Análisis político, económico y de impacto popular
En España un 70 % de los hogares tiene dos televisores. Ante estas cifras podemos concluir que los españoles son unos tele adictos. Y es cierto. Cada día los periódicos publican cientos de páginas dedicadas a hablar de la televisión y este electrodomésticos es uno de los principales temas de conversación ¿Viste el partido del Real Madrid de anoche? ¿A quién expulsaron de Gran Hermano? ¿Cómo terminó el capítulo de ayer de Cuéntame…? Los españoles reconocen que ven mucho la tele. Según las encuestas oficiales del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) un 38 por ciento dice que ve la televisión entre 1 y 2 horas diarias y un 23 por ciento afirma que se sienta frente a la pequeña pantalla entre 2 y 3 horas cada día.
La televisión es en España el medio de comunicación más seguido, con mayor influencia social y con mayor peso político. La televisión no para de crecer y de evolucionar. En 1956, y ahora celebramos el 50 aniversario, empezaron las emisiones regulares de la cadena estatal Televisión Española (TVE). A principios de los años 80 del siglo pasado nacieron las televisiones de ámbito regional o autonómico. La primera fue la vasca, Euskal Telebista (ETB) en 1982, y en 1983 apareció TV3 en Cataluña.
En 1991 surgieron las emisoras privadas de televisión: Antena 3, Tele 5 y el Canal Plus, que acabaron con el monopolio estatal que TVE había ostentado durante 35 años. Ahora, cuando ya estamos en el año 2006, el Gobierno ha aprobado la puesta en marcha de dos canales analógicos más (Cuatro y La Sexta) y ya se han iniciado, de manera experimental, las emisiones de la Televisión Digital Terrestre (TDT) que revolucionará el mando a distancia español. A través de la TDT, el telespectador recibirá, al menos, unos 30 canales nuevos. Será a partir del 2010.
Pero ¿qué papel han jugado las televisiones autonómicas en el panorama audiovisual? Antes de nada hay que explicar a los lectores que el Estado español está dividido, desde la aprobación de la Constitución de 1978, en 17 autonomías, cada una con un Estatuto que les concede diversas competencias, que hasta ese momento eran estatales.
Para hacernos una idea, la estructura política de España podría compararse a la de los Estados Unidos de América, con sus estados, o a la de Alemania, con sus landers. Entre las competencias figura la posibilidad de crear un canal público de televisión y las Comunidades Autónomas quisieron ejercer este derecho, es decir, contar con sus radios y televisiones para distanciarse de la información que se servía desde los medios públicos del Estado central. Donde había una mayor demanda era en Cataluña y en el País Vasco, dos regiones con motivaciones políticas y culturales especiales. En la actualidad, ya funcionan 13 canales autonómicos y para este año 2006 se anuncia la inauguración de las televisiones de Murcia, Aragón, Extremadura y Asturias con lo que, prácticamente, se completaría el mapa autonómico televisivo.
Las televisoras autonómicas no son residuales, al contrario, tienen un porcentaje considerable de audiencia. En 2005 el conjunto de teles autonómicas tuvo, según SOFRES, un 17’3% por ciento de la audiencia media total. A poco más de dos puntos se situó TVE (19’6%) y a poco más de cuatro están las privadas Antena 3 (21’3%) y Tele 5 (22’2). Por comunidades, la televisión de mayor audiencia es Canal Sur de Andalucía con un 20’2 % , seguida de TV3 con el 19’6 %, ETB con un 18’4 % y el 17’2% de la Televisión de Galicia (TVG). ¿Cómo se han ganado esta parte del pastel de la audiencia? Su éxito, en la mayoría de los casos, se basa en una combinación de calidad y cercanía. Informativos y deportes son los ejes de su programación. Y, además, la lengua es uno de sus pilares fundamentales.
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