Repercusiones económicas de la cisticercosis hepática porcina
Enviado por Jorge Orlay Serrano Torres
Introducción
Aunque no es sencillo calcular las pérdidas que las infecciones o infestaciones parasitarias infieren en la ganadería, en algunos casos es posible cuantificar los daños, como ocurre cuando se producen bajas como consecuencia de un determinado proceso. Sin embargo, la mayoría de las enfermedades parasitarias cursan de forma insidiosa, lo que hace que sólo puedan calcularse de forma aproximada las pérdidas que producen. A pesar de esos inconvenientes, los criterios básicos para valorar las repercusiones de las parasitosis son, según Cordero del Campillo (1973) los siguientes: mortalidad; decomisos; disminución de los rendimientos; atenciones médico-veterinarias; y repercusiones sobre el bienestar humano. La mortalidad y los decomisos podrían calcularse con determinada facilidad; sin embargo, las otras pérdidas son, a menudo, imposibles de evaluar. En cualquier caso, las cifras son muy elevadas.
Muchas veces, los efectos de los parásitos no son muy aparentes. Sin embargo, el tratamiento a de los animales con un antiparasitario eficaz da lugar a una ganancia en peso de hasta 50% (Reid y Armour, 1978). Bastan, además, cargas parasitarias relativamente bajas para que se vean comprometidas las producciones porcinas, en cuanto al desarrollo de los animales, como en la calidad y peso de la canal y vísceras comestibles (Hawkins y Morris, 1978). Aunque la información sobre las pérdidas económicas ocasionadas por los parásitos hepáticos en la producción de cerdos en Cuba no es muy abundante, Flores (1983) cifraba estas pérdidas en ganadería ovina en torno a los 7.000 millones de ptas. en 1981 y García Pérez et al. (1993) indicaban beneficios económicos del 400% tras la administración de tratamientos antiparasitarios en ganado Lacho. Berga Monge y Sánchez Mendoza (1990) han estimado las pérdidas económicas en ovinos a partir de los datos sobre prevalencia de los principales procesos parasitarios, estableciendo una pérdida de peso por canal entre el 2% y el 10% para animales con estrongilosis, fasciolosis o hidatidosis, y unas pérdidas de leche entre el 5% y el 10%. La evaluación económica de las pérdidas por enfermedades parasitarias establecida por los mencionados autores (incluyendo además los decomisos y la muerte de los animales) alcanzó un valor de mercado de más de 3000 € en un solo año y define a la fasciolosis como la parasitosis que más pérdidas produce (77,4% del total), aunque el estudio no se incluyeron otras parasitosis también prevalentes, como la cisticercosis. En este trabajo, hemos pretendido aportar algunos datos sobre pérdidas económicas en cerdos derivadas directamente de un proceso parasitario frecuente como la cisticercosis hepática (Cysticercus tenuicollis). Para ello, hemos estudiado los decomisos de hígados parasitados por la fase larvaria de Taenia hydatigena realizados en un matadero industrial durante un periodo de tiempo y se ha valorado tanto las pérdidas indirectas por la falta de ingresos como las directas por los gastos derivados de la destrucción de los hígados decomisados.
Material y Métodos
Los datos presentados en el estudio se han obtenido a partir del total de cerdos sacrificados entre los meses de enero y diciembre de 2007, en el matadero Pedro Martínez Brito, ubicado en el municipio de Ciego de Ávila, con animales procedentes de toda la provincia y sectores. Se indican en el estudio el número total de hígados inspeccionados mensualmente (equivalente al total de animales sacrificados) y de decomisos hepáticos por distintas patologías.
En función de dichos datos, se ha calculado el porcentaje mensual de hígados decomisados y lo que representa cada patología originaria de decomisos respecto al total de hígados inspeccionados, y al total de decomisados (porcentaje relativo). Así mismo, se ha calculado el promedio mensual de animales sacrificados y el de hígados decomisados por distintas causas, expresándose en este último caso tanto en valor absoluto como en porcentajes. Los costos generados por los decomisos hepáticos se han calculado considerando dos tipos de pérdidas: 1. Pérdidas relativas a los gastos originados por la destrucción de las vísceras; es decir, "costos directos". 2. Pérdidas originadas por la ausencia de venta de las vísceras ó "costos indirectos". Los costos se han calculado considerando un peso promedio para hígados de cerdos de 102 Kg de peso vivo promedio de 1,5 kg por animal y un coste de destrucción actual de los decomisos de $ 2.60 por kg, lo que significa $ 3.90 por hígado decomisado. El cálculo de los costos indirectos se ha basado en la relación de ventas de la empresa durante el periodo evaluado, resultando un precio medio de $ 3.00 por Kg. Esto se traduciría en una pérdida de $ 0,6 por hígado decomisado.
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