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Los casos típicos de muerte aparente son la muerte súbita (la persona se desploma sin razón aparente), el ahogamiento y la electrocución. Puede también tener un origen traumático, como asfixia, caída de altura o un accidente de circulación. La muerte aparente también puede ser debida a una hemorragia importante (entonces, primero hay que frenar la hemorragia).

En todos los casos, hay que proteger bien a la víctima y al reanimador.

Principios de la reanimación cardiopulmonar

La reanimación cardiopulmonar comprende dos mecanismos:

Oxigenación de la sangre

La sangre entra otras cosas para transportar el oxígeno a los órganos, permitiéndoles funcionar (la respiración celular, les abastece de energía). Al haberse parado la respiración, hay que suplirla por la ventilación artificial.

La ventilación artificial consiste en enviar el aire a los pulmones de la víctima. Practicamos una ventilación llamada «a presión positiva»: soplamos (con la boca o con un dispositivo) aire, la presión del aire expande los pulmones. Allí, se producen las interacciones gaseosas, y la víctima espira pasivamente (el peso del pecho y de las vísceras oprimen los pulmones, que se desinflan).

Cuando se practica la ventilación artificial sin material (boca a boca, boca a nariz, o boca a boca y nariz sobre lactantes), enviamos una insuflación de aire que, aun siendo el espirado por el salvador (y por tanto, empobrecido), es bastante próximo al aire que se respira (contiene un 16 % de de oxígeno): en efecto, una parte del aire proviene de las vías altas (bronquios, tráquea, boca) y es similar al aire respirado, y el aire que proviene de los pulmones es empobrecido en oxígeno, aunque todavía lo contiene. Cuando se utiliza un balón insuflador (con una máscara bucal), enviamos aire ambiente (21 % de oxígeno). Si se conecta una botella de oxígeno médico, aumentamos mucho más la fracción inspirada de dioxígeno (FiO2), y podemos incluso insuflar oxígeno puro (casi al 100 %) cuando utilizamos un balón de reserva.

El aire que se insufla pasa a los pulmones, pero una parte también al estómago. Éste se va hinchando a medida que se dan más insuflaciones. Si no se le da tiempo a desinflarse, el aire corre el peligro de llevarse con él al salir el contenido ácido del estómago (jugos gástricos) que podrían inundar la vía aérea y deteriorar gravemente los pulmones (síndrome de Mendelson o síndrome de la respiración ácida) y puede comprometer gravemente la supervivencia de la víctima. Por ello hay que insuflar sin exceso, regularmente, durante dos segundos cada insuflación, y detener la insuflación tan pronto como se vea el pecho levantarse.

– Circulación sanguínea

La sangre al nivel de los pulmones ya ha sido oxigenada, ahora hay que hacerla circular por el resto del cuerpo. Esto se hace gracias a las compresiones torácicas, llamadas también masaje cardíaco externo. Esto consiste en apretar en el centro del tórax con el fin de comprimir el pecho:

– Sobre un adulto y un niño de más de ocho años, el esternón debe descender de 4 a 5 cm;

– Sobre un niño entre uno y ocho años, el esternón debe descender de 3 a 4 cm;

– Sobre un lactante de menos de un año, el esternón debe descender de 2 a 3 cm.

Comprimiendo el pecho, también comprimimos los vasos sanguíneos, lo que impulsa la sangre hacia el resto del cuerpo (como una esponja). Se creía durante mucho tiempo que lo que se comprimía era el corazón; aunque parece que está situado demasiado profundamente y que juega sólo un papel de regulación del sentido de la circulación por sus válvulas.

Para que la compresión torácica sea eficaz, hace falta que la víctima esté sobre un plano duro; en particular, si la víctima está tendida sobre la cama, hay que depositarla en el suelo antes de empezar las maniobras de reanimación.

La posición de las manos es importante si se quieren aportar compresiones eficaces, minimizando los riesgos de fractura de las costillas (nótese que este riesgo de fractura es despreciable con relación al riesgo de la muerte si no se hace nada).

