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De la realidad virtual y el principio de realidad psíquica

Enviado por gustavo brollo


Partes: 1, 2

    De la realidad virtual y el principio de realidad psíquica 

    1. Introducción
    2. Dispositivo argumental
    3. Dispositivo:  histórico-epistemológico de la información
    4. En el origen fue el verbo…
    5. Algunas precisiones técnico-conceptuales respecto de la realidad virtual y los efectos tecnocráticos
    6. De las palabras y las cosas
    7. Breve etiologia de la “RV”
    8. Objetivos y deseos
    9. Posibilidades de la RV
    10. Del equipamiento necesario
    11. Del horizonte de sucesos de  la “RV”
    12. Soporte empírico
    13. A modo de  síntesis y conclusión
    14. Referencias y links
    15. Bibliografía de referencia
    16. Próximas actividades sugeridas
    17. Nota Final

     

    “NADA  es VERDAD, todo esta PERMITIDO”

    F. Nietzsche

     

    “Han habido tres grandes eventos de igual importancia en la historia del universo,    el primero fue la creación misma del universo, el segundo fue la aparición de la vida, y el tercero, fue el advenimiento de la Inteligencia Artificial. “

    Edward Fredkin

     

    "El destino del género humano, es pasar la antorcha de la vida y la inteligencia a la computadora".

    Rudy Rucker

     

    De la misma manera que la religión produce transformaciones profundas en la vida del sujeto y fundamentalmente en la forma de establecer lazos sociales con el otro, en la constitución de la identidad; el ingreso al mundo de la realidad virtual informatizada transformará el modo que tenía el sujeto de establecerse en el mundo y frente al otro.

    G. Brollo

     

    tesis tiene como finalidad plantear a modo de hipótesis la existencia de un nuevo tipo de experiencia de relación de objeto por parte del sujeto contemporáneo con aquello que denominamos en el discurso de la informática: Realidad Virtual.

       Para ello parto de las conceptualizaciones psicoanalíticas establecidas al respecto de la estructuración del sujeto el que se constituye como tal "sujetado" a un lenguaje (inconsciente) lo que instaura un principio de realidad psíquica pulsional desde donde dicho sujeto definirá sus relaciones con los objetos y también con sus pares.

       Es aceptable la concepción que, desde el nacimiento del "cachorro humano", éste depende en su totalidad del gran Otro (función materna y paterna) para sostener su vida y que su posterior desarrollo subjetivo  depende fundamentalmente de la singular dinámica que se establece dentro de lo que llamamos complejo de Edipo. Lo que retomo como importante de ésta instancia son esas huellas psíquica iniciales que se graban a partir de la primera vivencias de satisfacción que experimenta el sujeto cuando pasa de un estado de displacer a otro de placer al ser alimentado por el Otro. De aquí que el sujeto humano queda destinado a ser esencialmente un ser sociable en mayor o menor medida pero social al fin, y para el resto de su existencia solo reconocerá la posibilidad de placer en actos de incorporación   de aquello que en un lugar "otro" siente que le falta.

      Utilizo el término incorporación   porque permite significar  que no depende de la naturaleza (real, simbólica o imaginaria) del objeto faltante para la experiencia de  satisfacción;  sino que el peso está puesto de lleno en la particular vivencia  psicofísica de la satisfacción de un deseo. No importa dentro del principio de realidad psíquica el medio, ni el modo de consumir  el objeto de la pulsión,  nada mas se requiere que cause (en el doble sentido de causar y producir) un encuentro con lo real del “goce” del soma.

       Se podría decir que el sujeto desea aquello que en el cuerpo “falta como placer” constituyéndose una realidad fantasmal como diría Jaques Lacan.

       La noción de  “pulsión” como siendo un concepto límite entre lo psíquico y lo somático,  toma en éste desarrollo un lugar primordial debido a que es precisamente sobre ese borde, sobre ese umbral (entre lo bio y lo psíquico)  que se erige una  “realidad” posible para el ser humano. La realidad de un  sujeto se constituye sobre una “tópica”, en una suerte de lugar (simbólicamente-real) que se podría situar  virtualmente entre lo que sentimos como emoción en lo real del cuerpo, y lo que “pensamos” en un tiempo lógico de esa emoción real. Por ello el principio que comanda toda elaboración de realidad, no podría ser otro que el principio del placer para los seres sujetos a un lenguaje, como indefectiblemente somos.

       Si efectivamente nos sentimos sobre-implicados en el universo simbólico del lenguaje, sin poder siquiera imaginar algo por fuera de ello, entonces la estrategia mas fatal que nos toca desentrañar en ésta época tan saturada de información y sentidos posibles, tanto desde un lugar como desde otro, ya sea como teórico, científicos, artista etc. sea la de encontrar una nueva variable al modo del concepto de entropía de la ciencias física, que nos permita de alguna manera “calcular” el grado de “desorden semántico” que tienen nuestras diversas producciones culturales a lo largo y ancho del tiempo; así quizás de alguna forma lograr capturar algo de lo REAL de la materia en movimiento traduciéndolo a un discurso universitario que sea útil para hacer cesar por lo menos un poco  la inscripción de LA ANGUSTIA o el dolor en lo que llamamos realidad intersubjetiva.

      Este trabajo intenta “inscribir” una porción de lo real, se procura un efecto de sentido metonímico (la parte por el todo) sobre el otro del mensaje, porque persigue el esclarecimiento de las diversas formas del SER que van conformando al SUJETO contemporáneo, precisamente en esta que denominamos REALIDAD VIRTUAL.

    cultura en pleno proceso de globalización (integración de los mercados) hecho que es posible en rigor debido a esa característica psicológica esencial que poseemos los sujetos de incorporar (consumir) objetos que nos gratifican y posicionan dentro del contexto social de acuerdo con cierta jerarquía (estatus u estilo de vida) a partir de la cantidad y cualidad de los objetos que consumimos (incorporamos al ser).   El malestar o bienestar en dicha cultura depende de la mayor o menor medida con que c/u se las ingenia para satisfacer sus necesidades y deseos;  para lo cual contamos con diversos recursos materiales e intelectuales que debemos conjugar estratégicamente en función de alcanzar una instancia subjetiva mas placentera. En  éste sentido de aproximarnos lo mas inmediatamente posible a los objetos cargados de significación erótica se juega el dilema existencialista del sujeto posmoderno,  indefectiblemente el sujeto se dirige siempre hacia el encuentro con los objetos causa del deseo. Cuando en el camino nos encontramos con objetos sin carga libidinal,  es cuando el malestar emerge provocando displacer y muchas veces angustia. También cuando el sujeto pierde  el objeto placentero surge el estado real de angustia que en muchos casos puede incluso aniquilar al mismo sujeto del deseo.

       Si es que de aproximación se trata,  entonces todo aquello que sirva para tal fin serán los recursos instrumentales (simbólicos, reales o imaginarios)  que el sujeto debe aprehender a dominar  inteligentemente para saciar su deseo. Las ciencias (como instrumento simbólico de sentido) y la tecnología (como instrumento real operativo) funcionan en ésta realidad psicosocial como elementos privilegiados  que facilitan mejor que cualquier otro ese encuentro con los objetos de placer.  Y es justamente la reciente aparición de la tecnología computacional lo que viene al lugar del medio – instrumento  adecuado para producir aunque fuera virtualmente  el hallazgo de aquello que en la realidad del sujeto le hace falta.

    La realidad virtual que la tecnología informática instaura en nuestra cultura actual, proporciona un espacio – tiempo cibernético donde el sujeto contemporáneo (independientemente de cual sea su realidad psicosocial) podría al mismo tiempo que sé   re-presenta,  vivenciar   (como lo hace en los sueños)  su propia escena de satisfacción de deseos reprimidos en tiempo real. Y no solamente ésta acción hedonista;  además alternando entre ello, podría crear medios y formas de establecer lazos sociales (sublimados) hacia diferente finalidades socioculturales productivas que  por otros medios serían prácticamente imposibles de realizar.  Tampoco se debe restar importancia a los beneficios científicos y educativos  que la realidad virtual puede otorgar al sujeto.  En definitiva diría que la realidad virtual contiene  potencialmente un bagaje tan grande de utilidades productivas para el porvenir del ser humano, que hoy tenuemente comenzamos a vislumbrar  en ciertos aspectos obvios de su accionar actual. Es muy probable que los planteos mas innovadores que en ésta tesis logre establecer, sean en un futuro mediato (mediático?) conceptos sobradamente admitidos y superados hasta por el sentido común de los usuarios cibernautas.

    estructuralismo antropológico de Claude Levi Straus y también afín con las conceptualizaciones estructuralistas del psicoanálisis Lacaniano constitutivas del Sujeto; epistema desde donde intento sostener el análisis y toda interpretación  que manifiesto en éste estudio que a modo de Tesis hago sobre la dinámica del proceso de informatización y su efecto psicológico en la estructuración del Sujeto contemporáneo.    

