Religión y cultura popular
La amistad es considerada como una experiencia humana de vital importancia, inclusive ha sido santificada por varias religiones. En el Poema de Gilgamesh[1]un poema babilonio que se encuentra entre los primeros trabajos literarios de la historia, se relata la amistad entre Gilgamesh[2]y Enkidu[3]Los grecorromanos tenían, entre otros varios ejemplos, la amistad entre Orestes[4]y Pílades[5]Los evangelios canónicos nos hablan de una declaración de Jesús, "Nadie posee mayor amor que este, el sacrificar la vida propia por sus amigos." (Juan 15:13)
Las relaciones de amistad han sido ampliamente retratadas tanto en el mundo de la literatura como en del cine y la televisión a grado tal que si bien un listado verdaderamente completo sería imposible es fácil identificarlas en casi cualquier obra.
Don Quijote y Sancho Panza, Sherlock Holmes y Watson, los Tres Mosqueteros son ejemplos variados de diversos tipos de amistades entrañables exhibidas en la literatura.
En el mundo del cine y la televisión se puede hallar desde los clásicos como El gordo y el flaco y Los tres chiflados hasta la serie de televisión estadounidense de Friends, cmedia que giraba completamente en torno a las relación de seis amigos.
Clases de amistad – (Aristóteles)
Según Aristóteles existen TRES CLASES de amistad en donde, en cada una de ellas, se la reciprocidad no desconocida: amistad por interés, amistad por placer y amistad por utilidad. Por Interés
Los que se quieren por interés no se quieren por sí mismos sino por los beneficios que pueden alcanzar. El cariño obedece al propio bien de ellos. Además, señala Aristóteles, las amistades que reposan en el interés suelen se objeto de reclamaciones y disputas ya que los amigos se tratan con vistas a la utilidad por lo que cada uno de ellos exige cada vez más y cree recibir menos de lo que le corresponde.
Por Placer
Los que se quieren por placer, solo piensan en aquello que les resulta agradable y, por ello, son personas frívolas. El cariño obedece a su propio gusto y no al modo de ser del amigo. Según Aristóteles, en los jóvenes la amistad puede tener más su base en el placer que en la utilidad, ya que éstos persiguen sobre todo lo que les es agradable y lo presente. Por eso los jóvenes suelen hacerse fácilmente amigos pero también suelen muy fácilmente dejar de serlo.
Por Utilidad
También puede darse amistad por utilidad. Según Aristóteles la amistad por utilidad está presente sobre todo en los viejos ya que a esa edad ya no se busca lo agradable o placentero sino lo útil. La amistad perfecta
Según Aristóteles, es la de los hombres buenos e iguales en virtud ya que éstos quieren el bien el uno del otro. Los que quieren el bien de sus amigos, por causa de ellos mismos, son los mejores amigos, puesto que es por su propia índole por lo que tienen esos sentimientos y no por accidente como sucedía en las clases de amistad señaladas anteriormente. Aristóteles afirma que tales amistades son raras, ya que los hombres de este talante son pocos. Además requieren tiempo y trato para poder conocerse a fondo. En las amistades perfectas, producto de la virtud, no suele haber, según Aristóteles, reclamaciones ni reproches ya que ningún verdadero amigo tiene envidia de los éxitos del otro. Tampoco suelen darse quejas en las amistades que buscan el placer, puesto que ambos obtienen lo que desean, si se complacen en el mutuo trato, y resultaría ridículo quien reclamara contra el que no le agrada pudiendo no pasar el tiempo con él.
Clases de amistad – (Especialistas)
No siempre es posible tener a una persona de confianza en todos los frentes en los que uno se desenvuelve. Por eso, los especialistas aconsejan amistades para cubrir seis dimensiones.