Hay que aplicarse a hacer compresiones regulares, a dejar el pecho recuperar su forma inicial entre dos compresiones, y a que el tiempo de relajamiento sea igual al tiempo de compresión. En efecto, el relajamiento del pecho permite el retorno de la sangre venosa, fundamental para una buena circulación.

El ritmo de masaje debe ser suficiente para hacer circular la sangre, pero no demasiado rápido, si no, la circulación no es eficaz (creamos turbulencias que se oponen a la distribución de la sangre).

En las últimas recomendaciones publicadas por la Sociedad Europea de Reanimación (ERC) en el caso que la reanimación sea realizada por personal no sanitario el ritmo de compresiones es de 30 compresiones por 1 ventilación tanto para paciente adulto como para niños.

– En todos los casos, un ciclo compresión / relajamiento debe llevar 0,6 segundos (1/100 minuto) con el fin de tener un régimen lineal (es decir, ninguna turbulencia).

Con el fin de adoptar un ritmo regular y de respetar la paridad en el tiempo de compresión / por tiempo de relajación, y para estar seguro de hacer buenas compresiones y un adecuado número de compresiones sucesivas, se aconseja contar en voz alta, bajo la forma:

Cifra (durante la compresión) – y (durante el relajamiento)

Así, contaremos en voz alta:

«Uno-y-dos-y-tres-…-y-trece-y-catorce-y-quince»‘…

– Caso particular: mujer embarazada

En el caso de una mujer visiblemente embarazada, conviene elevar el costado o la nalga derecha para mejorar el retorno de la sangre venosa, liberando la vena cava inferior del peso del feto y permitiendo que la sangre llegue al corazón.2 Es decir debe estar de costado. Esto puede hacerse poniendo ropa doblada bajo la nalga derecha.

– Desfibrilación

Cuando la parada cardiaca es debida a una fibrilación ventricular (el corazón late de manera anárquica, que es la causa más frecuente de muerte súbita del adulto), la única esperanza de salvar a la víctima consiste en desfibrilar el corazón (es decir, resincronizar el corazón mediante un choque de eléctrico de corriente continua). Esto puede hacerse por personal no médico con un desfibrilador automático externo (que puede ser semiautomático por un sanitario), o manual por un médico].

El proceso de desfibrilación viene después de la alerta a los Servicios de Emergencia (ya que es el equipo médico o paramédico quien intentará salvar a la víctima al fin y al cabo), pero antes de las maniobras de ventilación artificial y de compresiones torácicas (ésta sirven sólo para conservar las posibilidades de supervivencia esperando la salida del shock).

En el caso de un niño de menos de ocho años, o de una persona víctima de un ahogamiento o de una intoxicación, es poco probable que el corazón esté en fibrilación, la desfibrilación es entonces inútil. Si se dispone de un desfibrilador automático externo, éste será puesto en marcha a pesar de todo, por precaución,

pero siempre después de un minuto de maniobras de ventilación artificial y compresiones torácicas.

– La RCP con un sólo salvador

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Acercamiento al paciente. El socorrista llega y al ver paciente, se presenta, y le pide apretarle la mano, en caso de que esté demasiado débil para hablar.

Comprobación de las funciones respiratorias: el socorrista escucha la respiración, trata de sentir el aire sobre su mejilla, mira si el pecho sube y desciende, y siente los movimientos del pecho.

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Insuflación boca a boca. La cabeza del paciente se echa para atrás. El socorrista cierra la nariz del paciente con una mano, manteniendo la boca abierta del paciente, y apreciando en todo momento la barbilla.

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Se colocan las manos entrelazadas en el centro del tórax sobre el esternón, cuidando no presionar en la parte superior del abdomen o el extremo inferior del esternón

Posición para la RCP. Los brazos se mantienen rectos, las compresiones se realizan con el movimiento de los hombros. En un adulto se debe hundir el esternón 4-5 cm.

Cronología: la cronología siguiente parte del principio de que la persona está en parada circulatoria. Si no es el caso, uno de los elementos del balance nos lo dirá, entonces no hay que hacer reanimación cardiopulmonar.

