Para desearle suerte, el sultán había hecho crucificar 2.000 cristianos a lo largo del Helesponto, por el cual entraría en el Mediterráneo.
Don Juan, también se enteró por sus espías donde encontrar al enemigo, por lo que reunió su armada cristiana en Messina (Sicilia). Y ante la perspectiva de una batalla en el reducido espacio del golfo de Lepanto, hizo cortar los espolones de todas las galeras, para que no trabaran sus maniobras.
Las fuerzas en galeras, eran similares, pero don Juan tuvo la gran ventaja de contar con 6 galeazas recientemente desarrolladas en Venecia, armadas con poderosos cañones de largo alcance.
Cuando la flota cristiana se acercó al golfo de Lepanto (de Paträ, en griego), Alí Bajá salió del golfo de Corinto.
El 7 de octubre de 1571, a primera hora las dos armadas estaban alineadas una frente a la otra.
La escuadra cristiana desplegada en formación de combate ocupaba un frente de más de 3 millas y media (( 6 km); en 4 cuerpos:
En el centro la galera Real de don Juan, las galeras de Marco Antonio Colonna (jefe de la armada pontificia) y Sebastian Venier (jefe de la armada veneciana), + 64 galeras de guerra (( = 67).
Esperaban que Alí Bajá también se situara en el centro de su formación, lo que efectivamente hizo.
En el ala izquierda, Agustín Barbarigo (almirante veneciano) + 53 galeras
(( = 54).
En el ala derecha, Juan Andrea Doria (almirante genovés contratado por Felipe II) + 54 galeras (( = 55)
En la retaguardia, para acciones de apoyo, Álvaro de Bazán (marino español) con 30 galeras (( = 31). Entremezcladas se ubicaron las naos cargadas con proyectiles, pólvora y otras reservas para combate.
Distribuidos entre las galeras, se situaron las galeotas, fragatas y bergantines.
El marino veneciano Francisco Duodo (( =1), dispuso las 6 galeazas de a dos, una milla adelante de cada cuerpo.
( = galeras
Fuerzas enfrentadas en Lepanto
(1) No hay registros del armamento de los demás buques, porque eran de menor calibre.
(2) Tercios españoles = 20.000 – Venecianos = 8.000 – Pontificios = 2.000
Voluntarios: cretenses, chipriotas, mallorquines, italianos = 1.000
Galera mediterránea del s. XVI
http://candamo.eu/Naval/antigued/galera.htm
La Real de don Juan de Austria. Ilustración (armada.mda.es) y Foto de la popa, de la réplica del Museo Marítimo de Barcelona (Wikimedia Commons). http://www.mundohistoria.org/blog/articulos_web/la-galera-mediterranea-siglo-xvi
Don Juan ordenó avanzar lentamente, porque esperaba la embestida de Alí Bajá y que actuaran las galeazas, tal como sucedió; éstas fueron providenciales pues diezmaron seriamente la flota turca.
Las galeras turcas no pudieron cañonear a las galeazas, pues para ello necesitaban girar para apuntar con toda la nave, y esa maniobra las hubiera desviado del rumbo.
Galeaza veneciana
http://www.revistanaval.com/armada/batallas/lepanto.htm
Alí Bajá con la Sultana se dirigió derecho a la Real, la embistió y clavó su espolón de proa. Las dos capitanas quedaron amarradas y se abordaron mutuamente. La lucha cuerpo a cuerpo entre los tercios españoles y los jenízaros, fue encarnizada.
Alí Bajá que observaba el combate desde el castillo de popa fue muerto de un tiro de arcabuz.
Finalmente los tercios dominaron totalmente, echaron a los jenízaros al mar e incendiaron la Sultana, que muy deteriorada por las galeazas, era insalvable.
Alejandro Farnesio, amigo de la infancia de don Juan, rodeó con sus fragatas el cuerpo central turco y capturó varios lujosos navíos que estaban en retaguardia. Apresó así la nave en la que iba todo el harén de Alí Bajá, y su tesoro de oro amonedado.
