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La Sexualidad, la Oralidad, como instintos, y el Comer como función

Enviado por Felix Larocca


Partes: 1, 2

  1. Nuestro propósito en esta lectura
  2. La Biblia revisitada
  3. En nuestro medio
  4. Caracteres de nuestros campos del siglo pasado
  5. ¡Cómo son las cosas cuando son del alma!
  6. Discusión y resumen
  7. Bibliografía

En un gesto histórico de su ingenuidad extraordinaria, Sigmund Freud fundó el psicoanálisis el que cimentó en una teoría de "conflictos" fundamentada en la interpretación de los afectos de nuestra especie asociados con el desarrollo psicosexual.

Para el Padre del Psicoanálisis todo lo aparentemente humano sería de una simplicidad extraordinaria. Nuestros instintos, a medida que nos desarrollábamos avanzarían progresivamente, de acuerdo a la actividad placentera y que primara en la reducción del estrés que fuera dominante en la fase específica del desarrollo.

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Bdelloid rotifer

Así nos legó la fase Oral, la Anal, y la Fálica hasta que todo concluyera en la llegada de la madurez final.

Nuestro propósito en esta lectura.

Para simplificar la naturaleza de esta tesis evitaremos desplegar todos los conocimientos que han derivado del psicoanálisis clásico, los que son muy amplios; limitándonos a concentrar nuestras reflexiones en aquellos que involucran las actividades eróticas y orales y de cómo éstas se ajustan al tratamiento o modificación de ciertas actividades mal-adaptivas.

Específicamente, de cómo comemos para engordar o para remediar este estado.

La Biblia revisitada

En el principio eran el huevo y el esperma

Después de la fecundación del óvulo por el espermatozoide nuestra existencia embrionaria como seres humanos comienza. Recordar, aquí debemos, que este tipo de reproducción sexuada no es ni la más económica ni la más práctica de todas las conocidas en el mundo natural.

Los rotíferos, se reproducen como seres asexuales y, por ello, esencialmente, permanecen inmortales.

Pero nosotros, por razones de naturaleza, todavía muy poco entendidas, conjugamos individuos de dos géneros para consumar la acción que culmina en el milagro de la vida.

Todo comienza antes de la copulación, ya que previo a que los gametos se acoplen, muchos factores determinarán la culminación feliz de dicha futura unión.

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Los estudiantes de la embriología son testigos de los cambios que la evolución de la vida intrauterina conlleva en sus complejidades.

Pero, es con esa existencia intrauterina y con nuestro desarrollo ontogénico, que nuestras vicisitudes adaptivas y sus consecuencias adversas tienen su origen.

Para no elaborar mucho acerca de esto, sólo repetiremos que la edad de los padres, las condiciones del entorno, las circunstancias del embarazo y otros factores determinarán muchos de los eventos que definirán la existencia del nonato, futuro miembro de nuestra especie en estado de gestación

Prosigamos, entonces, enfatizando hechos que son de entendimiento común.

Sabemos de las influencias que la salud y el estado emocional de la madre auguran en el bienestar del infante. Sabemos que la madre que usa drogas y que fuma da nacimiento a bebés de bajo peso, adictos, o vulnerables a riesgos de naturaleza adversa para el desarrollo cerebral.

En el mejor de los casos, pensamos en el deber de proporcional a la mujer expectante, un estado de gestación óptima, con buena alimentación, actividad física moderada y tranquilidad espiritual.

Pero, a veces, en medio de esa tarea de índole tan delicada erramos por omisión o por comisión.

Creemos en que la alimentación debe de ser insuperable en su balance y valor nutritivo, mientras que, de manera indiscreta, celebramos las indulgencias culinarias opíparas por parte de la madre expectante, mientras que relegamos al olvido todo lo que se relaciona al aumento del peso de la mujer embarazada.

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En nuestro medio

Para una madre dominicana es tradicional haber ganado unas treinta ó más libras durante la gestación, o indicar que el comienzo de su obesidad residual, e intratable, tuvo su origen con el primer embarazo.

Eso se debe a los antojos y — quizás, especulo — a las actividades de neuronas espejo que, influyen en sus comportamientos, especialmente, cuando del comer se trata, a las mujeres embarazadas y a las que quisieran estarlo.

Hilda

La pobre Hilda. Era la tía del mismo carácter descrito en el TOC y el Onanismo de Nando, ya publicados.

Para entenderlo mejor, Gabriel García Márquez contribuyó, de cruda manera en sus libros picarescos descripciones burdas de la idiosincrasia latina, que los nórdicos, los anglosajones, los orientales y los árabes aparentemente logran soslayar.

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