  • Protección
  • Balance
  • Comprobamos que la víctima no se mueve, no habla.
  • Tomar la mano de la víctima, decirle » ¿me oye? ¡Apriéteme la mano! «- comprobamos que la víctima no reacciona a la palabra, ni al contacto.
  • Si se está solo, pedir «¡Socorro!»; repetir este llamamiento durante todo el balance.
  • Desabrochar la ropa que pueda molestar la respiración (corbata, cuello, cinturón, el primer botón de los pantalones) explicándole en voz alta «le desabrocho la ropa para ayudarle a respirar» (si la persona respira, puede entendernos aunque no reacciona, esto la calma al oir lo que pasa; también permite justificar nuestra acción por testigos eventuales).
  • Poner una mano sobre la frente, dos o tres dedos de la otra mano sobre la barbilla y elevar la barbilla; esto libera el paso del aire;
  • Inspeccionar la boca, si se ve algún objeto (chicle, alimentos), quitarlo delicadamente. Sólo eliminar los objetos que estén a la vista.
  • «Mirar, escuchar y sentir»(MES): Mirar los movimientos del tórax, Escuchar la boca de la víctima para oír los ruidos respiratorios, Sentir el aire en la mejilla.
  • Si la víctima NO respira normalmente: enviar a alguien a pedir ayuda. Si se encuentra solo, deje a la víctima y alerte a los servicios médicos de emergencias
  • Enviar a alguien a buscar un desfibrilador automático externo si hay uno disponible y si se sabe dónde encontrarlo (no ir uno mismo, salvo si se está solo y se está seguro del lugar donde se encuentra); ponerlo en marcha cuanto antes;
  • Reanimación cardiopulmonar:
  • Controlar el pulso si uno es experimentado, si no, es inútil perder el tiempo en tratar de tomar el pulso, si la persona no presenta signos de vida (movimientos respiratorios, tos…) consideramos que está en parada cardiaca.
  • Hacer 30 compresiones torácicas.
  • Hacer dos insuflaciones.
  • Continuar la insuflación y las compresiones torácicas hasta la llegada de ayuda.

Hay así una alternancia cíclica:

– 30 compresiones torácicas que hay que hacer en 12 segundos (un ciclo compresión / relajamiento lleva 0,6 segundos, sea una frecuencia de masaje de 100 por minuto alternando con 2 ventilaciones que nos llevarán unos 2 segundos (1 segundo por ventilación)

La RCP con dos salvadores

Cuando hay dos rescatistas, uno puede actuar más efectivamente mientras colabora:

  • 1. Un testigo A realiza protección
  • 2. El testigo B realiza la búsqueda de ayuda y controla la vía aerea, dice que paró de respirar y que «!no respira!»
  • 3. El testigo A luego dará la alarma mientras el testigo B comienza la reanimación cardiopulmonar
  • 4. El testigo A vuelve y puede entonces
  • Implementar una desfibrilación externa automática si está disponible;
  • Sustituir al testigo B en la respiración si este se encuentra cansado;
  • Para hacer la reanimación con B, uno respiración boca a boca, el otro tiene que realizar las compresiones torácicas.

Si uno decide practicar la reanimación con dos, la persona que realiza las compresiones torácicas debe imprescindiblemente contar las compresiones en voz alta, con el fin de que los demás rescatistas sepan cuándo debe darle respiración boca a boca; Si por ejemplo A realiza compresiones torácicas y B le da respiración boca a boca:

A: « a-y-dos-y-tres… – y-veinti uno – y-treinta »

B: la primera respiración, la segunda respiración

C: « a-y-dos-tres… »

Esto hace posible que el paso del tiempo entre compresiones y respiraciones sea más o menos uniforme y uno no debe concentrarse en calcular el tiempo, y no tiene que colocar de nuevo las manos en cada ciclo.