Galeaza en acción por Rado Javor. Ilustración para Empire Total War.
http://www.mundohistoria.org/blog/articulos_web/la-galera-mediterranea-siglo-xvi
A las 4 de la tarde, la victoria estaba definida, se capturaron más de 100 naves
turcas.
Todos los galeotes de las galeras turcas, la gran mayoría cristianos, fueron liberados o rescatados del mar. Fueron más de 12.000 .
A todos los galeotes de las galeras de la Liga Santa, les fueron condonadas las penas, y liberados en Nápoles .
Los turcos comenzaron su repliegue en el Mediterráneo.
El harén y los hijos de Alí Bajá, fueron alojados en un convento en Nápoles.
El oro capturado se repartió entre los aliados en proporción a sus aportes.
La Santa Sede, promulgó luego al 7 de octubre, día de la Virgen del Rosario.
Escenario de la batalla de Lepanto
Viena
Conquistada Constantinopla, convertida en su capital Estambul, y ya en su poder parte de los Balcanes, el siguiente objetivo para el Imperio Otomano era el resto de Europa.
En VIII / 1526, el sultán Solimán el magnífico derrotó a la nobleza húngara en la batalla de Mohács, y ocupó media Hungría y media Bohemia.
El emperador Habsburgo del Sacro Imperio Romano Germánico, anexionó a Austria el resto de Hungría y Bohemia.
Austria se convirtió en la barrera frente a la expansión otomana.
En VII/1529, Solimán al frente de 150.000 hombres, se dirigió a Viena; a fines de septiembre la sitió, comenzó un sistemático bombardeo alternado con intentos de escalamiento de sus murallas. Nada sirvió, la resistencia era invencible.
Los turcos habían saqueado y agotado todos los alimentos que encontraron en los alrededores.
En octubre, una lluvia incesante convirtió el campamento y los caminos de acceso, en lodazales intransitables. Se desató una epidemia de cólera y disentería. La pólvora se humedeció; los alimentos escasearon.
Solimán desalentado ordenó la retirada.
En Estambul persistió la obsesión por Occidente, pero no se atrevían a atacarlo luego de la mala experiencia de nada menos que Solimán.
Kahlenberg
Cuando el sultán Mehmet IVº logró dominar todas las rebeliones (muchas de ellas de turcos disidentes) y pacificar el Imperio, tenía un ejército muy bien equipado y con larga experiencia. Decidió que era su oportunidad de conquistar Viena, capital del Sacro Imperio y ¿por qué no? toda Europa central.
Mehmet fue alentado por Luis XIV (el famoso rey Sol de Francia) , que por sus interminables guerras en Flandes y Países Bajos, necesitaba que se abriera un segundo frente para debilitar a su permanente enemiga, la casa de Habsburgo, de la que surgían todos los emperadores del Sacro Imperio .
En junio de 1683, al mando del gran visir Kara Mustafá:
– 30.000 jenízaros (la mejor tropa de asalto turca)
– 25.000 spahis (caballería muy bien entrenada)
– 80.000 infantes de línea
– con 300 cañones
sitiaron nuevamente Viena, e iniciaron el bombardeo.
El emperador envió a todas partes desesperados pedidos de auxilio militar.
El Papa volvió a convocar a una cruzada.
Solo respondieron el duque Carlos de Lorena con 40.000 arcabuceros, el rey de Polonia Juan IIIº Sobieski con 30.000 húsares, y unos 2.000 voluntarios alemanes e italianos.
El 11 de septiembre, Carlos y Juan se reunieron en la colina Kahlenberg desde donde se dominaba la ciudad y el campamento otomano.
Al amanecer del 12 de septiembre de 1683, Carlos y Juan atacaron a los otomanos desde afuera y los vieneses salieron furiosos de la ciudad.
Como en todas las confrontaciones con los musulmanes, la batalla fue ferozmente sangrienta. Antes del mediodía la victoria vienesa era completa.
Los turcos tuvieron 15.000 muertos, 5.000 heridos, y 5.000 cayeron prisioneros. Los cristianos tuvieron 2.000 muertos y 3.000 heridos
Vencieron los cristianos europeos y la marea otomana quedó definitivamente detenida.
