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La educación musical primaria en Puerto Rico

Enviado por Diego Duey


Partes: 1, 2

     

    1. Durante el dominio español
    2. Durante el dominio estadounidense

    En la sociedad taína

    La música era el método operacional en el sistema educativo de los taínos. Los bohíques, que eran los maestros, enseñaban a los niños en los ritos de los areitos por medio de la música. Se cantaba y se tocaban instrumentos musicales. En ausencia de la escritura, los indígenas nativos de Boriquén transmitían sus conocimientos, ideas y sentimientos, oralmente. Josefina Rivera de Álvarez nos dice que:

    …toda posibilidad de utilización de la palabra con fines de creación o recreación literaria -a propósito de sus mitos tradicionales y sus cantares bailables del areito- hubo de concentrarse por fuerza entre los indoantillanos por la ruta de un cultivo expresivo y transmisor de tipo exclusivamente oral.

    Lo hacían con destreza en los areitos. En estas celebraciones, o ritos, se declamaba, se cantaba, se danzaba y se dramatizaba. Pero eran, esencialmente, musicales. Sobre este aspecto, Pedro Escabí Agostini señala que:

    La música es aliada nata de otras de las bellas artes para formar con éstas nuevas for-mas artísticas. Se combinan los sonidos musicales con la prosa y la poesía para formar la canción. Junto al teatro se crea la ópera, la opereta, la zarzuela y la comedia musical. Junto a la pantomima y a la gimnasia forma la danza, etc.

    No podemos olvidar los ornamentos corporales, como manifestación de las artes plásticas, que en conjunto con la música, debió tomar lugar en los areitos. Ricardo Alegría anota:

    …por razones decorativas se pintaban el cuerpo con pigmentos rojos, negros y blancos, que obtenían de plantas como el achiote (bija) y la jagua, así como de minerales (ocre). Los adornos corporales eran frecuentes y consistían de orejeras circulares, narigueras, labiales, colgantes y collares de cuentas. Estos estaban hechos de piedra, concha de caracol o barro. Se hacían, además, adornos de algodón tejido y de plumas de diversos colores. También se usaba el oro para hacer adornos… que adornaban con grabados.

    Los taínos tenían una música distintivamente desarrollada para celebraciones, ritos religiosos y vida social. Héctor Campos Parsi nos dice que:

    Cada yucayeque tenía su grupo de instrumentistas celebrantes que servía de banda acompañante de los cantantes en las ceremonias religiosas, hacía el ruido incandatorio ante las tormentas y la algazara característica de los bailes guerreros. Además de los grupos preparados especialmente para interpretar los ritmos y cantos tradicionales, el pueblo participaba como instrumentista y cantante en casi todas las ceremonias -tanto hombre como mujeres. Cada cacique tenía un grupo de músicos que le precedía en las procesiones de visita a otros yucayeques, al comienzo de las grandes ceremonias del pueblo, como le acompañaba a la guerra.

    Había bandas de instrumentos de guamos y de guajeyes. Ricardo Alegría encontró flautas de hueso que se enterraban con los muertos, y por ésta razón, Campos Parsi piensa que eran muy importantes entre los instrumentos. Los cronistas apuntan que grandes cantidades de personas se manifestaban en baile, pantomima, recitación, y cantos, solo y coral. El areito fungía como "libro de historia, poema épico, el romance, la leyenda, el rito religioso, la proclama guerrera, la celebración y conmemoración del pueblo taíno". Era la forma en que se instruía a los niños. Los cronistas denominaban estas canciones cancioncillas amables, o arahuacos.

    Los areitos tenían diferente instrumentación de acuerdo al propósito: 1) de conjuro, 2) histórico, 3) funerarios, 4) guerrero, y 5) de yucayeque, entre otros. Se usaba la forma antifonal: en el areito de yucayeque, El pueblo participaba con exclamaciones, comentarios y digresiones alusivas, una función no muy diferente a la que tuvo el coro en el teatro griego.

    Si fuéramos a sintetizar en terminología moderna lo que el niño taíno aprendía en sus tiempos -y todo por el medio fundamental de la música-, podríamos deducir que su currículo articulaba las materias de historia, leyes, salud, estudios sociales, religión, ética y filosofía, entre otras cosas, y como cursos requisitos de antelación a éstos, artesanía, el arte del dibujo, la pintura y su confección, ejecución de una variedad de instrumentos diversos, música vocal y polifónica, construcción de instrumentos musicales, interpretación y composición musical -por memorización-, improvisación, declamación y poética, prosa, dramatización, comedia, coreografía, danza, artes manuales, y otras materias para las cuales debieron estudiar disciplinadamente.

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