– La RCP con dos y tres socorristas

La secuencia es la misma que la realizada por un rescatista, pero después de observar la ausencia de respuesta a la respiración de boca a boca, uno controla el pulso de la carótida. Un estudio mostró que durante la reanimación, en una situación de paro cardiorrespiratorio, la percepción del pulso es falsa en un 50% de las veces: el estrés y el esfuerzo físico hace que suba la tensión del rescatista, y es posible percibir el propio pulso como un golpeteo en el final de los dedos, en ausencia de circulación sanguínea en la víctima.

Una de las primeras medidas de ayuda es el uso de ventilación artificial. Esto es hecho con un dispositivo máscara bolsa balón válvula. La válvula es unidireccional y permite otorgar aire enriquecido con oxígeno (que esta en la bolsa) a través de una máscara de interposición facial. El uso de una cánula orofaríngea, llamada también tubo de Mayo o cánula de Guédel, es necesario para facilitar el pase del aire al colocar la lengua en su lugar e impedir que caiga hacia atrás y adentro por la relajación de la inconsciencia, además de si la persona presenta una lengua voluminosa, como por ejemplo en casos de edema de Quincke.

Las compresiones torácicas se dan del mismo modo que con un rescatista: 2 respiraciones boca a boca por cada 30 compresiones. El uso de dispositivos es más efectivo que la respiración boca a boca, porque reduce el tiempo entre las respiraciones y las comprensiones: las respiraciones comienzan tras la última comprensión, y la comprensión comienza tras la última respiración, sin esperar a que el pecho baje de nuevo.

Durante la reanimación, si se dispone de un DEA Desfibrilador externo automático debe ser sistemáticamente colocado excepto cuando se trata de niños de menos de un año. Cuando hay sólo dos personas realizando primeros auxilios, una se encarga de la respiración boca a boca y las compresiones torácicas mientras la otra le instala el DEA. Cuando hay tres personas realizando primeros auxilios, el RCP es hecho por dos (una persona que realiza las insuflaciones para la respiración y la otra las compresiones torácicas) mientras el tercero coloca el DEA. La instalación del DEA puede requerir afeitar y secar el lugar donde se coloca el electrodo (si es estrictamente necesario). La reanimación se detiene durante el análisis del latido del corazón por el aparato y durante las posibles descargas, inicialmente tres seguidas; en la comprobación habrá que separarse y no tocar al paciente, para evitar ser victima de una descarga. En caso de no ser eficaces o tras el análisis del ritmo no procediera la descarga, se continuaría con la RCP.

El invento del desfibrilador y su uso prehospitalario adhiere una D a las siglas nmemotécnicas de Safar que comienza según ABCD: vías aéreas, respiración, circulación, desfibrilación.

Nota

Hay una técnica de reanimación para sólo un reanimador de primeros auxilios usando un balón respirador, que hace posible el beneficio de la contribución del dióxido y el lanzamiento de un trabajador de primeros auxilios. En este caso, el trabajador de primeros auxilios sitúa lugares mismos de la cabeza realizando la compresión de esta posición, mientras se inclinan con la parte más alta de la cara.

Código: La resucitación cardiopulmonar bajo la cabeza es más eficaz en el soporte básico de la vida por un médico profesional personal que tiene un rescatista individual: tiene estudios simulados.

Historia de los procedimientos

Los procedimientos variaron en el curso del tiempo por el progreso de la medicina (evolución de los conocimientos, evolución del tratamiento médico). No se recomiendan necesariamente

En Francia

  • Entre 1991 y 2000
  • Un solo socorrista alterna 15 compresiones torácicas y 2 respiraciones en un adulto o un niño de más de 8 años; las compresiones se hacen a un ritmo de 60 por minuto.
  • Para un bebé, se realizan 4 respiraciones iniciales (2 durante el cálculo; luego otras 2 después del paso de la alarma) y alterna 5 compresiones torácicas y 1 respiración.
  • Un socorrista aislado y sin medios practica la RCP durante un minuto antes de pedir ayuda;
  • Dos socorristas alternan 5 compresiones y 1 respiración, tanto en un adulto como en un bebé.
  • En 2000
  • Se abandona el término «masaje cardiaco» por «compresiones torácicas».
  • Los ritmos de las compresiones se unifican, 100 por minuto cualquiera que sea la edad.
  • Sólo se realizan 2 respiraciones iniciales en bebés.
  • Un socorrista aislado y sin medio de llamada, da la alerta inmediatamente, excepto en el caso de un niño de menos de ocho años, o en el caso de ahogamiento o de una intoxicación donde la alarma se realiza después de un minuto de RCP.
  • Con dos socorristas, se mantiene una alternancia de 15:2.

