- Introducción
- Consideraciones generales
- Impacto del Turismo sobre el Medio Ambiente
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
El turismo es una de las actividades que más dinero mueve al año y que menos respeta el medio ambiente. Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), hacia junio del año 2009 los ingresos procedentes de esta actividad giraron en torno a los 807.000 millones de dólares. Pero el turismo no siempre es sostenible o responsable y no por qué no se sepa lo qué hay que hacer. En junio de 1992 se redactó la Declaración de Río de Janeiro sobre Desarrollo y Medio Ambiente, en la que se daban las recomendaciones oportunas para la elaboración de líneas generales a seguir con el objetivo de poner en marcha políticas más razonables. Sin embargo, dieciocho años después, las cosas no siguen el camino adecuado.
El turismo tiene efectos positivos, no se puede negar. Se crea empleo, las poblaciones locales se ven beneficiadas con los ingresos generados, se favorece el intercambio cultural…Pero en lo referente al medio ambiente, tiene demasiados efectos negativos: se destruyen paisajes para la construcción de infraestructuras y edificios, se alteran los ecosistemas, o se favorece el cambio climático por las emisiones de dióxido de carbono procedentes de los transportes aéreos. Prueba de ello son los campos de golf, tan habituales últimamente en España, que requieren de un ingente consumo de agua; las playas a las que se recorta espacio para construir casas o las montañas que cada vez en mayor número son coronadas por estaciones de esquí.
Son demasiados los ejemplos que se pueden poner del daño que ocasiona el turismo al medio ambiente. Pero no es esta práctica en sí. Son las autoridades de los países, los turistas que recuerdan a Atila, arrasando con todo lo que encuentran. Los manglares, los arrecifes de coral, la cuenca amazónica, el hotel del campo base del Aconcagua, el litoral español…los sufren cada año.
Aunque el turismo no es considerado objeto de estudio por los científicos sociales y es percibido, por lo general, como un asunto de moda, su importancia económica, su creciente impacto cultural y ambiental justificarían la realización de una investigación sobre la materia.
Consideraciones generales
Si el turismo ha representado una actividad importante para la economía mundial, en tanto fenómeno masivo y actividad que requiere de una gran infraestructura y complejos servicios que no siempre han tenido una adecuada planificación, se ha convertido en un constante deteriorador del medio ambiente natural y social.. No solo ha transformado el aspecto físico de las zonas turísticas, sino que ha generado graves trastornos ecológicos: destrucción de ecosistemas, disminución de la cantidad y calidad del agua, empobrecimiento y contaminación de los suelos, extinción de múltiples especies de la fauna, afectación severa de la flora, depredación pesquera y contaminación de mar, así como desintegrador de actividades económicas tradicionales, aculturación, migración, fenómenos de crecimiento poblacional y urbano desordenado, falta de servicios públicos, entre otros.
Aunque el crecimiento de la actividad se ha sustentado en el llamado modelo turístico convencional de "avión, hotel, playa", a finales de la década de los ochenta, esté modelo empezó ha presentar síntomas de agotamiento y de crisis, expresado en la espiral descendente de los grandes centros turísticos tradicionales (abatimiento de su rentabilidad y el inicio de su decadencia y agonía) fenómeno que se observa en ciertas zonas del mediterráneo europeo.
La nueva corriente turística se dice, es resultado de los cambios en los valores y hábitos de vida ocurridos en las poblaciones de los países desarrollados, que procuran mejorar su calidad de vida (mediante nuevas formas de utilización del tiempo libre y un ambiente limpio).
Efectivamente, estas poblaciones con altos ingresos, con más tiempo libre, sometidas a las tensiones y a la despersonalización de las ciudades y de la vida industrial, así como crecientemente preocupadas por mejorar su calidad de vida demandan servicios turísticos en los que encuentren satisfacción a una diversidad de intereses, atención personalizada, destinos vacacionales naturales (exóticos) y un ambiente limpio.
De acuerdo a los datos de la Organización Mundial de Turismo (OMT), el segmento turístico que actualmente experimenta el más acelerado crecimiento es el llamado turismo "alternativo", es decir el turismo que tiene como destino la naturaleza y que incluye todas aquellas practicas turísticas conocidas como turismo especializado: turismo de aventura, científico, cinegético, montañismo, campismo, buceo, safarí fotográfico, canotaje, espeleología, ecoturismo, etc.
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