Prólogo
Matías es el personaje central de la "La Familia de SAN Matías, Lucas y Antonio" mi propósito es mostrar al mundo exterior la experiencia de los doce municipios que conforman la Mancomunidad de Municipios del Norte de El Paraíso y Patuca, Olancho, el relato se queda corto, pero se enmarca en los municipios socios que llevan en su nombre de pila si se le puede llamar así, el SAN, es decir San Matías, San Lucas y San Antonio de Flores, desde el primer momento me di cuenta que entre estos municipios hay muchas cosas en común al igual que los demás municipios miembros de MANORPA, nací en el departamento de Francisco Morazán, pero mis mejores recuerdos de la infancia y adolescencia hasta este momento de mi vida está muy ligada al departamento de El Paraíso de Honduras, terruño de gente muy noble, hospitalaria que se deja querer, tan es así que añora y respiro por esta tierra.
Porque Matías, bueno es un pueblo muy pintoresco con mujeres muy bellas uno de los lugares más seguros del país con gente laboriosa y por ser el primer municipio con el nombre San en haber graduado un TecniSAN, tomando su valiosa participación en los procesos de la Seguridad Alimentaria y Nutricional. Lo mejor de San Matías está por venir, el Matías que le presenta batalla a todas las situaciones que se le ponen a tiro de una forma renovada, sin perder su identidad, el Matías de hoy consigue ser pragmático llegando más allá de su posibilidades para lograr influir en su entorno. El personaje afronta a las ilusiones sin desprenderse jamás de lo que constituye su verdadero talante… ser obrero comprometido que evoluciona hacia la prosperidad por la vía positiva a través del ejemplo de sus amigos paraiseños. Matías vive y navega en la realidad misma. Los habitantes de los cuentos suelen ser inmortales. Algunas veces los olvidamos, los abandonamos o simplemente nos enfadamos con ellos. Pero siempre regresan y resucitan. Siempre vuelven con nuevos bríos en los momentos menos esperados… mueren las personas pero jamás los personajes.
SHLA
La familia de Matías, Lucas y Antonio
En el Paraíso de Honduras, vivían Antonio, Lucas y Matías, ellos tenían extensos territorios donde a diario cultivaban sus tierras para el sustento diario de sus familias, aunque muchas veces tenían que traer desde las tierras de otros amigos, algunas cosa que por la naturaleza de su territorio era casi imposible de producir, quizá porque en ese momento la innovación aun no había llegado-
Un día Matías, decidió salir de su terruño para conocer otros amigos, su experiencia fue maravillosa, aquel ambiente era completamente nuevo para Matías. Desconocido a veces hostil pero encantador. Por fin había llegado aquel día especial que estuvo esperando desde los dorados días de adolescencia, días inolvidables que irían prendidos en su memoria. Días fantásticos en los que soñaba con un futuro mejor para sus hermanos y demás familia, en su mente sus recuerdos maravillosos quedaron relegados a una extraña y remota lejanía.
Muy cerca de sus vecinos de Alauca, una prometedora amiga del desarrollo entraba con elegante andar trayendo para el Paraíso de Honduras un proyecto unionista y de integración, en los aires paraiseños se respiraba un clima de cambio. Ahí comenzaba un nuevo país….. una región con otros personajes, nuevas aventuras y otros acontecimientos. Hizo mentalmente un recorrido fugaz por todo lo que había vivido y tuvo la sensación de que los recuerdos siempre se esbozan en blanco y negro, a esa conclusión llegó cuando intento recordar todo lo que se vivía en su territorio.
¿Puedo pasar? –
Claro … Pase
Matías… qué opina de nuestra amiga Pres Anca, la que ha venido a nuestras tierras trayendo un nuevo concepto para la mejora de nuestras vidas.
¿Están bromeando amigos…. están hablando en serio?
¿De quién se trata? – se trata de Martín, un joven bullangero, de tez blanca y lozana y con mucha energía, el vino y propuso formar una alianza y con ello ayudar a nuestras familias.
Ahora en vez de trabajar en alianza con un amigo lo hizo con doce entre ellos, Antonio, Lucas y Matías y otros más. Contaba con un vasto territorio para transformar la región. Motivado por un Diplomado en Seguridad Alimentaria y Nutricional que había tomado en la Universidad de San Carlos, decidió diversificar su producción y de pronto ya no solo producía maíz y frijol, sino que había instalado una importante sección de hortalizas. Esto duplicó las oportunidades y responsabilidades para Matías que de pronto invito a sus hermanos a acompañarlo en su proyecto y Matías no podía ocultar los entusiasmos provocados por su alianza con Pres Anca, amiga incondicional que le apostaba al desarrollo de los territorios del Paraíso de Honduras.