– La RCP médica

La reanimación cardiopulmonar especializada (RCPS) por un equipo médico o paramédico entrenado es el último eslabón de la cadena de supervivencia antes de la admisión al hospital. En el caso ideal, los procedimientos especializados son practicados en los diez minutos que siguen del paro cardíaco, después de la desfribrilación.

La víctima es intubada (tubo que se desliza en la tráquea y sirve de conexión a un respirador artificial a las vías respiratorias del paciente). Un acceso vascular ó vía venosa es colocada, ya sea periférica (venas del brazo) o central (vena yugular o vena subclavia, si hay imposibilidad de canulación periférica) prosiguiendo las compresiones torácicas, incluido el momento de las insuflaciones: la impermeabilidad de la sonda de intubado impide al oxígeno volver a salir en el momento de las compresiones.

Un cronómetro es colocado: mide la cantidad de dióxido de carbono espirado, es decir la eficacia de la reanimación. En efecto, si el paciente expira CO2, es porque el oxígeno llegó bien a las células, y el CO2 fue transportado hacia los pulmones para ser expulsado.

También se administran medicamentos: adrenalina o equivalentes, isoprenalina si el corazón es demasiado lento, líquidos de relleno vascular o de alcalinisación según los casos. El desfibrilador puede ser acoplado a un estimulador cardíaco externo si el corazón es demasiado lento.

En una mujer embarazada, si el feto es potencialmente viable pero la reanimación es ineficaz, hay que contemplar una cesárea urgente.

Por otro lado, estudios estiman el interés en aplicar otros tratamientos prehospitalarios, sin que estos constituyan por el momento estándares:

Inyección de vasopresina:3 los músculos que controlan la apertura de los vasos sanguíneos que ya no están siendo oxigenados, entonces hay una vasodilatación, lo que aumenta la capacidad volumétrica del sistema vascular y perjudica la buena circulación de la sangre en el momento de las maniobras de reanimación y en caso de recuperación de la actividad cardíaca (colapso cardiovascular); la utilización de medicamentos vasopresores (es decir elevando la presión sanguínea) permite mejorar la circulación de la sangre y aumentar las posibilidades de supervivencia sin secuelas.

Masaje cardíaco interno (MCI) por una minitoracostomia:4 esta técnica consiste en practicar una incisión sobre el pecho, al 4to espacio intercostal izquierdo, y en introducir allí un dispositivo que se despliega en el interior como un paraguas contra el pericardio; esto permite presionar directamente sobre el corazón, y además ciertos modelos poseen un desfibrilador interno; este sistema permite tener una mejor eficacia circulatoria, pero presenta riesgos de hemorragia y de infección.

En Europa esta práctica requiere que el paciente sea transportado sólo a partir del momento en que la situación hemodinámica es más o menos estable (pulso presente con una presión arterial existente). La reanimación cardiopulmonar pues es perseguida en el mismo lugar hasta que falle (no logramos reanimar al paciente y éste es declarado fallecido) o tenga éxito. Es el método dicho sobre el stay and play (» quedarse y actuar»,-practicar reanimación- es decir actuar en el mismo lugar). Esto difiere con las prácticas Americanas que preconizan el transporte lo más rápidamente posible hacia un centro especializado, cualquiera que sea el estado del paciente. Es el método del scoop and run (cargar y correr).