Compañero de trabajo
Esta relación es tan importante ya que se ha comprobado que tener un amigo en el trabajo incrementa la productividad, hace que el día se vaya más rápido y que el ambiente laboral en sí sea percibido como más liviano y divertido. Con ellos se puede compartir los problemas que se tienen con el jefe o los compañeros sabiendo que es una persona de confianza.Compañero de Universidad
Se puede comentar la mala nota que puso la profesora. No sólo se comparten los problemas de la universidad, sino que se resuelven dudas y se tiene a una persona en la cual apoyarse cuando las cosas se vuelven difíciles.
Compartir el mismo hobby
No hay nada más divertido que compartir las actividades que a una persona más le gustan con otra que comprende perfectamente lo que se siente ante una buena película, un museo, o jugando un partido de fútbol.
El 100% honesto
Aunque son pocos los que soportan que les digan la verdad respecto de sus errores y decisiones, lo cierto es que siempre se requiere de un amigo que tenga la capacidad de decir con total franqueza lo que piensa.
Para sentirse bien
Después de una honesta conversación con el amigo que dice siempre la verdad, una persona puede requerir de otro amigo que le levante el ánimo y le diga que no todo es tan oscuro. Con sonrisas y mucha energía elevan el ánimo del más decaído.
Amigos para siempre
Por encima de todas las categorías está aquel que se conoce de por vida, con el que se ha compartido las vivencias más tristes y las más felices, que conoce los detalles de la biografía de una persona y entiende lo que siente la persona con muy pocas palabras. Ellos mantienen viva la memoria del pasado compartido y se transforman, con el tiempo, en algo mucho más grande que sólo un amigo.
Esas Amistades Peligrosas
¿Tus amigos enriquecen o sabotean tu vida?
Tener buenos amigos es un factor determinante para tu bienestar físico y emocional. Pero, lamentablemente, no todos son así. Algunos te hieren, te ofenden, te traicionan o te aburren solemnemente. Aprende a elegirlos con inteligencia, a tratar con los nocivos y a deshacerte de ellos sin crearte enemigos.
Un buen amigo es aquel al que puedes llamar a la cuatro de la madrugada sin que se enoje o, a decir de Montesquieu,[6] "esa persona con la que te puedes comprometer a hacerle pequeños servicios a fin de que te devuelva grandes favores". Definiciones sobre la amistad hay casi tantas como seres humanos existen. Cada uno la percibe en función de su propio carácter, formación, intereses y de las esperanzas que deposita en los demás. De lo que no hay duda es que los buenos amigos proporcionan un importante apoyo emocional. La fuerza curativa de la amistad ha sido confirmada por numerosos estudios: reduce el riesgo de ataques al corazón, aumenta el bienestar personal y la expectativa de vida, y previene del sentimiento de soledad. Visto así, ¡tener un buen amigo es como tener un seguro de vida!
Sin embargo, el libro titulado Todas esas amistades peligrosas (Edit. Planeta), aparte de mostrarnos los beneficios terapéuticos de los buenos amigos, nos revela también los riesgos y los perjuicios que pueden causarnos las amistades peligrosas. Las que pueden herirte, chantajearte, entrometerse, humillarte, y traicionarte, entre otros males. Asimismo, nos descubre las claves y los secretos para tratarlas, controlarlas o alejarse de ellas; porque muchas veces no es fácil desenmascarar la personalidad de estos nocivos especímenes. Ninguno de ellos aparece en nuestras vidas con un cartel en la frente que diga "Me encanta romper promesas", "me gusta criticar y entrometerme en todo" o "la traición es mi lema de vida".
La mayoría de los amigos, como cualquier persona, posee una mezcla de aspectos positivos y negativos. De ahí que sea muy útil tener la capacidad de identificar a priori las características tóxicas de un amigo, de forma que te permita decidir si evitas el desarrollo de esa relación, la continúas o te comportas con ella cautelosamente. A través de las páginas de este documento de supervivencia, se puede aprender a reconocer los tipos más comunes de amistades peligrosas. Saber cuál de ellas nos da energía y cuál nos la roba. Descifrar las conductas que pueden afectar a nuestro equilibrio emocional y aplicar las estrategias adecuadas en cada caso. En la siguiente descripción que acompaña este ensayo se enumeran algunos de los 22 arquetipos de amistades que son la fuente permanente de conflictos. Si tú te identificas alguno de ellos en tu convivencia y no adoptas ninguna decisión para resolver el conflicto, puedes llegar a enfermar, y los afectos negativos de esta relación pueden alcanzar otras áreas de tu vida. Y la vida es para disfrutarla, porque sólo se debuta una vez en ella.
Claves para reconocer amistades peligrosas
El competidor: Rivaliza contigo en todo. No sólo no se alegra de tus éxitos, sino le provocan unos celos desmedidos que no puede evitar ni disimular y que socavanla relación. Su envidia exteriorizada es como la pasta de dientes que ya salió del tubo: ¡es difícil volverla a meter en él!
El sanguijuela: Siente un exagerado sentimiento de sobreprotección hacia ti para tenerte en exclusiva como amigo. Para vivir su vida chupa de tu sangre, impidiéndote vivir la tuya. ¡Separase de él es mas difícil que despegar un chicle de un suéter!
El hocicón: No sabe guardar un secreto y le falta tiempo para divulgarlo tan pronto como se lo has confesado. No hay nada más descorazonador que te traicione un amigo en el que confías plenamente. Si quieres asegurarte de que tu secreto no será revelado, cuéntaselo sólo a un amigo egocéntrico: ¡éste nunca habla de los demás!
El ocupadísimo: Es un adicto al "movimiento continuo". Padece de hiperactividad profesional. Nunca tiene tiempo de verte, escucharte, llamarte, jugar algún deporte o tomar simplemente un café. Su actitud corroe progresivamente tu autoestima. ¡Tener un amigo así es como tenerlo en la China!
El enojón: Enojarse por cualquier nimiedad, pelearse, discutir, irritarse y emocionarse negativamente ante frustraciones insignificantes, son algunas de las constantes de carácter de este tipo. ¡Parece como si siempre estuviera recién levantándose de la siesta!
El complicado: Siempre pone objeciones a todo lo que le propones, interfiriendo gravemente el curso normal de tu vida. Cada situación la analiza hasta extremos enfermizos. Su único objetivo es protegerse ante un imprevisto, ¡salvo que se trate de un premio del Kino!
El simplón: Su filosofía de vida se basa en tópicos y lugares comunes. No te enriquece ni te sirve de apoyo. Conversar con él es tan ineficaz como discutir con un borracho y sus reacciones son tan pueriles que pueden llegar a desesperarte. ¡Es un ser tan ingenuo que en Carnaval sonríe dentro de su mascara cuando le toman una foto!
El fanático: Vociferar la "verdad absoluta" es su característica principal y su obsesión consiste en demostrarte que estás equivocado. Manifiesta una absoluta falta de respeto hacia ti, interrumpiéndote constantemente. Tener un amigo fanático es como padecer de resfriado en verano: ¡cuesta mucho eliminarlo!
El intrigante: Es un híbrido entre el entrometido y el chismoso. Lo caracteriza su incontrolable impulso de meter cizaña. Te trasmite juicios negativos sobre ti de forma sutil e insidiosa, que dice haber escuchado de otros. Y lo hace porque asegura se considera tu amigo. Quiere preocuparte y controlarte. ¡El intrigante hace el mal muy bien y el bien muy mal!
El resentido: Por lo general distante contigo, aunque no te dice porqué. Utiliza el silencio para desasosegarte y hacerte sentir culpable por algún perjuicio o desprecio que él considera que tú le has causado. A menudo, su interpretación de la realidad es como la de ese ciego que, tomando el rallador de cocina, exclama: ¿Qué idiota escribió esta huevada?
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