Descargar

La Quebrada de Humahuaca (Argentina) y los procesos actuales de sedimentación (página 2)


Partes: 1, 2

Sus características

La quebrada de Humahuaca se encuentra surcada en su totalidad por el río Grande, el cual constituye el componente axial de la misma. El límite septentrional de la quebrada se establece en la confluencia de las quebradas de la Cueva y de Tres Cruces (Grondona, M., 1985), en el extremo oriental de la Puna. El austral lo determina el lugar de encuentro entre los ríos León y Grande.

Este último, en su recorrido de unos 144Km, pasa de los 3440m sobre el nivel del mar, en la localidad de Iturbe, a los 1350msnm al encontrarse con el río Reyes, pasando por los 1600 msnm en la desembocadura del río León (extremo austral de la quebrada de Humahuaca). Su curso se encuentra desarrollado entre las Sierras de Zenta-Tilcara al este, las que superan los 5100m , y las de Aguilar y Chañi al oeste, mayores de 6200m de altura, con una diferencia de cota entre el lecho y los cordones de unos 2000 a 3000m, máxima en la latitud de Tilcara.

El perfil transversal de la quebrada posee típica forma en V, con un lecho plano, característico de un sistema fluvial joven. Suele presentar grandes variaciones en cuanto al ancho se refiere. Este oscila desde unos 3km en los lugares más explanados hasta menos de 100m en los denominados "angostos".

Las inconstancias en los valores de altura y latitud, adosadas a las características del relieve, promueven la variabilidad climática a lo largo de la Quebrada. Se encuentra así un ambiente subtropical en las proximidades de San Salvador de Jujuy, ubicado más al sur del límite austral de de la Quebrada. Aquí la vegetación es abundante, lo que refleja la disponibilidad de lluvias en la zona. En cambio más allá de la localidad de León el ambiente empieza a mostrase un tanto más seco. Bien puede considerarse la franja León-Volcán como un espacio de transición hacia las zonas semidesérticas del norte. La parte central de la quebrada (Volcán-Angosto de Perchel) es la región más árida (con los desniveles más grandes entre cumbres y vaguadas).

Ejemplo de ello: en la localidad de Tilcara puede observarse una vegetación constituida por cactáceas columnares, especies rastreras y especies arbóreo-arbustivas espinosas, como el churqui (Ruthsatz y Movia, 1975). Las precipitaciones son escasas y el clima se vuelve árido desértico, tipo BWk?Cw según la clasificación de Köppen. La región más septentrional de la quebrada puede encuadrase en la categoría BSk?Cw seco.

Referencias de la Clasificación de Köpen

B

Clima seco

  • La evaporación excede la precipitación sobre un promedio anual (no hay excedente hídrico)
  • El total de las precipitaciones en cms debe ser menor a la fórmula 33+T° (donde T° es la temperatura media del lugar).

C

Clima templado

(se le denomina también como clima templado moderadamente lluvioso; clima templado y húmedo; o clima mesotérmico)

  • El mes más frío tiene una temperatura media entre ?3°C y 18°C.
  • Por lo menos un mes al año tiene una T° promedio superior a los 10°C.
  • Presenta una estación invernal y otra estival.

S

 
  • S: semiárido (o estepa)

W

 
  • W: árido (o desértico)

Cw

Clima templado húmedo con estación seca invernal.

  • Lluvia periódica durante el verano.
  • Estación seca en invierno.
  • El mes más lluvioso tiene 10 veces más precipitación que en el mes más seco.

k?

  • k?: muy frío (T° media anual inferior a los 18°C y T° media del mes más caluroso es inferior a los 18°C).

En general, de un extremo a otro, la quebrada posee precipitaciones estivales e inviernos secos. La aridez del ambiente es consecuencia de la imposibilidad que tienen los vientos húmedos para atravesar las enormes barreras orográficas que se extienden a cada lado de este corredor natural. En casos especiales pueden ser vencidas, pero no siempre de manera eficiente puesto que las nubes suelen ser disipadas por el calor y la sequedad que encuentran al intentar descender a la región.

Debido a la diafanidad que domina el cielo quebradeño, la amplitud térmica aporta características definidas a la zona. Durante el día la radiación calienta eficazmente el ambiente, y sin embargo aún son posibles las heladas nocturnas debido a que las condiciones no son óptimas para retener el calor y éste es liberado rápidamente a la atmósfera. En este ínterin la amplitud térmica varía entre los 20 y 30ºC.