Esta diferencia se explica en parte por la ausencia de acción de otorgar carácter médico de los primeros auxilios, en dicho carácter los paramédicos, pueden hacer los procedimientos requeridos en una sala de urgencia (intubado, colocación de una vía venosa y una administración de medicinas) sobre el protocolo.

Si muchos estudios científicos mostraron el interés del CCP por ser testigo de una breve desfibrilación (en los 8 minutos siguiendo al fallo del corazón) sobre el sobreviente, el interés en la práctica del cuidado médico en el apuro es menos obvio con respecto al número de sobrevivientes.5

– Reanimación médica del recién nacido

La reanimación cardiopulmonar cerebral del recién nacido es un procedimiento programado y no improvisado, empleado en la sala de parto o la sala de neonatología adyacente. Se suele realizar con tres profesionales de la salud, uno asegura una vía umbilical, otro asegura un tubo endotraqueal y el tercero la preparación de medicamentos.

El catéter umbilical o catéter de Argyle radioopaco de 3,5 mm para la arteria umbilical, o 5 mm para la vena umbilical, tiene en la punta un orificio, mientras que los catéteres de lavaje o alimentación tienen el orificio a un lado del extremo del catéter, haciéndolo poco útil para la vía umbilical. El catéter de Argyle se inserta con ayuda de una radiografía para asegurar que quede insertado a 1 cm por encima del diafragma, basado en la tabla de Dunn. Se suele emplear unos 10 segundos para la correcta inserción del catéter previo a la radiografía.

El catéter traqueal o catéter de Portex, también radioopaco y sin balón de 3mm o 2,5 mm para los neonatos más pequeños se inserta 1 cm pasada la glotis. A éste se inserta una bolsa de reanimación o Ambú transparente con válvula de presión sin exceder unos 30 cm de agua. A presiones más elevadas el Ambú produce un murmullo que advierte de las presiones elevadas que ponen en riesgo el pulmón del recién nacido. Por la válvula de exhalación se expulsa el CO2 cuya válvula se suele insertar una manguera corrugada para mejorar la concentración de oxígeno en el Ambú.

Las drogas utilizadas incluyen oxígeno que debe ser manejada con propiedad pues puede intoxicar la membrana lipídica neuronal. La adrenalina sin diluir es altamente tóxico por lo que solo se indica por vía subcutánea en pacientes alérgicos severos o con crisis de asma. Por vía endovenosa se diluye 1 cc con 9 cc de agua destilada y de esa dilución se indica 0,2 o 0,3 cc/Kg cada dosis.

Si por cada 3 latidos o compresiones se produce una respiración con la bolsa Ambú, el total por minuto es de 40 ventilaciones y 120 compresiones, más o menos los valores de frecuencia respiratoria y cardíaca de un recién nacido.

Métodos obsoletos o discutidos

En el caso de que un medico se haga cargo de un paro cardiaco, se ha propuesto practicar una trombolisis sistémica: la presencia de un coágulo de sangre en las arterias es una de las principales causas de la parada cardíaca (infarto del miocardio y embolia pulmonar; por otro lado, la parada cardíaca se acompaña de la formación de coágulos minúsculos en el cerebro (microtrombos cerebrales), que, evitando una buena oxigenación de ciertas partes del cerebro en el momento de las maniobras de reanimación y en caso de recuperación de un paro cardiaco, podría dejar secuelas de tipo neurológico. El fin de la trombolisis (o fibrolisis) es destruir estos coágulos y mejorar las posibilidades de supervivencia sin secuelas.

Este tratamiento no tiene la aprobación de todos, debido a los riesgos de hemorragia (el trombo evita la coagulación de la sangre), particularmente, en el momento de las compresiones torácicas, puede producirse fracturas de las costillas que pueden provocar hemorragias; la trombolisis esta contraindicada en ciertas situaciones como la disección de la aorta (fisura de la arteria aorta) o un accidente vascular cerebral hemorrágico como la ruptura de un aneurisma.

-La leyenda urbana de la tos salvadora

Se pide a los pacientes toser a veces con el fin de regular el ritmo cardíaco; en efecto, la tos provoca un aumento de la presión del aire en los pulmones, que aprieta los vasos sanguíneos que recorren los pulmones y provoca pues un pico de presión arterial.

