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Plan de formación docente: La alfabetización académica presente en el diseño didáctico


Partes: 1, 2

    1. Resumen
    2. Fundamentación
    3. Propuesta de trabajo
    4. Conclusión
    5. Bibliografía

    Resumen

    El presente trabajo pone el énfasis en la importancia de incluir en el diseño didáctico de las actividades áulicas estrategias de "alfabetización académica", entendidas no solo como las prácticas y representaciones características de una determinada comunidad, sino también como el modo a través del cuál se logra ingresar a ella. Pone de manifiesto que la fuerza del concepto radica en que pone de manifiesto que los modos de leer y escribir no son iguales en todos los ámbitos y que, fundamentalmente, implican que cada uno de los docentes, en los diferentes escenarios educativos posibles "abran" las puertas de las disciplinas que enseñan para que sus alumnos formen efectivamente parte de sus comunidades.

    Introducción

    Es común escuchar en comentarios entre docentes frases como "los alumnos no estudian "o "leen muy pocos libros" o "los alumnos se quedan solo con los apuntes de cátedra", etc., etc. y a la hora de explicar aplazos masivos, estos comentarios se radicalizan aun mas llegando a explicarlos como que "los alumnos ya no entienden nada".

    Metaignorancia es el término técnico que describe el hecho de "ignorar la propia ignorancia", teniendo la intima convicción de que en realidad se ha estudiado y aprendido el texto.

    "Es cuando te levantas al baño de noche…". Así respondía una alumna de primer año de la carrera de Enfermería a la pregunta de respuesta breve "defina nicturia". Y no es la excepción…con mayor o menor grado de frecuencia los alumnos ingresantes a las diferentes carreras universitarias egresan del ciclo medio con grandes déficits en la comprensión de textos y la lectoescritura de los cuales nos damos cuenta en las instancias de evaluación. Este parece ser un mal endémico de la mayoría de los egresados de muchas escuelas secundarias quienes al acceder al nivel superior de enseñanza terminan siendo aplazados en el Ciclo de Nivelación y de aprobarlo, ingresan con grandes posibilidades de deserción.

    Ahora la pregunta es: como docentes, ¿que podemos hacer al respecto? y mas aún ¿se puede hacer algo al respecto?.

    Esta temática ha sido abordada con gran preocupación a través del Programa "Ingreso y Permanencia de los Estudiantes de la UNC" dependiente de la Secretaría de Asuntos Académicos a través del cual se han hecho varias investigaciones exploratorias al respecto desde hace unos cuatro años a la fecha[1]

    El típico y tradicional escenario educativo de nuestra realidad universitaria nos lleva a las ya conocidas clases expositivas en las cuales el actor que mas se prepara es el docente, ya que en el recae la responsabilidad de investigar, planificar, armar las clases etc.).

    Por su parte los alumnos que recién ingresan a la carrera tienen otra visión diametralmente opuesta, según un estudio realizado por docentes de la Facultad de Filosofía y Humanidades con alumnos ingresantes a la carrera universitaria "los adolescentes asocian directamente facilidad con placer y dificultad con displacer. La tendencia es subestimar el esfuerzo cognitivo, en tanto se elige aquello que no demanda trabajo"[2].

    La conclusión lógica nos dice que si bien el docente hace el esfuerzo para que los alumnos aprendan, no necesariamente ese esfuerzo tendrá como contrapartida una respuesta satisfactoria por parte de los alumnos; en este esquema, sólo el alumno que por su cuenta está ya capacitado y motivado para emprender una serie de acciones similares (ese 10 o 15% que siempre insistimos seria muy buen alumno/a con nosotros o a pesar de nosotros) es el que verdaderamente aprende. Mas bien parece que los docentes debiéramos poner el eje del proceso enseñanza aprendizaje en los alumnos y no en los contenidos curriculares ni en nosotros mismos. Es decir, nuestros esfuerzos educativos han de estar en el protagonismo intelectual posible de nuestros alumnos y reservarnos para nosotros, los educadores, la enseñanza de los procesos y prácticas del pensamiento necesarios para acceder a los principios pertinentes a nuestra área profesional, aquella en la cual nos consideramos expertos.

    Hace ya varios años que los pedagogos están acuñando términos como "polialfabetismos", "lectoescritura y aprendizaje", "discurso multimodal" o "configuraciones didácticas" y últimamente la llamada "alfabetización académica"; que si bien no son sinónimos ni mucho menos tratan de contextualizar el conjunto de nociones y estrategias necesarias para participar de la cultura discursiva de las diferentes disciplinas científicas.

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