La Anatomía del Gobernante Cínico: o lo que Reflexiona quien Afecta no Escuchar a sus Críticos (página 2)

Anatomía ésta, que no corresponde en ninguna medida a la constitución moral y personal de la mayoría de los "líderes" ocupantes del solio de la multiplicidad de las naciones "civilizadas".

El líder, de acuerdo con la Ley Natural, es sabio y prudente. Es justo y equitativo. No abusa del poder para usurpar los derechos de otros. No miente. No manipula. El líder no apoya ni consiente la corrupción. El líder aborrece el nepotismo y sus consecuencias nefastas. El líder no hace decisiones impulsivas. No engaña. El líder respeta su posición y respeta a la de los demás, a quienes no abochorna o insulta. El líder entiende que su persona (no predestinada) representa la seguridad tribal y que, como será juzgado por sus compatriotas con la dureza que su posición especial exige, él no puede apoderarse del poder como si a él sólo le correspondiese.

Sin embargo, y a pesar, el líder de hoy, generalmente, es un fanfarrón que usó el subterfugio de encuestas para llegar al poder, sin preparación ni talento.

Bush, por ejemplo, hace uso de farsas baratas y de mentiras maliciosas para justificar la invasión de Irak. Nos dice, como excusa: "Saddam trató de asesinar a mi papá…" Castro, por su parte, usa la "defensa" del socialismo "revolucionario" para justificar la escala de represión abominable e inhumana que mantiene en la isla república de Cuba.

Kim Jong Il, hereda de su padre una dinastía ("comunista") y la convierte en una mitología religiosa para justificar su vida esplendente mientras que los pobres norcoreanos viven en la más ignominiosa de las miserias humanas.

Hay muchos más ejemplos de los líderes que traicionaran a los pobres, pero que a quienes recurren con el "amor" debido cuando las elecciones se aproximan.

Presentamos aquí, para la edificación de nuestros lectores, algunos líderes; que lo son, en el sentido estricto de la palabra.

Cincinnatus

Un líder: Lucius Quintius Cincinnatus (519-430 BC) General y adalid romano. Electo dictador en dos ocasiones. Rescató la República rehusando los honores inmediatos ofrecidos por sus aduladores agradecidos que le asignaban el poder permanente. Prefirió, en lugar de aprovecharse del poder, volver a labrar sus tierras, como tantos otros, hoy, debieran…

Otro líder: Nelson Mandela (1918- ) Héroe de Sur África, cuyos actos de valor y de patriotismo culminaron en ser acusado de sedición y ulteriormente ser condenado a servir una injusta sentencia de encarcelamiento por vida. Un hombre digno y con carácter cuyos actos cuando asumiera el poder de su país, negaron la ambición de perpetuarse o de enriquecerse en el poder. ¡Qué persona ejemplar!

Un líder: Mahatma K. Gandhi, cuya vida, martirio y muerte están ligados intrínsicamente con los eventos que culminaran en la creación de la mayor democracia que hoy existe en el mundo: La India.

Un líder, José Martí. Todos los conocemos. Otro, Máximo Gómez. El único generalísimo dominicano digno de así ser señalado. Uno más, Juan Pablo Duarte. Cuyo nombre se invoca convenientemente e irrespetuosamente cuando, los extravagantes políticos dominicanos, cacarean como apostasía vulgar, las palabras de su nombre y los sentimientos estéticos que glorifican nuestro escudo: Dios, Patria y Libertad…

De los gobernantes en el panorama actual sólo puede decirse que, si muchos de entre ellos no hubiesen recurrido a la patraña, a la decepción y al engaño que nunca hubiesen ascendido a la posición especial donde hoy (de modo inmerecido) se encuentran. Pero, eso es para los que votan, rectificar…

Terminemos este artículo de hoy, presentando una categoría nueva, la de no-líder.

Un no-líder: Silvio Berlusconi. Otro en la misma categoría, Tony Blair. Lo mismo podemos decir de Hugo Chávez. Pero habiendo tantos y tantos no-líderes en nuestro panorama mundial; donde los "líderes" compran y usurpan sus poderes inmerecidos y venales, le instamos a nuestros lectores que llenen los copiosos espacios vacíos, usando las lecciones de "anatomía" ofrecidas en este artículo con el nombre del no-líder de su preferencia.

El no-líder de mi vida es: ___________________

Mientras tanto, enseñemos la historia de nuestras civilizaciones a quienes nos seguirán, para que aprendan a diferenciar entre los héroes y los anti-héroes.

Bibliografía

Durant, W. and Durant, A: The Story of Civilization (Vol. III – From Cæsar to Christ) (1959) Simon & Schuster NY

Dr. Félix E. F. Larocca