Por lo tanto de ahí, algunos propusieron toser cuando » se siente llegar » la parada cardíaca. Esta idea ha sido repetida y ampliamente difundida, particularmente por Internet, y se hizo una leyenda urbana.

Este método es en efecto totalmente inútil porque por una parte no sentimos llegar la parada cardíaca, cuando sobreviene, la inconsciencia es inmediata, ningún músculo puede actuar, no podemos toser. Y cuando se siente signos que pueden dejar pensar en un infarto del miocardio, los únicos movimientos útiles son pedir ayuda y de acostarse en el suelo o bien, apoyarse contra una pared. En particular, si se conduce un vehículo, absolutamente hay que apartarse lo más deprisa posible, en seguridad, y si es posible cerca de otras personas que tendrán así la posibilidad de pedir ayuda si se vuelve incapaz de pedirla. Hay que quitar también el seguro de las puertas del coche con el fin de que los socorros no tuvieran que forzar las puertas del vehículo.

Notas

A temperatura «normal» (20 °C); las bajas temperaturas protegen el cerebro y aumentan las probabilidades de supervivencia, así, en caso de ahogamiento o de hipotermia, es posible recuperar a una víctima a pesar de estar varias decenas de minutos en paro circulatorio (noción de «muerte aparente»).

Golpe de calor

Más grave que la insolación, el organismo ya no puede adaptarse al aumento de temperatura exterior y la temperatura corporal aumenta. Esto genera una serie de trastornos que si no son atendidos a tiempo resultan de extrema gravedad, pudiendo causar la muerte. Los síntomas son similares a los de la insolación, a los que se agrega:

– Ya no se registra transpiración

– La piel está caliente, enrojecida y seca

– Puede presentarse alteración de la conciencia, estar adormecido o incluso inconciente

– Aumenta la frecuencia cardíaca

– Respiración rápida y superficial

Fiebre alta (hasta 40 grados)

– Convulsiones

– ¿Qué hacer si se sospecha de golpe de calor?

– Ubicar al sujeto a la sombra

– Refrescar el cuerpo con toallas humedecidas en agua fría (cambiarlas cuando se calientan)

– SI el sujeto está conciente, darle de beber abundante agua

– Si el estado de conciencia del sujeto está alterado, es preferible no darle de beber, para evitar que aspire el líquido

Buscar ayuda médica con urgencia.

– Cómo distinguir el golpe de calor de la deshidratación.

El golpe de calor y la deshidratación por el calor están causados por un exceso de calor, pero sus síntomas son tan dispares que es muy difícil confundirlos. El golpe de calor, producido por un mal funcionamiento de los centros reguladores del calor, es una patología más grave que afecta principalmente a los ancianos. Sus síntomas son la piel caliente y enrojecida, la ausencia de sudoración, el pulso fuerte y contundente, la respiración dificultosa, las pupilas dilatadas y la temperatura corporal extremadamente alta. El paciente se encuentra mareado y puede perder la conciencia. La deshidratación por calor se debe a una pérdida excesiva de líquidos y electrolitos en el organismo. La piel está pálida y húmeda, la sudoración es profusa, el pulso débil y la respiración superficial, pero las pupilas y la temperatura corporal son normales. Pueden producirse cefaleas y vómitos.

– Cómo actuar

Los primeros auxilios necesarios para el golpe de calor y para la deshidratación por el calor también difieren. La víctima de un golpe de calor debe ser transportada a un lugar fresco a la sombra, y allí debe guardar reposo con la cabeza elevada. Se debe humedecer el cuerpo con alcohol o agua fría para bajar la temperatura y el enfermo debe ser trasladado a un hospital de inmediato. El paciente con deshidratación por el calor también debe guardar reposo, pero con la cabeza más baja que el cuerpo; conviene proporcionarle abrigo o calor. Al principio puede presentar náuseas, pero tras un tiempo de descanso puede ingerir líquidos: se ha de beber cuatro vasos de agua con una tableta o media cucharadita de sal diluida, a intervalos de 15 minutos. Después debería beber zumos (jugos) de frutas para recuperar otros electrolitos. Si se produce una postración importante conviene buscar ayuda médica.

