Descargar

Definición de geomorfología

Enviado por Jesus Santiago


  1. Definición
  2. Principios fundamentales
  3. Referencias utilizadas

Definición

En pocas palabras, la geomorfología es la ciencia que estudia las formas del relieve terrestre; pues, según las partículas de origen griego, "geo" significa tierra, "morfo" es forma y "logía" (proveniente de "logos") es tratado o estudio. Por lo tanto, esta ciencia se remite al estudio de la topografía terrestre. En otras circunstancias, en el estudio de los paisajes de otros astros deberá omitirse el término "geo", y se podrá decir, por ejemplo, morfología de la luna, morfología de marte, etc. En esos casos, se supone, que habrá toda otra serie de factores muy diferentes a los de la tierra que han dado lugar a la fisonomía de los paisajes en dichos astros.

Ahora bien, ¿qué es el relieve? Los diccionarios coinciden al afirmar que es todo aquello que resalta sobre un plano. Sin embargo, en ciencias de la tierra, relieve es simplemente el conjunto de irregularidades que presenta la superficie terrestre. De una manera más precisa, el diccionario de la Real Academia Española define al relieve como el "conjunto de formas complejas que accidentan la superficie del globo terráqueo". En este caso la palabra "complejas" significa variedad o multiplicidad. En el lenguaje cotidiano se utilizan nombres de relieves como: montañas, colinas, mesas, volcanes, terrazas, valles, llanuras, entre otros, a partir de los cuales pueden depender las actividades humanas.

Un concepto más completo de geomorfología aparece en el diccionario de Geología y Mineralogía de Ediciones Rioduero, donde se define como la "Rama de la geografía general que estudia las formas superficiales de la tierra, describiéndolas, ordenándolas sistemáticamente e investigando su origen y desarrollo". Interpretando esta definición, pudiera decirse también que la geomorfología es una rama de la geología o de las ciencias de la tierra. Al igual que la mayoría de las ciencias, la geomorfología describe los fenómenos que estudia; por ejemplo, destaca los rasgos de un relieve determinado, si es alto o bajo (tomando en cuenta las alturas, distancias horizontales, inclinaciones), si es ondulado o quebrado, qué proporción de rocosidad o de suelo recubre la superficie, qué procesos erosivos se observan, entre otros aspectos. Ordenar sistemáticamente significa clasificar o agrupar; de manera que se pueden reunir conjuntos particulares de formas de relieve, tomando en cuenta meramente su aspecto exterior o, en su defecto, el origen que explica su existencia.

En efecto, se tiene que esta ciencia puede desglosarse en diversos campos como, por ejemplo, las morfologías fluvial, costera, glacial, eólica y estructural. El desarrollo de las formas de relieve se refiere al proceso evolutivo a que es sometida la superficie terrestre, gracias a la acción combinada de procesos internos, propios de la dinámica de la corteza, y de procesos externos, los cuales dependen de la acción del clima. Y es en la parte explicativa donde la geomorfología se convierte en una ciencia de gran interés para los iniciados en las ciencias de la Tierra.

Sin embargo, la mayor importancia de la geomorfología radica en sus aplicaciones prácticas: en ingeniería hay diversos campos dentro de los cuales es de gran utilidad. En ingeniería civil, por ejemplo, a la hora de proponer trazados de carreteras, y al recomendar áreas para urbanismos y sitios ideales para construir puentes o represas. En prospección de minerales, los procesos geomorfológicos fluviales, por ejemplo, suelen concentrar los minerales de placer (oro y diamante) en sitios particulares. Algunas estructuras favorables para el entrampamiento de hidrocarburos (pliegues anticlinales, fallas) pueden proyectarse hasta la superficie y servir de guía en la exploración de los mismos.

En ingeniería agropecuaria, los tipos de suelos y la disponibilidad de agua varían de un relieve a otro; así que cada cultivo requiere de un ambiente en especial, e, igualmente, la cría de diferentes especies de animales (ganado). Hay otras áreas del quehacer científico donde pueden aplicarse los principios geomorfológicos, como son las ciencias y artes militares (estrategia); la planificación territorial, es decir, la asignación de usos de la tierra en un espacio determinado; la planificación del turismo, en este caso ideando las formas de sacarle provecho a la naturaleza en actividades recreacionales como: excursionismo, navegación, pesca, escalado, etc.

Principios fundamentales

En los estudios geomorfológicos es necesario considerar toda una serie de principios de vital importancia que son útiles a la hora de analizar la razón de ser del relieve terrestre, cabe destacar algunos de ellos.

Los procesos geomórficos: Las formas del relieve son un reflejo directo de la acción de distintos procesos geomórficos. El conjunto de procesos responsables de transformar constantemente la superficie, podemos subdividirlo en cuatro grupos: exógenos, endógenos, el papel de los organismos vivos, incluido el hombre, y los procesos extraterrestres.

  • Los exógenos o externos: Dependen de los procesos atmosféricos o del clima, los podemos subdividir en degradación y agradación. Degradación significa destrucción del relieve mediante la meteorización de las rocas, la erosión de los suelos y los movimientos de tierras. Agentes externos como la precipitación, la escorrentía, el hielo, el viento y el oleaje hacen posible la degradación. Dichos agentes contribuyen a su vez con el transporte de materiales de unos lugares a otros para determinar la agradación; es decir, la acumulación de sedimentos que trae consigo la construcción de otros relieves.

  • Los procesos endógenos dependen de las fuerzas internas que afectan la corteza. La teoría de la tectónica de placas nos indica que nuestro planeta está compuesto por una capa exterior (litosfera) subdividida por planos debilidad, donde unas placas se separan con respecto a otras, o chocan creando megarrelieves como cadenas montañosas, arcos volcánicos, dorsales oceánicas, fosas abisales y rifts. Esas mismas fuerzas se encargan de levantar o hundir regiones, de fracturar o de plegar las rocas y de hacer ascender hasta la superficie grandes volúmenes de magma (vulcanismo). Al origen de montañas se le llama orogénesis; en cambio, la epirogénesis consiste en los movimientos de la corteza que no crean importantes deformaciones.

  • El papel de los organismos vivos: Las plantas, dependiendo del grado de cobertura, se constituyen como una capa protectora de los suelos. Bien es conocido el efecto devastador de las lluvias en las zonas deforestadas, desde donde se desprenden miles de metros cúbicos de sedimentos que se trasladan vertiente abajo. En climas fríos o templados, la acumulación de materia orgánica u hojarasca produce ácidos orgánicos que aceleran la meteorización de las rocas. Hay animales fosadores como las hormigas y termitas que se encargan de remover miles de toneladas de tierra de unos lugares a otros. Hay animales marinos como los corales, los cuales, debido a la acumulación de sus restos calizos, originan las llamadas costas de arrecifes. El animal de mayor poder de transformación del medio natural es el hombre. El animal humano remueve miles de toneladas de rocas destruyendo unos relieves para luego construir relieves artificiales. El hombre altera los procesos erosivos del medio natural para llevar a cabo actividades de subsistencia como la agricultura y la minería. En la actualidad el hombre posee una tecnología capaz de destruir por completo el ecosistema terrestre, si se considera el poder destructor de las armas nucleares.

  • Procesos extraterrestres: Dependen del impacto de cuerpos provenientes del espacio exterior, entre estos están los cometas, asteroides y meteoroides (estos últimos con un tamaño entre 100 micras y 50 m). Por ser de menor probabilidad de ocurrencia, son relativamente de menor importancia. Gracias a la envoltura gaseosa que rodea a la Tierra, la mayor parte de los meteoroides se evaporan al hacer roce con la atmósfera. Al ir acercándose a la superficie la mayoría van perdiendo masa y se convierten en estrellas fugaces. Se les llama meteoritos a los fragmentos que alcanzan la superficie sin ser destruidos. Los impactos dan lugar a cráteres meteóricos, depresiones en forma de paila y poco frecuentes en el planeta. La gran cantidad de estas depresiones sobre la superficie lunar (donde no hay atmósfera, no llueve, no hay ríos) hace suponer que en la tierra las huellas dejadas por los cuerpos extraterrestres son rápidamente borradas por los procesos erosivos.

Uniformitarismo: Este principio es básico para estudiar la historia de los paisajes, si "el presente es la clave del pasado", eso significa que los mismos procesos que actúan hoy en día son los mismos que actuaron en el pasado, aunque no siempre con la misma intensidad. Observando, por ejemplo, la secuencia sedimentaria presente en un acantilado, podemos interpretar los hechos que ocurrieron en tiempos remotos: una capa de conglomerados puede indicar la antigua cercanía de vertientes montañosas; la estratificación cruzada en un estrato de areniscas puede ser el reflejo de un antiguo lecho de inundación meandriforme; una capa de materia orgánica fósil indica la remota existencia de un ambiente pantanoso; una capa de cenizas volcánicas es una clara evidencia sobre pasados eventos volcánicos acaecidos en la región objeto de estudio. De allí que mediante la geomorfología podemos realizar proyecciones históricas, lo que, a su vez, no nos impide inferir sobre lo que pudiese ocurrir en el futuro de una región determinada.