A partir de ese momento el reflujo otomano fue incesante. Grecia se independizó en 1829, en 1918 se desmembró el Imperio turco; y en 1922 se depuso al último sultán.
Epílogo a Las revanchas de Europa
Lepanto y Kahlenberg fueron grandes batallas bisagras de la historia, como lo fueron Salamina, Zama, Covadonga, Poitiers, Constantinopla, Stalingrado, Kursk. En las cuales se revirtió el curso de la historia de Occidente.
Anexos
– A la pérdida de Constantinopla
El mejor ingeniero militar europeo del s. XVII, era el ministro de armamento de Luis XIV, Sebastián Le Prestre de Vauban. Fue especialmente a Estambul a estudiar sus fortificaciones perimetrales; y de ellas dedujo que las murallas debían ser inclinadas hacia el interior para desviar los cañonazos y evitar el impacto directo. Sus fortificaciones fueron indestructibles.
– A la batalla de Lepanto
Las galeras: Eran la versión renacentista de los trirremes romanos, con remeros y velas.
Medían: 50 m de eslora y 6 de manga
Desplazaban: 500 toneladas
Su movimiento estaba dado por 2 velas latinas, cuando había viento, y 25 remeros por banda, en los momentos de calma, para maniobras y acciones de combate.
Su tripulación estaba formada por:
– 70 marineros
– 180 soldados para defensa y abordaje
– 250 galeotes para los remos, que actuaban con 3 a 5 hombres por remo
Estaban armadas con 6 cañones, todos en proa, se apuntaban orientando la nave, y se disparaban a 30 m de distancia:
– 2 cañones con proyectiles de 36 libras
– 2 cañones con proyectiles de 16 libras
– 2 cañones con proyectiles de 8 libras
Tenían un espolón con punta de lanza (= ( ), de hierro, fijado en proa, a nivel de la línea de flotación, para perforar el casco enemigo, aferrarse a él y facilitar el abordaje.
Navegaban bastante bien en el calmo Mediterráneo, pero en el Atlántico volcaban o se partían a la mitad de la eslora.
– Las galeazas: Las diseñó Bresano y se construyeron en los astilleros de Venecia.
Eran la primigenia versión de los futuros acorazados.
Desplazaban 1.500 toneladas
Medían: 60 m de eslora, 9 m de manga, y 3,5 m de calado.
Su movimiento estaba dado por:
– 3 mástiles: en proa con velas cuadradas para empuje, el central y en popa con velas latinas para maniobras.
– 32 remos por banda
– 600 galeotes para los remos, que actuaban con 6 a 8 hombres por remo
Eran muy lentas, por lo que en general eran remolcadas por una o dos galeras.
Estaban armadas con 44 cañones:
15 cañones por banda
7 cañones en proa
7 cañones en popa
Estaban totalmente cubiertas de gruesos tablones, para proteger a sus remeros.
Su tripulación estaba formada, además por:
– 25 marineros para maniobras con las velas y timón.
– 75 soldados para su defensa.
– Las galeotas: Las construían los venecianos y genoveses para defensa de sus cargueros.
Se movían, bastante ágilmente con 2 velas latinas y unos 100 remeros, en general voluntarios.
Eran también los buques preferidos por los piratas
Estaban armadas con 5 cañones en proa, con proyectiles de 8, 6 y 4 libras, y 2 cañones en popa de 4 libras.
Costo de la batalla de Lepanto
(1) Entre ellos Miguel de Cervantes Saavedra, que se sintió orgulloso de ello.
Epílogo de la batalla de Kahlenberg
Los turcos huyeron despavoridos, y dejaron su campamento completo.
Los vieneses se incautaron de todo lo que encontraron, incluyendo varios carros cargados con café, que en ese entonces era bastante caro en Europa, y azúcar.
Para festejar la victoria, en todas las posadas vienesas se servia café negro o con leche, endulzado, acompañado de croissants con forma de medialuna (que allí se crearon).
Bibliografía
– Runciman, Steven – La Caída de Constantinopla
– Walsh, William Thomas – Felipe II
– Waltari, Mika – El sitio de Constantinopla
Autor:
Domingo Emilio Ariagno,
III/2012
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