2. Amnesia
3. Precipicio
6. Hoguera
7. Canícula
11. Odas locales
Origen
En el silencio profundo
Lejos del tiempo y el espacio
Lejos de Oparín y las Doxas
Lejos del ser y del existente
Lejos de la voluntad y de la negación
El zar juega simple y concreto
En el universo umbrío
Allá y mas allá
En el ser que será
Antagonismo Entre
Quietud y
Movimiento
Amnesia
En la encrucijada de Dios
Construyendo un Edén
Sin Denuedo;
Inconscientemente se abre un infierno
Que subyace en la columna vertebral
Permitiéndote en olvido
Una puerta a lo desconocido
Purgar culpas
Fijar el rumbo
En una región paralela
Que ya no se oculta a si misma
Precipicio
Los amaneceres:
Todos;
Interpretar al ser en plenitud
Con la idiocia aturdida
(caer) para levantar hullas en pedazos
(caer) para sentir la sacudida
Terremoto
(caer) Para buscar la hoz de tus valles
Vivir el instante
El origen de la negación
Dejarte guiar por la ignominia
Para conocer la huesa de tu ser
Huellas que se borran en la arena
Las interrogaciones hacen su aparición
Sube el telón y la nada se aparece
El ser en el purgatorio
Las estaciones se agolpan
Se trasgredí lo uno
Para entrar en lo otro
Puerta al purgatorio
Mantenerse al margen
Ausencia de lo uno
Ruleta rusa
El signo cae por su propio peso
Lanzo dados
En la encrucijada de mi vida
Aprendo a verte a mi lado
Mientras las moscas revolotean sobre mis oídos
Susurrando signos
Entre errores y cálculos
Que se perpetúan en el azar
Caminos no andados
Mientras se dilapida el ser
Con telarañas en la pared
Un atisbo de Graffiti
Señala un camino
Contrario a la cotidianidad
¡Una Afrenta!
De lo profundo
Me miro al espejo
Y recuerdo con ironía
A platón en la caverna
La trinidad lo tenía ciego
Pues no eran sombras
¡Sino llamas!
Hoguera
Hoguera que delimita en lo horizontal
Un rayo incidente penetra los ángulos
De mi consciencia
Pasando de reflexión
A la refracción
(Un íncubo se gesta)
Me dejo guiar por un pergamino en pedazos
Estudiando la demonología
Finalmente todo se quema
Canícula
La aurora en el desierto aparece
Bajo la canícula;
Clima artificial;
La cábala me favorece
Catarsis del microcosmos
Recojo los signos
Y me los echo a la bolsa
Recetario lingüístico
Ser doctor de mi mismo
Ambidiestro del estetoscopio
Un diagnóstico lingüístico
Transigir con el lenguaje
Los sentidos que dimanan
En un diagnostico del alma
Perpetuar la genética poética
El devenir
Traspasar las fronteras:
Del presente
Del existente
Traspasar las rutinas:
Los horarios
Los lugares
Traspasar las ruinas
Huesos rotos
Cicatrices
De la guerra a si mismo
Confrontando el azar
Entrego mis peones
Para crear confusión
Estigma de la victoria
Éxtasis de la guerra
Barricada de sintaxis
Guerra de guerrillas
Idioma en defensa de absolutos
Espoletas de percusión
Cuitas a la catarsis
Y
Al jaque mate
El asceta
Anacoreta del desierto
Coyote taciturno
Consagrado al sufismo
Ser impoluto;
Por los sentidos
Discurre la esencia
Mutar de pieles
Abrazar la otredad
Ver el ascetismo
A distancia
Intuición
Amortecer para quedar perpendicular a tu Áurea
Amamantar los néctares para saciar el hambre
Para llenar el espacio vacío que nos conforma
Las señales se vuelven evidentes:
Llenar la memoria de momentos y de instantes vívidos
Las aves que migran en manadas
La habitación que consuela inesperada
Intuir los rayos fama y veta que cruzan el encéfalo
Crepúsculo
La noche palidece
Son las cuatro de la mañana
Cónclave y misterio
Misticismo de la niebla
Que trasegó del viento
