entorno social condiciona la escritura de Kafka, en cuanto a la relación entre el escritor y el idioma.
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