Aprender a Aprender, su inclusión como asignatura en los primeros años de las carreras

Resumen

La atención a los estudiantes de primer año de las carreras en las universidades cubanas constituye una prioridad por la importancia que reviste su preparación desde el inicio de su vida universitaria.

La asignatura Aprender a Aprender, incluida en los cursos introductorios juega un papel preponderante en este sentido, es por ello que traemos una propuesta desde su diseño y los resultados de su aplicación en las carreras de la Universidad de Pinar del Río

Introducción

La Educación Superior Cubana ha venido asumiendo un nuevo modelo pedagógico que requiere menor presencialidad y por ende mayor autonomía por parte de los estudiantes, uso de medios telemáticos, lectura de abundante información de las temáticas a abordar la cual necesita ser clasificada para su uso; los estudiantes por su parte ingresan a las Universidades con insuficiencia en el aprendizaje, en las estrategias utilizadas para ello y la planificación y organización de su tiempo en aras de la formación.

Es por este motivo que surge la necesidad de incorporar y diseñar una asignatura que contribuya a resolver tales deficiencias en la formación profesional de los estudiantes de la Educación Superior Cubana; Aprender a Aprender, como asignatura obligatoria del curso Introductorio en el primer año de las carreras de Ingeniería en primer lugar y del resto de las carreras posteriormente.

Para responder a la necesidad en la formación de los profesionales es importante destacar que no solo es necesario impartir conocimientos, sino enseñar a buscarlo cuando sea necesario, enfatizando en la orientación educativa.

Se pretende en la asignatura enseñar a los estudiantes a perfeccionar sus hábitos y métodos de estudio, así como sus estrategias de aprendizaje, a buscar información cuando se necesite, a comprender las lecturas, a organizar, distribuir y optimizar el tiempo, a socializar lo aprendido y a ganar confianza en sí mismos como cualidad para vencer obstáculos.

De esta manera se tributa al desarrollo de un aprendizaje exitoso y a un tránsito más eficiente por la Universidad, brindándole herramientas a los estudiantes para lograrlo, formando profesionales cada vez más revolucionarios, comprometidos con su tiempo, capaces de contribuir al desarrollo del país de una manera propositiva, independiente, creativa y competente.

El primer requisito para el cambio sería: Trasladar el énfasis de la educación didactista y del llamado aprendizaje "bancario", al desarrollo del alumno como sujeto capaz de aprender por sí mismo a lo largo de la vida lo que requiere una reestructuración más amplia y profunda de la enseñanza en lo siguiente (G. Fariñas, 1995, 2004 y 2005):

Primero: Asumir que el estudiante es un sujeto integral, por excelencia activo y concreto, no un proceso de aprendizaje, no un individuo pasivo y abstracto que asiste a nuestras clases para recibir con carácter normalizado el contenido.

Segundo: Superar los métodos de enseñanza y evaluación estandarizados, instaurando una enseñanza basada en las dinámicas de autoorganización del desarrollo del estudiante.

Tercero: Reorganizar el contenido a dominar, sobre bases más dinámicas, lo que requiere un mayor conocimiento de su evolución, a lo largo de la historia y la actualidad.

Para lo cual se hace necesario, entre otras cuestiones, propiciar una influencia educativa -en la medida de lo posible-, más personalizada cada vez. Es necesario saber identificar y apreciar las dinámicas emergentes (autoorganización) del aprendizaje, tanto individual como grupal y, respetar sus lapsos de ocurrencia, valiosos para los saltos cualitativos del desarrollo humano.

Desarrollo desde el diseño de la asignatura

La enseñanza universitaria exige el desarrollo de habilidades básicas de estudio, altos niveles de autonomía y de planificación del tiempo, sin embargo los estudiantes que llegan a las aulas universitarias en estos momentos presentan serias dificultades en el aprendizaje y en las estrategias para enfrentar el nuevo sistema de enseñanza; es por este motivo que surge la asignatura Aprender a Aprender, inicialmente como medida propedéutica en la enseñanza semipresencial y posteriormente como parte de los cursos introductorios también incluidos en los primeros años de todas las carreras de Ingeniería.

La asignatura debe su nombre a uno de los aprendizajes básicos que promueve la UNESCO como pilar de la educación del siglo XXI. Además a la intención de lograr un aprendizaje permanente a través de estrategias básicas.

Desde sus inicios ha existido solo como orientaciones metodológicas generales, pero no está diseñado y oficializado un programa para ella, cada Institución de Educación Superior y a su interior, cada colectivo de carrera tiene la posibilidad de realizar su propio diseño de asignatura.

Esto ha traído como consecuencia que los niveles de preparación de los estudiantes sean diferentes y no se unifique su preparación a fin de compensar los malos hábitos de estudio y habilidades asociadas a la nueva enseñanza.