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Deshidratación por calor

La deshidratación por calor se debe a una pérdida excesiva de líquidos y electrolitos en el organismo. La piel está pálida y húmeda, la sudoración es profusa, el pulso débil y la respiración superficial, pero las pupilas y la temperatura corporal son normales. Pueden producirse y vómitos.

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Hipotonía

Nombres alternativos

Disminución del tono muscular; Recién nacido hipotónico

Definición:

Es la disminución del tono muscular.

Consideraciones generales:

La hipotonía, que puede afectar a niños y adultos, es a menudo un signo de un problema preocupante. Igualmente, puede ser una señal de un problema en el sistema nervioso central, trastorno genético o trastorno muscular.

Los bebés hipotónicos parecen flácidos y se siente como si fueran «muñecos de trapo» al cargarlos. Ellos descansan con los codos y las rodillas extendidos de manera suelta, mientras que los bebés con tono normal tienden a tener los codos y las rodillas flexionados. El control de la cabeza puede ser deficiente o no tenerlo del todo, por lo que ésta puede caer hacia un lado, hacia atrás o hacia adelante.

Los padres de los bebés con tono normal pueden alzarlos colocando las manos bajo las axilas del bebé, mientras que los bebés hipotónicos tienden a deslizarse entre las manos de sus padres a medida que los brazos del bebé se elevan sin ofrecer resistencia.

Causas comunes:

– Acondroplasia

– Síndrome de Aicardi

– Enfermedad de Canavan

– Hipotiroidismo congénito

– Ataxia cerebelosa congénita

– Síndrome de Down

– Disautonomía familiar (síndrome de Riley-Day)

– Hipervitaminosis

– Botulismo infantil

– Kernicterus (daño cerebral debido a una ictericia severa)

– Síndrome de Klinefelter

– Enfermedad de Krabbe

– Síndrome de Marfan

– Síndrome de Menke

– Leucodistrofia metacromática

– Acidemia metilmalónica

– Distrofia muscular

– Miastenia grave

– Distrofia miotónica (un tipo de distrofia muscular)

– Síndrome de Phelan-McDermid (síndrome de eliminación de 22q13)

– Síndrome de Prader-Willi

– Raquitismo

– Sepsis

– Atrofia muscular de la columna vertebral tipo 1 (Werdnig-Hoffman)

– Enfermedad de Tay-Sachs

– Trisomía 13

– Reacción a una vacuna

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Estado de coma

Es la pérdida de conciencia prolongada, con disminución o ausencia de los reflejos protectores como la deglución, la tos y las arcadas. También se pierde reacción ante determinados estímulos externos.

El coma es un estado del que se sale muy difícilmente. Se puede permanecer en coma durante varios años.

Generalmente el coma profundo conlleva a la muerte.

La persona parece dormida, es incapaz de despertarse, sin reacción y sólo es capaz de responder a estímulos enérgicos con algunos reflejos de evitación, sin ninguna respuesta al dolor.

El grado en el que puede resultar afectado presenta diferentes formas. Las causas que originan la pérdida de conciencia pueden ser producidas por: Infecciones como la Meningitis.

Intoxicaciones con alcohol, drogas o medicamentos.

Traumática, tras caídas o golpes violentos sobre la cabeza.

Alteraciones metabólicas como la Diabetes y las alteraciones neurológicas: epilepsia, accidente cerebrovascular entre otras.

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Autor:

Jhonny Jordan Zumba Reategui

Tema: primeros auxilios

Especialidad: contabilidad

Profesor: Pedro Lima

Iquitos, Perú

2009

«AÑO DE LA UNION NACIONAL FRENTE A LA CRISIS EXTERNA»

INSTITUTO SUPERIOR TECNOLÓGICO PÚBLICO

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