Competente productor Matías en compañía de Antonio y Lucas, comenzó a devorar revistas y manuales sobre la alimentación sana, sabía que si su familia aprendía a vivir con una adecuada nutrición las cosas mejorarían y se convertiría en algo fenomenal. Ante sus ojos se revelaba un mundo de colores, texturas y olores, un mundo que rotaba en torno de exóticas comidas gente sana en las poblaciones urbanas y rurales en donde los alimentos se convertían en personajes de cuento de hadas. Cuando Antonio, quien de vez en cuando visita el EcoSAN de Matías, para hacer inspecciones de nuevas tecnologías se encontraba con una pila de conocimientos interesantes que de a poco los llevaba a su territorio para ponerlos en práctica.
Sus hermanos se asombraron y temían que su hermano cayera en una fatiga producida por el exceso de trabajo en pro del bienestar de sus amigos y hermanos y siempre de la mano amiga de Pres Anca, ahora que su imparable hermano buscaba mejores horizontes.
Matías no podía ocultar su satisfacción de ver a sus hermanos por ahí.
Hermanos – les dijo – con ustedes quería hablar….
Y sus hermanos lo miraban de pies a cabeza. Era otro Matías, ya no era el flaco muchacho inquieto que se encontraba encerrado en su cuarto a ver las famélicas facciones de sus hermanos. Ahora era todo un hombre, radiante, activo, fuerte y laborioso. Su sonrisa, antes opaca y tímida, se había vuelto desenvuelta y contagiosa. Por otra parte, sobre todo cuando estaba en su hábitat que era su tierra querida el joven Matías se mantenía en un estado de humor irreductible. "ustedes no tienen idea -les decía a sus hermanos – lo importante que es alimentarse sanamente y por eso se vive con energía y alegría"…. Pero sus hermanos ya lo conocían. Algunos de ellos, que le duplicaban la edad, lo veían como un jilguero inofensivo que les venía a pinchar las costillas para que dejaran los malos hábitos alimenticios y comenzaran a cambiar sus ingestas de soda por las bebidas naturales que preparaba de sus frondosos naranjales. Sin perder el buen sentido del humor Matías conseguía vencer el estrés con solo pararse frente a todos y gritar ¡ya llegó por quien lloraban!
Ah Matías… quien diría que aquella felicidad suprema sería puesta a prueba una vez mas en el brasero de las lides agropecuarias. Si la comparación vale, su tierra era como un pequeño molino de dichas, pero su lucha por mejorar la calidad de vida de sus hermanos y amigos para Matías, una agitada fabrica de penalidades sin fin…
Y bien hermano – le dijo Antonio mientras sus dedos chasqueaban – ¿Estás seguro que puedes soportar la presión de todos esos que están en contra de la alimentación saludable, sin morirte?
Entonces Matías, poseído por una jovialidad espontanea, agarró la tremula mano de su hermano y la presiono como todo un caballero "que siente" le decía el muchacho. Como su hermano no mas sonreía y no comprendía, Matías continuaba, Matías continuaba asido a la mano de su hermano que llevándola a su pecho continuaba "eso que palpita como un tambor garífuna hermano, es mi corazón… ahora toque hermano" y en el acto deslizo la mano de Antonio hasta sus bíceps "y ahora que toca… siente algo hermano… "pero Antonio no mas sonreía. "Estas fibras de acero templado son mis músculos… ahora ponga esa nariz en mi cuello y huela" entonces Antonio obedeció y al momento lo soltó con un golpecito cariñoso "loco, desde cuando usa mi perfume hermano"
Hermano – dijo Matías, tratando de ponerse serio – ¿cree que yo tengo tiempo para morirme en estos momentos? Todo está bajo control, no se preocupe hermano.
Pero
Lo de su perfume, pues tiene una explicación; el mío se acabó y usé el suyo… ¿está molesto por eso?
Para nada. Pero eso es lo que precisamente me preocupa hermano, jamás he padecido de olvidos, mire hermano, uno comienza olvidando donde puso el reloj y después resulta que uno no puede recordar ni el nombre de las personas que más ama.
Descuide hermano…. Todo está bien. Pero bueno, ya que está aquí quiero que vea algo…
Bajaron por una vereda y después de pasar entre los arbustos, entraron a la sección de eco tecnologías. Matías comenzó a encender las luces y un fogón alimentado por un biodigestor que el mismo preparó luego de recibir un curso en el Diplomado.
"Y bien qué opina hermano…."
Entonces Antonio se fue acercando con cautela y comenzó a tocar el aparato como quien acaricia un animal peligroso. Sus dedos sutiles acariciaban el lustroso y frio metal de aquella maquina nueva que olía a…. eso, una maquina recién nacida. Mudo de asombro el hermano de Matías hizo dramáticos esfuerzos para no emocionarse pero tan solo consiguió sonreír mientras murmuraba "esto es… hermoso… pero cuando la compro hermano"…
Eso no importa hermano – respondió Matías con su típico sentido del humor – hay unos duendecillos amigos de Martín que me traen cosas por las noches, vamos enciéndala. Quiero que sea usted el encargado de encenderla….
