Tabla 1 Niñas de tercer grado.
Fuente: Datos del autor.
En la tabla 2 se expone que los niños de tercer grado han alcanzado una mejoría no significativa en las capacidades: rapidez y resistencia, observándose un estancamiento en la capacidad de fuerza de brazos, ocurriendo lo contrario en las capacidades de fuerza abdominal y explosiva pierna donde declinaron con respecto al curso anterior con el mismo nivel de significación.
Tabla 2 Niños de tercer grado.
Fuente: Datos del autor.
En la tabla 3 se expone que las niñas de cuarto grado han alcanzado una mejoría no significativa las capacidades: rapidez, fuerza de brazos, fuerza abdominal, fuerza explosiva pierna y la resistencia, respecto al curso anterior con el mismo nivel de significación.
Tabla 3 Niñas de cuarto grado.
Fuente: Datos del autor.
En la tabla 4 se expone que los niños de cuarto grado han alcanzado una mejoría no significativa en las capacidades: rapidez y fuerza de brazos, observándose un estancamiento en la capacidad de fuerza explosiva pierna, ocurriendo lo contrario en las capacidades de fuerza abdominal y resistencia donde declinaron con respecto al curso anterior con el mismo nivel de significación.
Tabla 4 Niños de cuarto grado.
Fuente: Datos del autor.
En la tabla 5 se expone que las niñas de quinto grado han alcanzado una mejoría no significativa en las capacidades: rapidez, fuerza de brazos, fuerza abdominal, ocurriendo lo contrario en las capacidades de fuerza explosiva pierna y la resistencia donde declinaron con respecto al curso anterior con el mismo nivel de significación.
Tabla 5 Niñas de quinto grado.
Fuente: Datos del autor.
En la tabla 6 se expone que los niños de quinto grado han alcanzado una mejoría no significativa en las capacidades: fuerza de brazos y explosiva pierna, observándose un estancamiento en la capacidad de fuerza abdominal, ocurriendo lo contrario en las capacidades de rapidez y resistencia donde declinaron con respecto al curso anterior con el mismo nivel de significación.
Tabla 6 Niños de quinto grado.
Fuente: Datos del autor.
En la tabla 7 se expone que las niñas de sexto grado han alcanzado una mejoría no significativa en las capacidades: rapidez, fuerza de brazos, fuerza abdominal y explosiva pierna, ocurriendo lo contrario en la capacidad de resistencia donde declinaron con respecto al curso anterior con el mismo nivel de significación.
Tabla 7 Niñas de sexto grado.
Fuente: Datos del autor.
En la tabla 8 se expone que los niños de sexto grado han alcanzado una mejoría no significativa en las capacidades: fuerza de brazos, fuerza abdominal, fuerza explosiva pierna y resistencia, observándose un estancamiento en la capacidad de rapidez con respecto al curso anterior con el mismo nivel de significación.
Tabla 8 Niños de sexto grado.
Fuente: Datos del autor.
Discusión de los resultados
Al valorar los resultados obtenidos en nuestro trabajo podemos plantear que el desarrollo de rapidez en los niños investigados no es bueno si tenemos en cuenta que su comportamiento dinámico se comportó igual en ambos cursos con valores correspondientes al nivel 4 en el sexo femenino (3ro y 4to), nivel 3 en 5to y 2do nivel en las niñas de 6to, según percentil 90/ 2000.
Los varones de 3ero a 5to se mantuvieron en el nivel 3 y los de 6to en el nivel dos en ambos cursos.
Contrario a lo detectado por Pila y colaboradores (1985), los niños y niñas de 11 y 12 años (6t0) no se diferencian en el nivel de desarrollo de la rapidez, lo cual se debe al bajo nivel de influencia que tuvieron los ejercicios utilizados por los profesores en las clase de educación física, basados fundamentalmente en el poco volumen de trabajo realizado con énfasis en la frecuencia de los movimientos como factor potenciador del desarrollo de la rapidez en estas edades según plantea Aguilera Vargas (2008) y considerando que el período sensible de desarrollo de la rapidez está enmarcado con las edades estudiadas (8 a 12 años). En los niños de los grados 3er, 4to y 5to el poco trabajo afectó los rendimientos alcanzados si tenemos en cuenta los niveles alcanzados según percentil 90 para la población cubana, aunque se observó mejoría no significativa en los valores en los grados 3ro, 4to en ambos sexos y en 5to y 6to sexo femenino.
Los valores alcanzados en la capacidad de fuerza en los brazos, piernas y abdominal está muy por debajo de los niveles de desarrollo que debían alcanzar, según la edad y el percentil 90, como buena influencia de los ejercicios físicos realizados y la carga que debían acumular para potenciar su desarrollo, aunque mejoraron de manera poco significativa de un curso a otro por un proceso lógico de aumento de la edad con ligeras diferencias entre las edades y sexo. Por ello debemos aprovechar la influencia que ejerce el trabajo de la movilidad (flexibilidad) en el desarrollo de la fuerza según Gundlach (1968) dado que las edades investigadas se encuentran el período sensible de su desarrollo (Aguilera Vargas, A. 2008).
En la resistencia se constataron buenos rendimientos en las diferentes edades y sexo, con ligeras deferencias entre ellos, al estar en el nivel 2 según percentil 90 en sentido general, pero el desarrollo de esta capacidad biomotora de un curso a otro no fue significativo en ninguno de las edades y sexo investigados, por lo que no se aprovechó que en estas edades los niños están bien capacitados para el trabajo de carácter aerobio, y por tanto la resistencia en este sistema energético según criterios de Shvartz y Reibold (1990, cfr: A. Aguilera Vargas, 2008).
El estancamiento y decrecimiento comprobado de algunas capacidades en diferentes edades y sexo durante nuestra investigación se debe, según nuestra consideración, a las mismas causas referidas con anterioridad, por lo que se infiere que la magnitud del trabajo que realizan los estudiantes en las clases de educación física no fue un factor que estimuló el desarrollo de estas.
Conclusiones
Después de procesados los datos obtenidos llegamos a las siguientes conclusiones:
I. El trabajo realizado en las clases de educación física ejercieron poca influencia en el desarrollo de las capacidades investigadas en los niños de la escuela Máximo Gómez de la Isla de la Juventud.
II. Se alcanzó mejoría no significativa en el desarrollo de las siguientes capacidades:
Rapidez: en los grados 3ro, 4to en ambos sexos y en 5to y 6to sexo femenino.
Fuerza de brazos: en la población investigada sin distinción de sexo y grado.
Fuerza abdominal: en 3ro, 4to, 5to femenino y 6to en ambos sexos
Fuerza explosiva de pierna: en 3ro y 4to femenino, 5to masculino y 6to ambos sexos.
Resistencia: en los grados 3ro y 6to masculino, aunque en 4to femenino. se muestran los mejores valores.
2. Se observó un estancamiento en el desarrollo de las siguientes capacidades:
Rapidez: en el grado 6to sexo masculino.
Fuerza de brazos: en el grado 3ro sexo masculino.
Fuerza abdominal: en el grado 5to masculino
Fuerza explosiva de pierna: en el grado 4to Masculino.
3. Se observó un descenso en el desarrollo de las siguientes capacidades:
Rapidez: en el grado 5to sexo masculino.
Fuerza abdominal: en los grados 3ro y 4to en el sexo masculino
Fuerza explosiva de pierna: en los grados 3ro sexo masculino y 5to femenino.
Resistencia: en los grados 3ro, 5to y 6to en el sexo femenino así como en 4to y 5to sexo masculino.
Autor:
Oannis Gil La Pez
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