La estructura: La estructura geológica es determinante en el desarrollo del relieve. Gran parte de las formas topográficas son una manifestación directa de las estructuras geológicas presentes. Por ejemplo, los ejes anticlinales y sinclinales determinan la existencia de relieves de crestas y valles paralelos; las fallas pueden controlar el desarrollo de bloques levantados o hundidos. Igualmente, los ríos suelen discurrir a lo largo de los planos de debilidad de las rocas como las fallas. La estructura tiene relación, a su vez, con la composición mineralógica que puede asociarse a la mayor o menor resistencia de las rocas ante la meteorización o la erosión; en consecuencia, en la naturaleza hay rocas de gran resistencia, como aquellas que poseen un alto contenido de cuarzo (cuarcitas, areniscas), y originan relieves elevados que resaltan sobre aquellos constituidos por rocas más débiles; en efecto, el resultado puede ser un paisaje con alineaciones montañosas alternadas con valles o llanuras. Dentro de las rocas duras figuran también los conglomerados, calizas, rocas ígneas ricas en cuarzo, entre otras. Dentro de las rocas blandas: lutitas, limolitas, arcosas, yesos y esquistos arcillosos.

La importancia del Cuaternario: La mayor parte del relieve terrestre tiene una edad no mayor a la del Cuaternario. Esta era comenzó hace cerca de dos millones de años. Las rocas que conforman los relieves pueden poseer todas las edades posibles, como, por ejemplo, en el Escudo Guayanés, las rocas de la provincia Roraima poseen una edad algo superior a los 1.700 m.a. A pesar de la resistencia de las areniscas de Roraima, un lapso de dos millones de años es suficiente para que ocurran múltiples transformaciones de detalle (microrrelieve) en los topes y en los bordes de las mesas o tepuyes, pues todos los relieves, por más duros que sean sus materiales, terminarán desapareciendo por meteorización y erosión. Cuando en la naturaleza se preservan relieves de una edad superior a la del Cuaternario, se tratará entonces de relieves exhumados; es decir, relieves originados en eras anteriores, sepultados por capas de sedimentos que en el presente están siendo removidas.

La glaciación del Pleistoceno fue el evento de mayor relevancia del Cuaternario, un período durante el cual la temperatura global del planeta alcanzó probablemente unos 10 grados centígrados menos que en el presente. Esto trajo como consecuencia que los glaciares continentales se extendieran hacia latitudes más bajas y que gran parte de las zonas montañosas del mundo fueran recubiertas de hielo. Inclusive, en las áreas montañosas intertropicales los glaciares ocuparon los niveles ubicados por encima de los 3.000 msnm, como es el caso de los estados andinos de Venezuela. Durante la glaciación el clima fue más seco, lo que se asoció a una capa de vegetación pobre. Por lo tanto, hubo las condiciones ideales para que se removieran gigantescas cantidades de sedimentos desde las vertientes hacia las zonas bajas. La glaciación fue interrumpida por períodos interglaciales de clima más húmedo y cálido, al igual que el de ahora (Holoceno). Los períodos fríos se prolongaban por aproximadamente 100.000 años; mientras que los interglaciales duraban solo 10.000, y para entonces los grandes volúmenes de hielo desaparecían y en los lugares afectados y en sus inmediaciones quedaban las huellas distintivas como evidencia de lo ocurrido.

Estos cambios de clima hicieron oscilar el nivel del mar: durante la glaciación disminuyó, y durante las épocas interglaciales, dicho nivel aumentó. Estas variaciones han repercutido considerablemente en la morfología de las costas del presente.

