- El poder fundado en el consentimiento
- El poder como una característica ineludible de las relaciones sociales
- Bibliografia
En este artículo pretendo aclarar uno de los conceptos más importantes en la historia de la humanidad, que nos muestra un forma de observar el mundo desde la visión filosófica ; comenzare en primer lugar con El poder entendido como capacidad el cual Etimológicamente, proviene del infinitivo latino posse, cuyo significado remite a la capacidad de realizar algo, al hecho de tener la fuerza para hacerlo, respalda esa primera representación del poder que atraviesa el pensamiento moderno. En una célebre definición enunciada tempranamente en el Leviathan, Thomas Hobbes considera el poder que alguien tiene como "sus medios presentes para obtener algún futuro y aparente bien"2. La cantidad de recursos disponibles a los cuales es posible recurrir para alcanzar un objetivo supuestamente deseable, resume así esta representación cuantitativa del poder que va a suscitar posteriormente no sólo adhesión sino también crítica y reservas.
En la perspectiva de Hobbes, en el poder lo que interesa fundamentalmente es el ejercicio potencial o efectivo: "tener la capacidad o la potencia para hacer algo, ejercer el poder para realizarlo"3. Mediante su teoría contractualista, Hobbes ha resuelto el problema de su justificación o de su legitimidad. Ante la inseguridad que habría privado en el estado natural, fruto del estado permanente de guerra en que habrían vivido, los hombres renuncian a sus libertades en forma prácticamente irreversible e incondicional ante la figura del soberano, que más que un monstruo bíblico se convierte, según las palabras de Hobbes en un "dios mortal" que brinda así la paz y la protección para todos los que han suscrito ese pacto indisoluble. Para Hobbes, por consiguiente, la institución originaria de ese pacto asegura la legitimidad del poder soberano: no sin razón Hobbes ha sido visto como un teórico legitimador de la monarquía absoluta4. Lo que resulta en todo caso original es que, frente a los filósofos y teólogos medievales que pretendían fundar el poder en fuentes divinas, Hobbes le encuentra un arraigo terreno en la necesidad y en la fuerza de ese pacto social. El análisis del fenómeno del poder adquiere así una clara connotación contractual y jurídica que permeará el debate filosófico moderno.
El esfuerzo teórico de Max Weber, el más importante sociólogo político del siglo XX, dará en cierta forma continuidad a esa reflexión iniciada tempranamente y romperá, al mismo tiempo, con algunos de esos presupuestos clásicos. La definición que Weber propone del poder (Macht) reitera algunos de esos elementos e introduce otros nuevos. Cuando Weber define el poder como "la probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relación social, aun contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esa probabilidad"5, subraya algunos rasgos que aparecían en la definición de Hobbes, como el carácter intencional y voluntario de esas acciones de poder, pero además destaca otros elementos a los cuales no se había prestado igual atención: 1) la probabilidad efectiva de hacer valer esa voluntad a pesar de las resistencias reales o potenciales del más variado orden y 2) el ejercicio de ese poder que puede tener un fundamento muy diverso y no parte, en modo alguno, de una legitimación de orden contractual como lo había supuesto Hobbes.
Asimismo, la definición de poder de Weber, se acompaña de la caracterización correlativa que él mismo hace del fenómeno de la dominación (Herrschaft) entendida como la "probabilidad de encontrar obediencia a un mandato de determinado contenido entre personas dadas"6. De esta manera, la dominación restringe el campo de análisis del fenómeno del poder a su ejercicio efectivo, en la medida en que, la capacidad de mando se expresa mediante el acatamiento concreto de quienes obedecen o están dispuestos a obedecer determinadas órdenes. Como lo subraya Aron: "La dominación supone un cierto grado de institucionalización (sin la cual el dominante no se atrevería a mandar) pero el término de dominación evoca la relación directa entre el amo y el servidor más que la relación entre el gobernante y los gobernados"7.
II. El poder fundado en el consentimiento
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