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Sistemas de intercambio y finanzas para la economia social y solidaria


    Sistemas de intercambio y finanzas para la economía social y solidaria

    1) Desde nuestras prácticas individuales o colectivas (familia, organización, cooperativa…) y en nuestro entorno socio-territorial… ¿Qué tipos de consumos predominan?

    2) Desde nuestras prácticas ¿Qué posibilidades propuestas/ reflexiones podemos hacer para impulsar otros modos de intercambio y de consumo desde la perspectiva de la ESS?

    1) Al analizar las distintas prácticas de consumos e intercambio, que existe en el territorio, vemos que las predominantes, son la de carácter alineado y compulsoria.

    Inclusive nosotros mismo tanto en el ámbito familiar u organizacional caemos en estas prácticas difíciles de erradicar más allá que seamos militantes de o técnicos de la economía social.

    Tomando como territorio de estudio un sector de la localidad de Berazategui para el análisis y aprovechando dos acontecimientos casi simultaneo, apenas una semana de diferencia y a diez cuadras de distancia, la realización de la primera feria de economía social en el distrito y la inauguración de un supermercado.

    En el estudio vemos distintas formas de consumo.

    En primer lugar nos encontramos con el mercado tradicional, donde se intercambian productos, prevaleciendo precios y marcas, sin saber donde se originan estos, ni cuales son la forma de elaboración y organización del trabajo para lograrlo, así también cual es la forma en que se distribuye las ganancias. Es la forma que impera, tantos en los comercios, como en las ferias tradicionales.

    Si bien en estos comercios es donde se gastan la mayor parte de los ingresos, sobre todos los que son de carácter redistributivo por el estado, distintos planes asistenciales, asignación universal por hijo, etc. Los consumidores acceden a el por qué es la única forma de comercio que conocen, están influido en la elección de los productos por la publicita, marca del producto (consumo alineado) o porque es la única opción de compra si se dispone de poco dinero para gastar, ya que estos cuenta con segundas marcas productos como alternativa opcional (compra compulsoria).

    En segundo lugar compra comunitaria, contamos con una experiencia reciente, que consiste la compra de bolsones de carnes de primera calidad, faenada en un frigorífico recuperado, que están adquiriendo un carácter cooperativo como forma organizacional, en primera instancia es la realización de una prueba piloto, con pocos consumidores (150 destinatarios) proveniente principalmente del programa Argentina Trabaja, y con un financiamiento en la primera compra, para facilitar que esta se realice. Nos encontramos ante una forma embrionaria de consumo solidario y del buen vivir.

    Tercer lugar Feria de Economía Social. Si bien fue la primera realizada, en el distrito, se creó una alternativa de consumo, al que los productores y consumidores, realizaban un intercambio directo, podían conocer de esta forma, el origen del producto, y la forma organizativa de cómo se elabora. Si son un emprendimiento familiar, unipersonal o si son de carácter asociativos. Con productos artesanal, no tan estandarizado, de calidad, y en el sector gastronómicos o de productos alimentarios, sin conservantes ni agrotóxicos. En el cual el consumo predominante es el relacionado con el buen vivir.

    2) viendo las distintas prácticas y lo observado en los dos ejemplos antes citados (feria ESS y Supermercado).

    En el caso de las compras en el supermercado, los consumidores acudían a el por la ofertas, porque este esta abierto todos los días y por que aceptan las distintas tarjetas de créditos o débitos, hay variedad de productos y todo en un mismo espacio, al consultarlo sobre si estaban dispuesto a comprar en la Feria de Economía Social, no tenían conocimiento de lo que se trataba y los pocos que tenían una leve noción la relacionaban mas con ferias artesanales o hippies.

    En lo observado en la feria de Economía Social, vimos que está dirigida a un sector más selecto, que tiene un previo conocimiento de que se trata, que buscan calidad, y de solidaridad a los productores.

    Y los vecinos que se acercaban a ella atraído por la propaganda del evento o por curiosidad al verla a pasar, si bien realizaron algunas compras, se veía claramente que no tenia este habito de consumo o lo que se ofrecía, no estaba relacionado con su preferencia esto se noto mas en lo referente a los gastronómicos.

    3) Por lo tanto vemos que los desafíos de llevar adelante una propuesta de intercambio y consumo relacionado con la economía social y solidaria son varios.

    En primer lugar romper con las pautas tradicionales impuesta por el mercado capitalista, ya predomina la publicidad ante todo, la que guía el consumo y costumbre, es una labor lenta pero necesaria si queremos establecer una nueva forma de entender la economía. Donde predomine la solidaridad, el buen vivir y cooperativismo.

    Para lograr esto, no solo debemos criticar las prácticas el sistema capitalista, sino también nuestras propias practicas, si queremos constituirnos como una alternativa al capitalismo.

    En primer término tomando el ejemplo de la compra comunitaria, es un pequeño embrión de unidad domestica, a la cual habría que ir sumándoles nuevos productos de consumos, comprando de forma directa a los productores, los que le garantiza calidad y precio al romper con los intermediarios, también se podrían ir adquiriendo no solo productos, sino servicios de otras emprendedores o cooperativas.

    Para lo cual, en el caso de Berazategui, distintas organizaciones sociales con la que estamos trabajando, estámos proponiendo la creación de un centro de abastecimiento de la Economía Social. A partir de la conformación de la Mesa Política de Economía Social.

    De esta forma salir de la tradicional feria que se realiza con un periodo de tiempo muy distanciado una de la otra y en lugares distintos. De esta manera salir del gran problema que tienen los productores de no tener un espacio continuo diario y fijo de comercialización.

    El segundo desafío es lo referente con los valores de los productos o servicios, que mucha veces son más caros que lo que se consigue en el mercado tradicional, por lo cual nos tenemos que preguntar si el buen vivir está relacionado con lo solidario, al no ser esto tan accesible, por lo que se tendrá que ir organizando compra de materias primas e insumos comunitarios entres los productores afines.

    Un tercer desafío, es de ver si lo que ofrecemos tiene que ver con los hábitos de consumo de la mayoría, para salir del círculo cerrado de consumidores, sobre todo en algunos ofrecimientos gastronómicos, que si bien son saludables, no lo consumimos habitualmente o directamente no lo consumimos.

    Un cuarto desafió seria lograr un financiamiento para la adquisición de productos o servicios, ya que la mayoría de los financiamientos otorgados por el estado (banco de la buena fe, microcréditos) están destinado a la producción y no al consumo, y esto en el caso del financiamiento a la compra comunitaria de carne es muy escaso y está supeditado a un determinado producto.

    Lo que genera una cantidad de oferta de producto o servicios, que no pueden ser adquiridos, por los consumidores al no contar con un sistema de financiamiento y esto terminan en las sociedades crediticias privadas y comprando a las grandes cadenas gastando con el tiempo más del doble de lo que vale el producto o servicio adquirido. Por lo cual tendríamos que proponer la creación de un financiamiento o la creación de una tarjeta para el consumo, con ventajas a la adquisición de productos y servicios ofrecidos por productores de la economía social.

    Un quinto desafió, relacionado con el anterior es la creación de una moneda social que permita la adquisición de productos o servicios en este nuevo tipo de mercado, si bien hay experiencia en algunas ferias, no está difundida en general, ya que esta moneda se basa en la confianza, la mayoría de los productores no la conocen o tienen sus reparos ya que prima una desconfianza en como esta se cambia con la moneda de curso legal.

    Pero las distintas organizaciones que van fomentando este espacio de feria o de un futuro centro de abastecimiento de la economía social, la podrían ir implementando de a poco, con los miembros y allegado de más confianza, de sus respectivos grupos, para garantizar su circulación y posterior conversión a pesos de uso legal, sobre todo esto se lograría al contar con un espacio continuo y fijo de realización de un mercado de la economía social, donde esta moneda se pueda usar en forma corriente, pero a la vez esta moneda debería contar con un sistema de oxidación, como la que existe en otras experiencia, para evitar la acumulación o especulación, riesgo que se corre pues se requiere mucho tiempo para salir de la lógica del mercado capitalista.

    Un sexto desafió, por ahí el mas difícil de superar, es el lograr la cooperación y solidaridad de los productores y no la competencia, ya que en la feria se deja de lado la parte solidaria y se vuelven competitivo, esperando que le compre a él y no al otro que vende lo mismo o algo similar o que gasten primero en él y luego en lo demás, creemos que este es el talón de Aquiles de la economía social y en el que hay que trabajar más a fondo.

    De no repetir lo que criticamos, la competencia capitalista por el mercado. Ya que si fomentamos una nueva forma de entender la economía, trabajamos en la promulgación de leyes que vayan favoreciendo a nuestro sector como, militantes y futuros técnicos, debemos ir buscando la forma de evitar esto.

    Los desafíos son varios, precios solidarios, financiamiento a productos o servicios, moneda social, hábitos de consumo, competencia entre productores, las propuestas también, creación de compra comunitaria tantos de consumidores como de productores, creación de una agencia de financiamiento o creación de una tarjeta de crédito de la economía social, leyes fiscales acorde a la capacidad de los productores.

    Pero si queremos afianzar esta nueva forma de entender la economía debemos ir trabajando en este sentido, sumando nuevas propuestas, y como dice el refrán, el movimiento se demuestra andando, entonces andemos.

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     Menger, C.: "El origen de la moneda", Libertas Nº 2, ESEADE, 1985.

     

     

     

     

    Autor:

    Rodolfo Guillermo Gimenez