Con estos factores climáticos en juego, se hace posible la liberación de grandes volúmenes de detritos que luego van a constituir las cargas de los torrentes de verano.

Debe considerarse todavía la movilidad de los terrenos que impera en la región, que si bien es imperceptible al ojo común, queda evidenciada por la presencia de escarpas jóvenes y terrazas escalonadas propias de un ambiente tectónicamente activo.

Los ríos y los abanicos como actores principales

Los factores antes mencionados hacen que en la Quebrada de Humahuaca los procesos dominantes en la transformación del paisaje sean los relacionados a los mecanismos fluviales y los procesos de remoción en masa, siendo entre estos últimos los flujos de detritos los mas significativos (conocidos localmente como "volcanes").

La consecuencia observable más destacada de esto es la presencia de abanicos aluviales al pie de las quebradas transversales al curso del río Grande, algunos de los cuales adquieren dimensiones considerables e incluso han servido para el establecimiento de centros poblacionales, principalmente por la disponibilidad de agua.

En un análisis más conspicuo del ambiente sedimentario, los procesos involucrados en la movilización de los sedimentos ha llevado al establecimiento de un sistema fluvial entrelazado (braided), observable en el diseño fluvial como en la arquitectura de sus abanicos y llanuras de inundación.

Como es de esperar, para el desarrollo de estos medios debe verse involucrado un volumen considerable de material detrítico que sea factible de constituir la carga de los flujos. Si tomamos en consideración los factores que confluyen en el paisaje (clima, vegetación, topografía, tectónica), ellos han hecho a la región más que propicia para tal fin.

Basta con mirar la particular dispersión de la vegetación para considerar la facilidad conque los suelos pueden erodarse , tanto por el impacto de las lluvias torrenciales de verano como por su escurrimiento consecuente, que termina por arrastrar los componentes finos del suelo debido a su incapacidad de retenerlos, ya que son pobres en materia orgánica. En fin, no sólo de finos se constituye la carga de la escorrentía. Luego de la larga temporada en la que domina la ausencia de precipitaciones, el estrés de la laderas produce un incalculable volumen de detritos sueltos, principalmente como resultado del termoclastismo y de la acción eólica, que con las primeras lluvias torrenciales de verano van a movilizarse pendiente abajo, hasta donde los agentes de transporte pierdan la capacidad de acarrearlos.

Normalmente la mayor cantidad de la carga es depositada al pie de las quebradas, en la zona donde se produce el quiebre de pendiente. Influyen en este punto una serie de factores, entre los que se encuentran la pérdida de agua por infiltración junto a una evapotranspiración y una menor pluviosidad aguas abajo (Ramos, 1992). Como resultado final se forman abanicos terminales por la suma de depósitos de corrientes tractivas y flujos gravitatorios de sedimentos.

El mayor exponente de este tipo de depósitos en la región (incluso en el país) es el enorme abanico de Volcán, ubicado entre la localidad homónima y la de León, a la salida del Arroyo del Medio, sobre la margen derecha del río Grande. Arroyo del Medio es alimentado en sus nacientes por un circo glaciario antiguo, labrado en filitas y cuarcitas proterozoicas, y pizarras y areniscas del Cámbrico superior, dando como producto final los cenoglomerados (Harrington, 1946) involucrados en el depósito. Los tamaños de los clastos pueden alcanzar hasta 70m3, e incluso pueden ser encontrados en el extremo distal del abanico (Jalfin y Bellosi, 1987). Esta enorme estructura posee unos 8Km de largo, unos 2,5Km de ancho al entrar a la quebrada de Humahuaca y unos 9Km en su margen frontal (Harrington op.cit.).

La producción de flujos densos se encuentra potenciada por épocas en las cuales se instala la sequía, con el consiguiente deterioro de la vegetación, para luego sucederse con veranos en los cuales se dan regimenes pluviales elevados (Maas et al, 1999). Los casos mas divulgados, ya sean por su envergadura como por los daños causados, se han producido bajo estas condiciones (Maas et al, 1999).

Comúnmente suele producirse el desborde de los canales durante los picos de crecida dando como resultado la conformación de albardones de material grueso y depósitos mantiformes de derrame, tanto para los canales principales como para los distributarios.

El diseño inestable de los canales conlleva consigo el libre albedrío de los canales dentro del valle fluvial, tendiente a ocupar, a lo largo de su historia, la mayor parte del mismo. Por lo tanto, termina dejando poco espacio para el desarrollo de una llanura de inundación bien definida. En cambio suelen desplazarse por sobre de ella debido a la acreción vertical de los canales.

