Descargar

La gordura: ¿Instinto desbocado? o ¿Desregulación afectiva? (página 2)

Enviado por Felix Larocca


Partes: 1, 2

"La ansiedad era demasiado

"Era la misma ansiedad que siempre me ataca cuando me doy los empaches nocturnos

"Pero, aquí también me dieron sudores fríos

"Me sentía horrible y no sabía qué hacer

"Me di por vencido y pedí dinero prestado

"Por eso gané las cuatro libras

"Por eso no quería venir a que me pesaran…"

La desregulación afectiva

edu.red

Pérdida de control

Uno de los atributos fisiológicos del cerebro es que se considera un órgano auto regulador.

En otras palabras, un órgano que mantiene su equilibrio por medio de funciones internas y automáticas que lo dirigen.

El hipotálamo logra lo mismo, manteniendo los elementos esenciales para nuestra supervivencia en equilibrio constante.

Mientras escribo, mi ritmo cardíaco, mi nivel de glucosa sanguínea, mi temperatura y otros valores esenciales permanecen estables.

Lógicamente, una de las funciones adaptivas del hipotálamo consiste en predecir eventos para evitar catástrofes.

Por ejemplo, cuando viajábamos a Vancouver en diciembre, acompañados por nuestras gatas persas, cuando abordábamos el taxi en el aeropuerto, notamos que sus pelambres habían crecido considerablemente durante el viaje de seis horas.

Antes, de que algunas anoréxicas comienzan su dieta de auto-inanición, los períodos cesan.

En los días que preceden cualquier dieta, hay un período ansiedad.

En otras palabras que, parece ser como si fuera, que el hipotálamo posee censores que operan por todo el cuerpo, los que le informan los ajustes necesarios que tendrá que hacer para mantener el organismo regulado y en equilibrio.

Uno de los factores que oponen el tratamiento exitoso del obeso, es que su hipotálamo, en lo que respecta al comer, está fuera de control.

Estado de descontrol que se refleja en otras esferas de su vida.

Como por ejemplo, una tendencia a querer satisfacer todo lo que se les antoja, sea la obtención de una computadora más costosa y más compleja, cuando ésta, no está a su alcance monetario, o servirse la cuarta porción de pastel, cuando ya está atiborrado.

Las conexiones entre los centros del placer y las cortezas prefrontales están suspendidas para asuntos que pertenecen a la comida.

edu.red

Daniel rehúsa los alimentos del rey

Entonces, la realidad se ausenta del escenario con tristes consecuencias.

En el tratamiento exitoso de la obesidad entran muchos factores, uno de la mayor importancia es asistir al paciente a lograr la auto regulación en todos los aspectos de su vida para mantener el hipotálamo, asimismo, en homeostasis.

No es un concepto muy complicado para ser entendido.

Si pensamos en lo que Jung llamara la confluencia de los instintos, se clarifica más. (Véase mi artículo: Los Instintos básicos).

Revisemos este último concepto

La confluencia de los instintos

Carl Jung, anticipó hace años lo que la ciencia biológica actual considera uno de sus principios básicos: "la confluencia de los instintos". Esto consiste en la marcha de varias pulsiones reflejas, de jerarquías distintas, actuando en conjunto hacia el cumplimiento del mismo acto adaptativo. En el campo de la genética esto consiste en la influencia fusionada de la herencia y del entorno, operando en conjunto para lograr los mismos fines de adaptabilidad.

En otras palabras, nuestra sexualidad y nuestra alimentación son gobernadas por factores que no conllevan necesariamente a la satisfacción versátil de los impulsos que las controlan — podemos comer y tener relaciones sexuales sin otros fines que el placer.

En cierto modo, este ajuste polimorfo tiene sentido, porque la coincidencia de varios ímpetus disímiles o de una variedad de factores genéticos y de entorno operando en tándem, nos asegura de la reduplicación de mecanismos que garantizan que la eliminación aleatoria de un componente no anula el destino final de la pulsión. A esta redundancia funcional se debe en parte nuestra supervivencia, y la de nuestros descendientes, como género.

El amor, el sexo, el apetito y el comer

Las páginas que describen todas las hormonas involucradas en los mecanismos del hambre y la sexualidad humana, y los impulsos, que con ellas se asocian, son muchas, por lo que aquí utilizaremos de modo sucinto los conceptos que se adaptan a nuestra tesis.

edu.red

Toda una sinfonía de neurotransmisores se ensambla para producir la orquestación de la vida bajo la batuta del hipotálamo cerebral.

Pero, esta obra maestra es tan fundamental que, para que no se cancelara en su debut y en sus representaciones futuras, la Naturaleza la compuso de modo que todos los instrumentos serían intercambiables — si un músico se incapacita, otros interpretarán la parte afectada de manera redundante y eficiente.

De lo que deducimos que, cuando la orquesta se fragmenta, que el hipotálamo, como director musical no puede detener la cacofonía resultante.

No sucede exclusivamente, con el instinto que nos impulsa a comer, puede ser con el instinto sexual, como tantas celebridades atestiguan con comportamientos que indican que el principio del placer cedió la arena al de la realidad.

En resumen

El tratamiento de la obesidad es asunto de mucha complejidad, para que se resuelva con comer menos y caminar más, o con la reducción mecánica de la capacidad funcional de un órgano vital.

Para lograr hacer cambios permanentes un análisis de los factores que la producen, facilitan y mantienen es esencial, algo que muy pocos que dicen tratarla, intentan

Bibliografía

  • Larocca, F: (2007) El por qué perder de peso es asunto tan elusivo en monografías.com

  • Larocca, F: (2007) La Opción de Hobson en el tratamiento de la gordura en psikis.cl y en monografías.com

  • Ruppel Shell, E: (2002) The Hungry Gene: The Science of Fat and the Future of Thin Atlantic Monthly Press

 

 

Autor:

Dr. Félix E. F. Larocca

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente