Variaciones en los precios de productos marinos y carnes por Semana Santa (Perú)
Enviado por Christie Grace Chávez Toro
- La anchoveta fue la mejor opción en los terminales pesqueros
- El impacto de la Semana Santa en los precios de las carnes
- Fuentes Bibliográficas
Oportunidad de "buen negocio" para los pescadores y una caída temporal en las tiendas de ventas de carnes es la Semana Santa. El hábito de no comer carnes rojas durante el Viernes Santo es casi una condición para la mayoría de católicos, por ello se ve una variación en los precios de los pescados y carnes.
Sin embargo, los católicos pueden hacer algunos cambios en la dieta mediante "una razón fundada" y en ese rango se incluye a los enfermos, a los ancianos o a todos aquellos que sólo pueden preparar una comida que contiene carne. Cabe resaltar que la Iglesia no prescribe comer pescado el Viernes Santo, pero si comprarlo resulta más caro que la carne vacuna, ahí cada cual puede decidir qué hacer y para ello tiene diversas opciones además del pescado.
Lo común en la población católica peruana es sustituir la carne por el pescado o algún marisco pero se ven afectados en sus economías, pues los precios de los mariscos y pescados en diferentes mercados y centros del Perú, se han incrementado de forma considerable. Si el día anterior el precio de pejerrey estuvo en 4 nuevos soles, el viernes santo el precio de éste pescado está en 6.00 nuevos soles; si antes la unidad de jurel estaba valorizado en un nuevo sol, en los últimos días, la unidad del mismo pescado se incrementa en su costo a un nuevo sol con 50 céntimos.
Lo que ocurre es que el precio del pescado se elevó en los mercados limeños. Tras un recorrido por diversos mercados de Lima se comprobó que el que más subió es la corvina. Hasta hace dos semanas antes de Viernes Santo el kilo costaba S/. 12 y ahora lo venden a S/. 18. El Toyo, que se adquiría a S/. 12, se elevó a S/. 15 por kilo. El bonito subió de S/. 12 a S/. 18. En tanto que el perico se elevó de S/. 6 a S/. 8 en los mercados de Jesús María y el Mercado Central de Lima.
Los precios de los productos marinos en el terminal pesquero de Ventanilla se duplicaron , para malestar de los consumidores.
En días pasados, el precio del kilo de pota, por ejemplo, se fijaba en S/.0,50, pero el jueves previo al viernes santo, los comerciantes lo elevaron entre S/.0,70 y S/.1. El kilo de caballa se ofertaba hasta en S/.2, mientras que en días pasados estaba S/.1.El kilo de perico, que llega a medir hasta un metro de largo, bordeaba los S/.10, cuando semanas anteriores no superaba los S/.5. El kilo de cachema fluctuaba entre S/.4,50 y S/.5, casi el doble que lo que costaba. Las amas de casa también encontraron por las nubes el precio de la docena de choros que estaba a S/.1,50, cuando 48 horas antes se vendía entre S/.0,80 y S/.1.
Esto se observó un día previo a las 6.30 a.m. durante la inspección que realizaron funcionarios de la Municipalidad del Callao con el fin de verificar el buen estado de las especies marinas y las condiciones de higiene de los comerciantes, tanto en la conservación y manipulación de mercadería como en la atención al público.
De esta manera cada uno de los productos que son generalmente utilizados en la tradicional "pascuas", se disparan en sus precios, generando cierta incertidumbre en la práctica de la costumbre de cocinar alimentos en abundancia para recibir estas fiestas de adoración al señor creador y salvador de la humanidad.
Por otro lado, esta celebración genera el crecimiento de la cantidad de comerciantes(mayor cantidad de ofertantes) y requiere de mayor trabajo de reordenamiento por parte de los integrantes de la Policía Municipal, que intensificaron su trabajo en diferentes mercados y plazas de expendio de productos de primera necesidad, especialmente las acuáticas.
Todo esto responde a la tradicional ley de la demanda y a la ley de oferta donde
Lamentablemente esta variación en el mercado generó comentarios como "No puede ser, se supone que el Perú es un país productor y exportador de pescado, pero no alcanza para los propios ciudadanos; por el momento dejé de comprarlo", frase donde se manifestó el malestar por parte de la ciudadanía.
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