       Asumiendo como conocimiento antropológico válido, que para explicar inteligiblemente la evolución de las relaciones sociales del hombre,  partiendo de la edad de piedra hasta nuestros días,  ello es suficiente tan  solo con abordar la fenomenología de  los métodos y formas con que el sujeto registraba y comunicaba  sus conocimientos y emociones;  inmediatamente se observa que fueron y  siguen siendo los datos registrados  en cualquier soporte material tangible lo que permite hacer una reconstrucción sociocultural de la civilización humana en las diferentes épocas. Incluso la historia de transmisión oral requiere de un soporte (registro material) mnémico para desarrollarse. Entonces resulta adecuado el planteo psicológico que el sujeto es siempre sujeto del lenguaje,  y que de acuerdo a la concepción que cada uno tenga de eso que llamamos lenguaje (y su forma de registro), así será nuestra concepción de sujeto.  Por consiguiente significa lo mismo decir en sentido histórico: el hombre de la edad de piedra, que decir: el lenguaje (información) grabado en las piedras. Los restos humanos arqueológicos hallados en nuestra era cultural, no nos dicen ni revelan nada significativo de una determinada cultura ancestral y sus gentes si no lo podemos articular con algún otro registro  de datos (información residual retransmitida) de dicha sociedad que son recuperados y significados por el discurso científico contemporáneo y prevaleciente. Lo que realmente puede revelar los modos y estilos de vida (minimizando equívocos) de cualquier cultura antigua o contemporánea, es decir hacer posible el conocimiento de una particular realidad psicosocial de un grupo  cualquiera de sujetos es básicamente la información que cada grupo registra en los diferentes medios naturales o artificiales  de comunicación.  Solamente a partir de los  medios es posible establecer las mediaciones. Como ejemplo didáctico valdría el siguiente: Aún no tenemos informes certeros  sobre la existencia de vida extraterrestre y eso no tanto porque quizás realmente no existan, sino mas bien porque no contamos con los medios de comunicación adecuados para captar e interpretar datos (información) que probablemente debe estar registrada en un soporte material aún desconocido por nuestra civilización o que tal vez nuestros preceptos que asumimos como vida, solo funcionen en el lenguaje humano como sucede con la dimensión convencional del tiempo que pautamos en 3 momentos de series lógicas (pasado, presente y futuro) pero que ni bien posamos los ojos en el Hubble, miramos hacia atrás y descubrimos nuevas estrellas que quizás en lo Real del cosmos ya no existen mas pero nos emocionamos con el absurdo y la contradicción. Aún mas con el ejemplo, somos muy ingenuos al suponer que de existir esos seres ya no-solo de una cultura diferente,  además de un mundo o dimensión distinta, ellos utilizarían nuestros actuales medios tecnológicos de comunicación para transmitir sus mensajes. Rastreando por ese camino es tan difícil como imposible el encuentro comunicacional,  como lo sería en nuestro propio mundo esperar que los animales o plantas aprehendan  nuestro lenguaje y nos hablen algún día. Por consiguiente es lógicamente preferible admitir (como plantea el psicoanálisis),  que todos aquellos seres que no nos hablan en nuestro lenguaje, es porque simplemente no tienen nada que decir.

       Para el hombre primitivo fue su deseo de ser reconocido por el Otro lo que lo instó a grabar  en las piedras su ex-sistencia; a producir huellas que registren su paso por el tiempo donde el Otro pueda re-conocerlo aún cuando ya no exista. La acción de re-presentarse (registrase) en otra escena (soporte del ser) pone en funcionamiento toda la maquinaria del desarrollo humano.  Esto es efectivamente lo que como sujetos nos permite estructurarnos en un lenguaje y tenemos en común mas allá de todas las diferencias culturales, tecnológicas y temporales; y por lo cual es posible una realidad intersubjetiva.

      La estructuración en un lenguaje es tan indispensable para el ser, que hasta  sostiene (soporta) y genera la existencia de un Dios (padre creador de todas las cosas). Recurro en éste punto a la temática religiosa  pues considero  que este tradicional discurso me brinda casual  y muy operativamente elementos semióticos en función significante con los cuales intentaré fundamentar algunas de las principales hipótesis que pretendo establecer en ésta tesis con respecto a los efectos psicológicos estructurante que la sofisticada  dinámica de la realidad virtual  informatizada comienza a producir sobre las convencionales relaciones de objeto,  por las  que el sujeto de ésta era, llamada  tecnocrática,  es llamado a constituirse  a imagen y semejanza de los objetos que le causa su deseo.  

     

     

     

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