- Introducción
- Manifestaciones clínicas
- Clasificación y etiología
- Evaluación
- Diagnóstico
- Tratamiento
- Referencias
Los trastornos por exceso de sueño son un grupo de patologías de difícil diagnóstico dentro de la población infanto-juvenil, no obstante su clasificación clara dentro de los trastornos del sueño en adultos. Esto debido a su desconocimiento a nivel de población general, manifestaciones clínicas confusa, el bajo índice de sospecha por parte de los padres, y el subdiagnóstico por partes de los médicos.
Dentro de éstas destacan las hipersomnias o somnolencia diurna excesiva, definición que engloba todos aquellos cuadros en donde existe incapacidad de mantener un adecuado nivel de vigilancia durante el día. En el caso de la población infanto juvenil, el principal obstáculo para los médicos son los prejuicios culturales que existen acerca de los niveles de hipersomnia esperables sobretodo en prepúberes, en donde un trastorno muchas veces puede confundirse con holgazanería (la coloquial "edad del pavo").
Encuestas realizadas en los EEUU por Kothare et al demuestran que la consulta por somnolencia diurna se repite hasta en un 68% de los estudiantes de secundaria, con las obvias repercusiones que esto tiene en el plano académico.
La importancia del estudio de estas alteraciones radica entonces en básicamente dos pilares. El primero, tratar la sintomatología aislada de pacientes sanos que pudiesen así mejor su calidad de vida. El segundo, detectar a tiempo patologías de mayor severidad que en muchos casos debutan a edades tempranas solo con la hipersomnolencia como síntoma; por ejemplo, algunos trastornos psiquiátricos, neurológicos y reumatológicos.
La clínica del niño con hipersomnia no es fácil de dilucidar. Así, la gran mayoría de estos tratornos suele coincidir con el inicio de la adolescencia, lo cual aporta un dato epidemiológico importante.
Algunas pistas obvias son por ejemplo horas excesivas de sueño nocturno, siestas de extensión mayor a lo normal, somnolencia en situaciones en que otro niños están despiertos (como por ejemplo, fiestas de cumpleaños) y somnolencia progresiva con el tiempo.
No obstante, no es raro que el motivo de consulta sea más bien las consecuencias de este sueño excesivo: hiperactividad secundaria al esfuerzo del niño para mantenerse despierto, bajo rendimiento escolar por desatención, y agresividad y comportamiento socialmente inadecuado, como consecuencia de una región frontal deprivada de sueño e incapaz de regular emociones de forma normal.
Una forma de clasificar las hipersomnia es según la Clasificación internacional de lso desódenes del sueño (ICSD 2001), la cual ubica las patológicas asociadas a la somnolencia excesiva ya sea dentro de las disomnias o desórdenes intrínsecos de la del sueño – desódenes del sueño que se originan por causas propias del organismo – parasomnias, e incluso en un tercer grupo denominado desórdenes del sueño asociados a otras patologías (nuerológicas, prsiquiátricas o médicas)
No obstante, en los niños, en donde muchas veces los procesos etiopatológicos de enfermedades subyacentes aun no se levan del todo a cabo, cabe plantearse otras manera de clasificar la hipersomnia como síntoma.
Para fines prácticos, en este libro la clasificaremos como
1. Alteraciones del sueño por exceso secundarias a causas ambientales.
2. Alteraciones del sueño por exceso del tipo hipersomnia primaria.
3. Alteraciones del sueño por exceso secundarias a otros procesos patológicos y/o patologías suyacentes.
Alteraciones del sueño por exceso secundarias a causas ambientales
Aquí encontramos la somnolencia asociada a cantidad de sueño inadecuada y/o alteraciones del sueño nocturnos por factores extrínsecos, como hábitos inadecuados yu mala higiene del sueño.
– Cantidad de sueño inadecuado: Por horario errático, ya que los jóvenes, por convención social y obligaciones académicas se acuestan tarde y se levantan temprano. Así, las horas de sueño totales resultan escasas y se produce somnolencia diurna.
– Alteración de temporalidad de episodio mayor del sueño o síndrome de fase de sueño retardada: Se caracteriza por retardo del episodio mayor de sueño en relación con el horario normal, produciendo síntomas de insomnio que se expresan como dificultad para iniciar el sueño o para despertarse a la hora deseada. Una vez iniciado el sueño, el sujeto no presenta dificultades para mantenerlo. Es típico de los adolescentes, que suelen presentar somnolencia diurna, principalmente durante la mañana, sintiéndose más activos en la segunda parte del día. Puede producir distorsión en el entorno familiar.
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