Toda la escena había sido preparada previamente por el buen Matías, de modo que su hermano Lucas coloco en las manos de Antonio una caja de cerillos frente de la estufa, guidado por el instinto de un hombre hogareño, Antonio tomo los cerillos y comenzó a maniobrar el artefacto.
Fue un momento supremo y majestuoso para la familia, los trabajadores regresaron a sus pueblos haciendo fervientes comentarios sobre el desempeño inesperado de aquella maquina que con unos pocos desechos sólidos era capaz de alumbrar y cocinar alimentos.
Sobre la marcha y mientras venían de regreso su amado hermano, comenzó a hablar en tono fraternal "hermano, eso que sucedió hoy fue maravilloso. Sé que no soy un hombre instruido pero podemos hacer un trato…."
Matías se sintió atraído por el rumbo de la plática y con esto le dio a pie a la conversación "Le confieso que en los primeros momentos de su ausencia casi renunciamos a vivir, prácticamente nosotros crecimos con el aliento y el instinto de nuestras propias fuerzas… pero no quiero aburrirlo y tampoco quiero que me complazca al momento lo que le voy a proponer… dígame una cosa ¿usted cree que todavía puedo ser útil en tareas productivas? En otras palabras ¿me pondría a prueba en su nuevo proyecto de mejorar la calidad de vida de nuestros amigos y demás hermanos?
Escuche hermano – le dijo Matías sin parpadear, nuestros pueblos pasan por difíciles momentos y la aplicación de estas tecnologías obedecen justamente a eso. Pero debo reconocer que con mis nuevas obligaciones necesito de la mano derecha que evidentemente debe ser usted. Yo le pregunto ¿quiere usted ayudarme mientras yo me ocupo de algunas tareas en otros territorios?
No sé si sea bueno para dirigir personas… yo solo quería…
Está bien hermano, creo que hay una salida y de una gaveta extrajo una computadora portátil. – tenga… debe aprender a usar urgentemente esta herramienta.
Pero…
Nada de peros hermano… sabía que llegaría el momento de ser equipo. Sin embargo para ser un equipo eficaz necesitamos estar en contacto permanente. Con este aparato puede guardar información, remitir y recibir mensajes y mantenerse en contacto directo conmigo y con los amigos de Martin y de Pres Anca. Vamos tómela….
Antonio recibió el aparato y comenzó a manipularlo con palpitante torpeza manual. Mientras tanto Matías no detuvo su discurso "hermano, bienvenido al mundo moderno de la Seguridad Alimentaria y Nutricional SAN. Por eso nuestra familia se llamará SAN Lucas, SAN Matías y usted por ser el mayor se llamará SAN Antonio con el apellido de FLORES.
Esto haremos hermano, en mi ausencia usted quedará a cargo de nuestro territorio, siempre llevará este aparato a la mano y lo autorizo para que me llame en caso de confusiones, consultas y contratiempos. Pero eso si hermano, para fines que esto funcione le pido que asuma esta tarea con mucha templanza… Por qué esa cara ¿hay algo que me preocupa?…
Hermano – dijo Antonio con un tono pausado–…. Sabe de sobra que no soy capaz de dirigirme ni yo mismo y ahora me pide que dirija a mis demás hermanos y amigos.
Escuche hermano – ya no quiero que siga viviendo con suposiciones y dudas. Vamos a hacer dos cosas, uno, probamos y si no funciona lo abortamos. Dos, no quiero que los dirija, quiero que los inspire. Aquí jamás habíamos aplaudido a alguien por su labor, le juro que lo que sucedió hoy fue algo espontaneo. No había premeditación, ni chantaje, simplemente nos sentimos fascinados cuando lo vimos a usted haciendo lo que todos creíamos difícil. Pero no hablemos mas y… manos a la obra.
El ambiente siempre fue festivo, muchos de los problemas por cierto – no eran reales y donde la urgencia más importante era no tener prisa. Todo ahí ocurría con relativa calma y tanto las obligaciones como los compromisos se evaporaban en la atmosfera etérea de una felicidad incomprensible.
Los doce hermanos salieron de la pobreza y las tristezas se diluyeron. Gracias a la mano amiga de Pres Anca, (Patricia Palma) que siempre llegaba acompañada de Martin, Liz y Vero.
Antonio – le dijo Matías a su hermano – me haría un último favor.
El que quiera…
Quiero que me lleve al horizonte…. Tengo deseos de ver el futuro promisorio de nuestros pueblos hermanos, en el Paraíso de Honduras.
Obediente, Antonio llevo a Matías al horizonte y ambos se sumergieron en la neblina blanca de un pueblo Sano Amigable y Natural.
FIN
Autor:
Hipólito López