- Introducción
- Crónica a Iosvani Gutierrez
- El ejemplo de Simanca
- Testimonio de una corresponsal
- Las carreras largas son su principal anhelo. Yordan Ramos
- Directores del deporte en Yaguajay después del 59
- Una vez escribí esta crónica a Mayra González Borroto, todo un ejemplo
INTRODUCCION
Ciertamente la historia deportiva de Yaguajay pudiera escribirse de forma individual, pero siempre se cometerán errores, pues existen permanentemente personas o figuras, que aunque se crea insignificante, son muy necesarios para el logro y los resultados del movimiento deportivo.
En el presente se recogen solo varios ejemplos, que también, junto a aquellos atletas que han brillado internacionalmente, lo hacen en suelo patrio.
Ciclismo
Sobre Bielas y pedales, un hombre que no cree en las casualidades, impuso su voluntad de acero y hoy convertido en entrenador imparte el ciclismo en el norte yayabero.
Las sonrisas y Jaranas caracterizan a Iosvani Gutierrez Rojas, gloria ciclística de yaguajay, sancti Spíritus y Cuba, quien acumula entre sus recuerdos medallas, Trofeos y Placas, que suman alrededor de 54 preseas de oro, una de plata y 35 de bronce.
El silencio no apaga la historia del varias veces corredor de Vueltas a Cuba, quien después de su retiro, acompañado de su bicicleta, entrena y se prepara físicamente para mantener su forma y calidad de vida.
Aunque extraña su vida como deportista activo, este destacado Ex atleta quien hace dos años regreso de su misión Internacionalista en Venezuela, se levanta temprano, pedalea, marcha al trabajo y allí como técnico deportivo enseña el ciclismo en la Escuela Comunitaria Luis Torres.
Ahora sobre bicicletas, las carreteras son mas densas para Iosvani que aprovecha su tiempo laboral para incrementar el arte ciclístico en suelo yaguajayense, tierra que defendió en los diferentes niveles competitivos.
Para viajar sobre Bicicletas con Iosvani Gutiérrez Rojas gloria del deporte de las bielas y los pedales del Norte espirituano.
No me resisto a saber que de su voz quedará solamente en la memoria la palabra pausada, sensible, preñada de historias. Me veo frente a él, vestido de persona sencilla, porque él también lo era , en nuestro Juan Francisco de siempre, hurgando en cada palmo del Campamento Rebelde Camilo para encontrar una anécdota más del legendario guerrillero y de sus barbudos soldados.
Se le extrañará eternamente, pero sobre todo en cada octubre y diciembre. Y es que Ramón Simanca Medina fue de esos hombres de acciones memorables a través del tiempo, desde aquel lejano 1934 en que se incorpora a la actividad revolucionaria como miembro del Partido Comunista primero y posteriormente en las filas del Partido Socialista Popular.
Precisamente cuando militaba en la clandestinidad colaboraba con el movimiento guerrillero que, bajo el mando de Félix Torres, dio la bienvenida a Camilo y su tropa en Jobo Rosado. Desde entonces se convierte en un fiel colaborador del Comandante de sombrero alón.
Vendría después el triunfo, la fundación de cooperativas campesinas, la Campaña de Alfabetización, el intenso quehacer partidista como miembro profesional en los Comités Municipales y Regionales y Provinciales. Más, el mérito de Simanca, como todos lo conocieron y recordarán, va más allá.
Desde 1968 y hasta el 95 resguardó con desvelo la rica historia existente en el campamento de Camilo en Juan Francisco, hoy Monumento Nacional, donde se jubiló a los 83 años de edad.
No solamente las tareas partidistas y políticas le vieron actuar. También obras de esparcimiento y recreación se vieron fortalecidas por las manos y la mente del eterno Simanca. Desde el principio de la Revolución el deporte en esa zona fue apoyado por él. Cargo de presidente del CVD, activista destacado, o cualquier otra tarea que provocara la recreación sana y ocupación del tiempo libre de la población. En eso fue también un ejemplo.
Múltiples medallas, distinciones y condecoraciones le fueron conferidas en vida por su quehacer sin tacha, digno del Vanguardia Nacional que Ramón Simancas Medina siempre fue, pero el mejor de los homenajes será el respeto a la memoria de quién sin dudas actuó como un revolucionario digno.
TESTOMINO DE UNA CORRESPONSAL.
Yo: Diusmila Rojas Monteagudo, nací el 11 de diciembre de mil176 en el seno de una familia humilde y netamente revolucionaria en el CAI Simón Bolívar, perteneciente al Consejo Popular Vitoria. Hija de Miguel Rojas Rodríguez, Gloria Deportiva del Municipio en el Béisbol y de Reina Monteagudo Ramírez, trabajadora del INDER.
Como estudiante comencé en la Escuela Primaria Julio Antonio Mella, de Vitoria en el curso 81-82, centro en que me mantuve hasta 1986, donde participe en todos los matutinos y actividades especiales.
En la etapa 86-87 me traslade por mis condiciones deportivas al Centro de Alto Rendimiento, EIDE Provincial Máximo Gómez hoy Lino Salabarría Pupo; Allí proseguí con mis estudios hasta 1988. En los dos cursos fui Jefa de Destacamento en quinto y sexto grado, participe en todas las actividades políticas, culturales y deportivas, mientras como atleta intervine en citas nacionales.
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