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Proyecto de psicohigiene de José Bleger propuesto en la década del `60


Partes: 1, 2

    1. Desarrollo
    2. Conclusión
    3. Bibliografía

    Introducción

    En el siguiente trabajo desarrollaremos el proyecto de psicohigiene de José Bleger propuesto en la década del `60, contextualizando la realidad en argentina durante las décadas anteriores. Estableciendo relaciones con el movimiento de higiene mental desarrollado en los años 1930 y 1940 en nuestro país y sus influencias eugenésicas.

    Desarrollo

    La higiene mental no puede desvincularse del movimiento higienista desarrollado en la argentina desde el último tercio del siglo XIX. Los líderes del higienismo fueron los profesionales idóneos que supieron enfrentar los problemas asociados a "la cuestión social". Estos problemas eran características propias de las sociedades urbanizadas rápidamente, como por ejemplo, aumento de la delincuencia y la prostitucion, problemas de marginalidad y la pobreza, vivienda inadecuada, hacinamiento y diferentes conflictos sociales.

    El higienismo forma parte entonces de un discurso sobre el progreso y la civilización, que intentaba implementar una política de construcción del estado. Las medidas preventivas y diciplinadoras propuestas, se ocupaban tanto de la técnica, como de la moral (medicina y política asociada a salud física y moral). En este contexto surgieron grandes desarrollos en diversas disciplinas científicas para resolver esas cuestiones, como la psicología, psicología evolutiva, la criminología, la pedagogía, la psiquiatría y psicopatología y las ciencias sociales en general.

    Estos pensamientos "positivos" en los cuales era común la superposición de lo biológico y sociológico para entender las relaciones entre el organismo y el medio. Si bien el medio abarcaba el ambiente físico como el social, el programa medico higienista privilegia las intervenciones sobre el medio entendido en términos sociales. Lo natural seria lo dado y lo constitucional, y en cierta forma es independiente de lo social, y es modificable solo en la medida en que el medio puede permitir su evolución esperable, obstaculizándola, o bien corregirla o atenuarla. Estas ideas sobre las relaciones organismo-medio permanecieron en el modelo de la higiene mental en la argentina, favoreciendo su articulación con las ideas eugenésicas y dándole una importancia local a este movimiento, diferente a los desarrollos de la higiene mental en Europa y EEUU.

    La Higiene mental nació en EEUU en 1909 con la creación de un comité nacional para la higiene mental (promovido por Clifford Beers, ex paciente psiquiátrico, que escribió un libro desde su propia experiencia). Tuvo su primer apoyo en instituciones privadas y se apunto en sus comienzos a la reforma de los manicomios buscando "humanizarlos". Luego de la primera guerra se promovió gracias a nuevas experiencias psiquiatritas renovarlo y encontrar nuevos modelos preventivos, (estableciendo las condiciones para la recepción del psicoanálisis). En 1911 se creo un comité internacional de higiene mental, en 1930 se creo el primer congreso internacional en Washington y en 1937 en Paris. Luego de la segunda guerra mundial en 1948 se realizo un congreso en Londres en el cual se reoriento la higiene mental a lo que se denomina el movimiento de salud mental.

    De todo esto surge una visión mas optimizada sobre el tratamiento de los desarrollos neuróticos y mentales en general, en este sentido se puso en primer lugar el papel de los factores ambientales y se minimizo no solo el papel de la herencia, sino también lo que se llama disposición lo cual era conformado a partir de las experiencias infantiles vividas.

    En Argentina el movimiento de la higiene mental tuvo algunas características diferentes. La primera es que nació en el manicomio y en la cátedra de psiquiatría, es decir, estuvo a cargo de las cabezas visibles de la misma gestión de una psiquiatría fundada en el internamiento y la custodia, y no en sectores ajenos, que buscaban modificarlo como en EEUU. La higiene en general y la higiene mental en particular encontraron un primer terreno en la tradición eugenetica, en este marco insistía sobre todo en el diagnostico precoz y no dejaba contemplar la necesidad de segregar al alienado, y no se consideraba la necesidad de privar sus posibilidades reproductivas.

    La eugenesia en general fue desarrollada por Francis Galton a fines del siglo XIX, sostenía la posibilidad de perfeccionar la especie humana promoviendo la reproducción "de los mejores" y evitar que se reproduzcan aquellos que podían perjudicar la raza. Se creía que los que la perjudicaban eran los inmigrantes, ladrones, enfermos mentales, analfabetos, etc.

    En Argentina la eugenesia fue fundamentalmente preventiva, solo en algunos aspectos como en la criminología se permitió impedirles sus posibilidades reproductivas. Los principales proyectos eugenesistas, durante 1920 y 1930, apuntaban a la modificación de los componentes del medio (vivienda, trabajo, tiempo libre) que se consideraban nocivos para la salud mental del trabajador. Los intelectuales eugenésicos apelaban al estado para que creara a través de leyes y el sostenimiento de instituciones las condiciones y regulaciones necesarias para las prácticas eugenesicas. Pero lo más importante para ella era lograr "una conciencia eugenésica", un cambio en las formas de pensar y sentir, que hiciera posible la puesta en marcha este proyecto, gracias al autodiciplinamiento individual. (La higiene mental era definida por Arturo Ameghino en 1935 como la prevención de la desadaptacion física en la sociedad actual a través del mejoramiento del medio, se entiende medio, como lo que suele atenuar o favorecer el desencadenamiento de lo que ya esta presente en la constitución psicofísica individual)

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