A los objetos sombríos
Los ladrones huyen despavoridos
Por las ganancias erráticas
Los coyotes se esconden en sus madrigueras
Y las lechuzas a sus palmeras
Son Las cinco de la mañana
La transición de animales
Nocturnos a Diurnos
Los perros tiran los botes de basura
Las aves se preparan para entonar la rutina
Son las cinco treinta de la mañana
Bermúdez se prepara en su cabina
Sube el telón
Hora de ensayar los diálogos
Ante Dionisos, el azar y la rutina
El centro de la Humedad
Perpetuar una gota de lluvia
Para encontrar en su centro
La Humedad de sus ser
A través del rocío
En un instante lluvioso
Cuando el encierro vil
Vil encierro de lo uno
Cuando en lo otro atañe
La humedad de tus pieles
Carnaza vil, vil carnaza
La gota cae sobre el espacio vacío
Para conformar el movimiento de su ser
Invitar a la química
Para que su lógica
Contemple la perpetuidad
De una gota de humedad fragmentada
Ello
Visión del crepúsculo sin barda
Horizonte de absolutos
Barda que cayó en mil pedazos
Por la inconsciencia de la noche
Miré tus sombras
Me gustó tu andar
Libre y pausado
Subí al árbol de la vida
Y en las puntas muerdagos
Asir el conocimiento de tus frutos
Néctares que proclaman la hoguera
Para quemarse vivo en tus ramas
Yo
Cavar un hoyo en el desierto
Sumergirse las veces necesarias
Crear por el hoyo una montaña
Para subir a veces…..
Catarsis,
Explosión,
Expansión
Lanzar piedras al vacío
No quedarse con nada
Melodía fatídica
Luz y complacencia
Para la nitidez de tus pechos bermejos
Como imagen a gota de lluvia
Retrospectiva de una noche callada
Los tomo aquellos;
Y amaso tan bien tu esfinge
Y siento en mi espalda
Como si un gato sagrado rozara mi piel
Desnuda, inerme y pertrecha
Jalo las riendas de mis manos
Jalo las riendas de mis piernas
Una melodía fatídica
Llena el vacío de tu voz ausente
Tu, fugaz, caldero que se evapora
Desde sus causas.
Por el ritmo
Y los sentidos encrespados
Y por los sentidos se desborda
La plenitud del ser de los dos
Estamos solos en medio de la cama
Como en medio de la vida estamos
Entre el precipicio del colchón como
De la muerte que esperamos.
Miro la ventana,
Entre una lluvia que deletrea
Ecos de repente
Entonces, el olvido emerge
En aquella melodía fatídica
Tócame la almohada
Tócame la almohada
Invítame una copa
Con ritos antiquísimos
Para encumbrarte hacia la Luna
Negar el frío y la noche
Matar el amor si es posible
Pintar de azul el frenético instante,
Perenne y absorto
Que la almohada
Sea objeto de un escenario
De catarsis y cuatro aristas
Porque fuimos creados
Para crear aristas en el sutil
Juego de espejos
Tócame la almohada
Para que veas cual sutil
Es crear un destino
Con vidas entrecruzadas
Y en la humedad se entrega todo
En el Inmerso desierto de los dos
Todo se consume y se evapora
Odas locales
(Desde el infierno)
Entre la Realidad y el mito
I
Camino en
círculos
Entro en tus
atajos
Entre bulevares de tierra
Camellones de drenaje
Los canales:
Compañeros inermes
De mi custom deluxe
Saltando:
De bache en bache
De borde en borde
Y los arbustos encrespados
Dando arañones y puñetazos
El cielo azul turquesa
Contrasta con el amarillo seco
El olor a clorofila escondida
De ropajes grotescos:
Cachanillos,
Eucaliptos,
Algodón,
trigo,
alfalfa,
Zacate,
pinillos,
grama;
Y el viento:
Recorre todas las
direcciones
Del horizonte
Silbando una canción mítica
Cae la noche y el viento se vuelve brisa
Y todos los escenarios se agolpan
Provocando espejismos
Que se vuelven leyendas
II.
Alo lejos,
el coyote vigila
Esperando los regalos
Misteriosos que le aguarda
La noche;
Enseñe rorándose sobre
el zopilote
Y la Víbora de cascabel
Su estirpe de nómada silencioso
Se desvanece en la realidad cotidiana
Y se vuelve un
mito
¡Bestia cachanilla!
Lugarteniente
De los espacios nocturnos
Heredero de una tradición
nómada
En el lenguaje fronterizo
Cruzas fronteras
Burlas a los gringos
Y ayudas a paisanos
Duermes en espacio-tiempo
Relativo, rápido…
Haces como que haces
Pero no haces nada
Te adentras en nuestra
Cotidianidad, silenciosamente
Con camuflajes de perro
III.
Van quedando huellas
en tu tierra
La planeación errática
De gente que emigra
Que cambia con cada golpe
De frío y de calor,
Con cada temblor o inundación;
Tengo fotografías tuyas
De cada pueblo fantasma
De cada casa devorada
por parcelas.
De la iglesia del caimán;
De la posada
De Cientos de ranchos
Abandonados
Estaciones del tren
Que quedaron en cada
pueblo del valle
Arquitectura de polvo
Con vestiduras viejas
De erosiones
Que se riegan en
Cada adobe,
Desde Pueblo Nuevo
Hasta el Cincuenta y siete
Arquitectura errática
Multiforme.
Pero con patrones
Que confunden
IV.
Desde el caimán
Zarpa el viajero
En un sigiloso navío;
El horizonte acuático:
Incierto, silencioso;
Navegando en contra
De estaciones brumosas;
Los coyotes
viajeros
Escondidos entre las yerbas
Los soles caminan
Con las horas,
Iluminando el camino;
Las gaviotas
con extraño éxtasis
Llegan ansiosas
para el banquete Del bagre,
con ropajes y atuendos de lujo;
Y los zancudos empecinados
A ir corriendo …..
entre un aire imaginario;
Van barriendo con amplia saya
No hay escudo que evite
Sus puntas colosales;
Ensangrentadas por batallas;
Van siguiendo
en un ritmo:
Suave,
perezoso,
lento
V
Serranía fisgona
Faro del desierto,
Testigo del caos;
Tu amor por el mar
Es intenso;
Porque lo alejas de Ti
E interpones
el desierto
Para justificarte
Sedienta de amor dejaste
Que el rió sonara por el valle
En tu utopía de sierra madre
Invitaste nómadas del norte;
Pactaste con faunos y hechiceros
Para que el cucapah
Se asemejara al coyote
Y el eucalipto conviviera
con el chamizo.
Y que el cachanilla
Se irguiera como
Símbolo de la tierra.
VI
En un pasado incierto,
Donde las máquinas bufaban;
Un fantasma cruza el horizonte
Entre esfuerzos y sudores
De
¡Víctimas exprimidas!
¡cementerio sobre vías!
Sedimento de pueblos
En llamas;
¡Inmenso sepulcro!
De hombres ya muertos
Con picos y palas
Haciendo vías
Haciendo historias
En un brumoso desierto
En condiciones inciertas
¡Atípicas!
VII
Cómala derruida,
Comal de adobe,
De ladrillo;
Te meses y te callas
Duermes de día,
De noche gritas.
Desahogas tu llanto,
Y tu risa;
En la ciudad estufa,
La gente corre,
Se quita y se pone
Ropajes que no les gustan;
Las historias siempre se desvanecen,
Se evaporan;
Lo eterno no tiene cabida,
En la ciudad del desierto,
La inmediatez se persigue
Por gente con cerebro;
Cómala angustiosa
Donde vivos y muertos
Se confunden;
Donde calor y frío se funden.
Entre la Realidad y el mito (microhistoria)
I
Camino en
círculos
Entro en tus
atajos
Entre bulevares de tierra
Camellones de drenaje
Los canales:
Compañeros inermes
De mi custom deluxe
Saltando:
De bache en bache
De borde en borde
Y los arbustos encrespados
Dando arañones y puñetazos
El cielo azul turquesa
Contrasta con el amarillo seco
El olor a clorofila escondida
De ropajes grotescos:
Cachanillos,
Eucaliptos,
Algodón,
trigo,
alfalfa,
Zacate,
pinillos,
grama;
Y el viento:
Recorre todas las
direcciones
Del horizonte
Silbando una canción mítica
Cae la noche y el viento se vuelve brisa
Y todos los escenarios se agolpan
Provocando espejismos
Que se vuelven leyendas
II.
Alo lejos,
el coyote vigila
Esperando los regalos
Misteriosos que le aguarda
La noche;
Enseñe rorándose sobre
el zopilote
Y la Víbora de cascabel
Su estirpe de nómada silencioso
Se desvanece en la realidad cotidiana
Y se vuelve un
mito
¡Bestia cachanilla!
Lugarteniente
De los espacios nocturnos
Heredero de una tradición
nómada
En el lenguaje fronterizo
Cruzas fronteras
Burlas a los gringos
Y ayudas a paisanos
Duermes en espacio-tiempo
Relativo, rápido…
Haces como que haces
Pero no haces nada
Te adentras en nuestra
Cotidianidad, silenciosamente
Con camuflajes de perro
III.
Van quedando huellas
en tu tierra
La planeación errática
De gente que emigra
Que cambia con cada golpe
De frío y de calor,
Con cada temblor o inundación;
Tengo fotografías tuyas
De cada pueblo fantasma
De cada casa devorada
por parcelas.
De la iglesia del caimán;
De la posada
De Cientos de ranchos
Abandonados
Estaciones del tren
Que quedaron en cada
pueblo del valle
Arquitectura de polvo
Con vestiduras viejas
De erosiones
Que se riegan en
Cada adobe,
Desde Pueblo Nuevo
Hasta el Cincuenta y siete
Arquitectura errática
Multiforme.
Pero con patrones
Que confunden
IV.
Desde el caimán
Zarpa el viajero
En un sigiloso navío;
El horizonte acuático:
Incierto, silencioso;
Navegando en contra
De estaciones brumosas;
Los coyotes
viajeros
Escondidos entre las yerbas
Los soles caminan
Con las horas,
Iluminando el camino;
Las gaviotas
con extraño éxtasis
Llegan ansiosas
para el banquete Del bagre,
con ropajes y atuendos de lujo;
Y los zancudos empecinados
A ir corriendo …..
entre un aire imaginario;
Van barriendo con amplia saya
No hay escudo que evite
Sus puntas colosales;
Ensangrentadas por batallas;
Van siguiendo
en un ritmo:
Suave,
perezoso,
lento
V
Serranía fisgona
Faro del desierto,
Testigo del caos;
Tu amor por el mar
Es intenso;
Porque lo alejas de Ti
E interpones
el desierto
Para justificarte
Sedienta de amor dejaste
Que el rió sonara por el valle
En tu utopía de sierra madre
Invitaste nómadas del norte;
Pactaste con faunos y hechiceros
Para que el cucapah
Se asemejara al coyote
Y el eucalipto conviviera
con el chamizo.
Y que el cachanilla
Se irguiera como
Símbolo de la tierra.
VI
En un pasado incierto,
Donde las máquinas bufaban;
Un fantasma cruza el horizonte
Entre esfuerzos y sudores
De
¡Víctimas exprimidas!
¡cementerio sobre vías!
Sedimento de pueblos
En llamas;
¡Inmenso sepulcro!
De hombres ya muertos
Con picos y palas
Haciendo vías
Haciendo historias
En un brumoso desierto
En condiciones inciertas
¡Atípicas!
VII
Comala derruida,
Comal de adobe,
De ladrillo;
Te meses y te callas
Duermes de día,
De noche gritas.
Desahogas tu llanto,
Y tu risa;
En la ciudad estufa,
La gente corre,
Se quita y se pone
Ropajes que no les gustan;
Las historias siempre se desvanecen,
Se evaporan;
Lo eterno no tiene cabida,
En la ciudad del desierto,
La inmediatez se persigue
Por gente con cerebro;
Comala angustiosa
Donde vivos y muertos
Se confunden;
Donde calor y frío se funden.
Autor:
Ezequiel Zambrano Castro