El ciclo geomórfico: Consiste en los sucesivos estadios por los cuales evoluciona un paisaje. Las distintas fases suelen denominarse con términos aplicados a los seres vivos; así, un paisaje en la etapa de juventud es típicamente montañoso, de grandes desniveles, de vertientes escarpadas, y con valles estrechos en forma de garganta. Un paisaje en la etapa de madurez sigue siendo montañoso, aunque con menores alturas a causa del rebajamiento, con vertientes menos inclinadas; sus valles han desarrollado un lecho de inundación amplio y plano, y los ríos ya no presentan saltos ni rápidos como en la etapa anterior. Un paisaje en la etapa de vejez se ha rebajado intensamente, los ríos discurren por valles mucho más amplios y las antiguas montañas se han convertido en colinas de poco desnivel; se dice entonces que un paisaje ha alcanzado el estadio de la peniplanicie, es decir, un paisaje de topografía suavemente ondulada. La evolución de los paisajes es compleja y una región determinada no necesariamente atraviesa por todas las etapas, ya que el ciclo puede ser interrumpido por movimientos tectónicos. El ciclo completo requiere de varias decenas de millones de años y las distintas etapas no son de igual duración.

El clima: Es importante para el geomorfólogo la apreciación de los climas del mundo o de una región determinada, con la finalidad de entender con mayor precisión el funcionamiento de los distintos procesos geomorfológicos, para lo cual es menester tener un conocimiento sobre los índices fundamentales como: precipitación, temperatura y velocidad y dirección de los vientos. Con el objeto de tener una visión global sobre el clima, se puede echar mano de las clasificaciones climáticas más prácticas y conocidas como la de Köppen. Varios autores han aplicado esta clasificación en Venezuela, donde se ha determinado la existencia de los siguientes tipos:

Tipo de clima

Código

Lluviosidad

Temperatura

Vegetación

Localización

Tropical Lluvioso de Selva

Af

> 2500 mm

20 – 29 ºC

Selva

Estados Amazonas y Bolívar, etc.

Tropical Lluvioso de Bosque

Am

< 2500 mm

20 – 29 ºC

Bosque

Norte del estado Bolívar

Tropical Lluvioso de Sabana

Aw

800-2800 mm

20 – 29 ºC

Sabana, arbustal

Barinas, Anzoátegui, Apure, Monagas, etc.

Semiárido

BSi

< 800 mm

20 – 29 ºC

Xerófita

Falcón, Lara, N.Esparta

De Montaña Tropical

Cfi y Cwi

600->3000 mm

10 – 20 ºC

Variada

Mérida, Táchira y Trujillo

De Páramo

ETi

< 800 mm

0 – 10ºC

Herbazal

Mérida, Táchira y Trujillo

De nieve

EB

< 500 mm

< 0º C

Sin veget.

Mérida

Los climas Af y Am implican abundancia de agua. El agua es responsable de alterar los minerales de las rocas y de llevar vertiente abajo una carga determinada de sedimentos. El agua abundante determina la existencia de una capa de vegetación exuberante que le aporta protección a los suelos. Las altas temperaturas favorecen la actividad bacteriana y limitan la generación de ácidos orgánicos que influyen en la disolución de los minerales que componen las rocas; por tal motivo la acidificación de las aguas de infiltración es superior en las regiones de climas fríos o templados, lo cual trae como consecuencia la formación de cuevas, simas o sistemas de galerías. Un clima Aw, con una estación seca marcada, puede implicar que la superficie quede desprotegida de vegetación en el cierre de la época seca, lo cual pudiera traer consigo un mayor arrastre de sedimentos por efectos tanto de los vientos como por las lluvias durante los primeros aguaceros. Un clima Bsi significa la existencia de un paisaje de vegetación escasa, susceptible de ser erosionado durante los días de lluvias torrenciales; en casos especiales como en el norte de Coro, Falcón, la fuerte velocidad del viento ha originado la formación de extensos campos de dunas (arenas eólicas). En los climas fríos de alta montaña (EB), el congelamiento ocasiona un tipo de meteorización física conocida como gelifracción, donde las rocas se rompen gracias a la formación de cuñas de hielo.

Referencias utilizadas

Geomorfología de Thornbury; Diccionario de Geología y Mineralogía de Ediciones Rioduero; Geografía Física de Venezuela de A. Cárdenas; Compendio de Geomorfología de Venezuela de J.E. Santiago; www.wikipedia.com; Diccionario de la Real Academia Española, disponible en: www.buscon.rae.es

 

 

Autor:

Jesús Enrique Santiago

Geógrafo – Geomorfólogo, M.Sc.Profesor de Geomorfología en la Universidad de OrienteCiudad Bolívar,  Venezuela.