En cualquier caso, sea producto de flujos tractivos o de flujos gravitativos de sedimentos, los canales se encuentran dominados por gravas que tienden a formar barras entre las cuales los canales deben abrirse camino, divagando de un lado al otro, cambiando su curso entre avenidas sucesivas. Para autores como Miall, este cambio en la posición de los canales es una parte integral en el proceso de entrelazamiento de los mismos.

Una observación que reviste importancia en cuanto a la acción de los ríos tiene que ver con los cambios relativamente bruscos de caudal, cambios que en muchas ocasiones no suelen involucrar más de unas cuantas horas. Esto tiene mucho que ver con la naturaleza torrencial de las precipitaciones.

El cambio en el volumen de los detritos transportados también es variable. Cuando ocurren las primeras lluvias, esta carga suele ser mayor que la capacidad de los ríos para transportarlas, produciéndose la elevación del lecho. Luego, durante las lluvias subsiguientes, la carga que baja de las laderas suele ser menor, pues la mayor parte ya ha sido acarreada, el potencial erosivo se ve entonces incrementado y por ende los depósitos previamente acumulados sobre el lecho se vuelven factibles de ser movilizados nuevamente.

Se establece de este modo una disputa entre los esfuerzos por la depositación y la erosión que, aunque suponga estar en equilibrio, son los primeros lo que han establecido la diferencia, resultando de ello la elevación de los ríos y sus llanuras de inundación por encima de la superficie regional sobre la que se ha establecido la población.

Un fenómeno semejante de removilización de materiales ocurre en los flujos densos. Inmediatamente a su estabilización, cuando la corriente fluida aún sigue circulando por sobre ellos, socava los lóbulos modelando una suerte de canal sobreimpuesto, cuya fisonomía queda claramente expuesta sobre las empinadas laderas.

En definitiva, considerando que los factores que movilizan el cambio de la fisonomía de la quebrada vayan a seguir actuando, principalmente los relacionados a la elevación de los terrenos por tectonismo activo, es de esperar que los procesos que hoy imperan sobre la misma también sigan dominando en ella por muy largo tiempo.

Bibliografía

– Beck, S. et al. Flora y Vegetación: Las áreas de Rodero, Tilcara y Volcán. De: La Quebrada. Geología, historia y ecología de la Quebrada de Humahuaca. Coordinador: Carlos Reboratti, J. C. Edit. La Colmena. Bs. As., 2003.

– Carlos Reborati, J. C. et al. Una visión general de la Quebrada. De: La Quebrada. Geología, historia y ecología de la Quebrada de Humahuaca. Coordinador: Carlos Reboratti, J. C. Edit. La Colmena. Bs. As., 2003.

– Harrington, H. Las corrientes de barro ("Mud-Flows") de "El Volcán". Quebrada de Humahuaca, Jujuy. Revista de la Asociación Geológica Argentina. Tomo I. N° 2. BsAs, 1946.

– Jalfín, G. y Bellosi, E. Abanicos Aluviales. 1er Simposio de Ambientes y Modelos Sedimentarios. X Congreso Geológico Argentino. Tucumán, 1987.

– Maas, G et al. A Geomorphic Based Record of Debris Flow Events in the Catchment of the Arroyo del Medio, Northwest Argentina.1999. Policies for Sustaining Environments and Livelihoods in Peru, Bolivia and Argentina. http://www.geog.leeds.ac.uk/groups/andes/informes/geomorp.htm

– Maas, G. et al. Registro geomorfológico de los torrentes de barro de los últimos 200 años en la cuenca de Arroyo del Medio. De: La Quebrada. Geología, historia y ecología de la Quebrada de Humahuaca. Coordinador: Carlos Reboratti, J. C. Edit. La Colmena. Bs. As., 2003.

– Miall, A. The geology of fluvial deposits. Sedimentary facies, basin analysis and petroleum geology. Springer. Berlin Heidelberg, 1996.

– Quebrada de Humahuaca Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad. En la página oficial del Gobierno de Jujuy : http://www.jujuy.gov.ar/quebrada/

– Ramos, A. Introducción a los sistemas aluviales. De: Sedimentología. Volumen I. Coordinador: Arche, A. Consejo superior de Investigaciones Científicas. Madrid, 1992.

– Ramos, A. Sistemas aluviales braided. De: Sedimentología. Volumen I. Coordinador: Arche, A. Consejo superior de Investigaciones Científicas. Madrid, 1992.

Héctor Hugo Vera Sánchez

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente