Don José Ponssa: un farmacéutico del Tucumán

1. Resumen
2. Una epidemia de cólera morbo azoto a Tucumán hace 50 años
3. Anuncio fatídico
4. El heroísmo y la tragedia
6. Bibliografía consultada

RESUMEN

DON JOSÉ PONSSA: UN FARMACÉUTICO DEL TUCUMÁN

Graduado de Farmacéutico en la Universidad de Córdoba (1888) Don José Ponssa instalóse en la campaña tucumana (Monteros), trasladando luego su "Farmacia Argentina" a San Miguel de Tucumán. Ejerció la profesión con abnegación durante casi 50 años.

Concejal e Intendente de Monteros, Vocal del Consejo de Higiene Provincial, actuó también en la docencia primaria, secundaria y universitaria, desempeñándose en la Facultad de Farmacia desde 1938 hasta su muerte (1940) a los 73 años. Secretario y Tesorero de La Cruz Roja, participó activamente en la lucha contra el Cólera que asoló Tucumán y el resto del país. Escribió un valioso relato sobre esta epidemia. Como gremialista fue el primer Presidente de la Sociedad Propietarios de Farmacias de Tucumán, fundada en 1920.

Ya en su vejez, sus colegas de la Asociación Farmacéutica del Norte lo consideraban el Decano de la Profesión, y así fue respetado y valorado.

A B S T R A C T

JOSE PONSSA, A PHARMACIST OF TUCUMAN

Graduated of pharmacist in Córdoba University(1888) José Ponssa set up  his  Pharmacy in Monteros (Tucumán). Ten years after he moved his "Argentine Pharmacy" to San Miguel de Tucumán. He performed his profession with abnegation nearly fifty years.

Intendet of Monteros, he acted as pharmaceutical member of the Public Health Council of Tucumán. He was professor of elementary, secondary, and university teaching. Laboratory technical assistant in the Pharmacy Faculty from 1938 up to his death (1940), having 73 years old. Secretary and Treasurer of the Red Cross, he had an active participation against Cholera that devastated Tucumán and the rest of the country. He wrote a valuable report about this epidemic. He was the first President of the Pharmacies Proprietaries Society of Tucumán, founded in 1920.

In his old age his colleagues of the North Pharmaceutical Association named in Dean of the Corporation and therefore be was appreciated and honoured.

BIOGRAFÍA

Por Pedro Oscar De Camillo

Una sencilla al par que respetable personalidad fue la del farmacéutico Don JOSE PONSSA. Nacido en un hogar tradicional de Tucumán, él 7 de Junio de 1867,era hijo de Don MANUEL PONSSA, español de origen y de Doña BEATRIZ DE LA ZERDA, oriunda de nuestra provincia. Estudió para maestro graduándose a los 16 años en la ESCUELA NORMAL DE TUCUMAN. Allí se formó bajo la dirección de Paul Groussac y de Eugenio Aymerich. Luego de recibirse de maestro normal en 1883, se desempeñó como maestro y director de escuelas de enseñanza primarias durante los años 1884 y 1885. En 1886, 1887, 188¸  fue profesor en diversas escuelas primarias y escuelas normales de Tucumán y Córdoba. Incorporado a la Guardia Nacional fue eximido del servicio militar mientras estuviera como Director de la Escuela Municipal de Córdoba. Precisamente en esta última ciudad estudió y obtuvo el título de Farmacéutico Nacional en 1888. También ocupó cargos en la docencia universitaria as, además de Consejero de la Facultad de Farmacia e Higiene Subtropical de Tucumán durante tres años, integró con carácter ad honorem, los Tribunales examinadores de Física y Farmacia Práctica (Documento N°1834 del Ministerio de Justicia e Inst.Publica Nac.).

Finalmente el H.C. Superior de la Universidad Nacional De Tucumán, por resolución recaída en exp. 2828-R-38 del 13 de Octubre, lo designó Auxiliar Técn1co General de los laboratorios de la Facultad de Farmacia y Bioquímica. Tomó posesión del cargo el 15 de Octubre de 1938 y lo desempeño hasta su muerte, acaecida el 13 de Marzo de 1940 a los 73 años de edad.

Ejercitó activamente la profesión de Farmacéutico. En 1889, inmediatamente de recibido, abrió su "BOTICA ARGENTINA" en la ciudad de Monteros (Tucumán) El Dr. Antonio Torres, médico e historiador tucumano, aun recuerda que su padre solía proveerse en dicha farmacia de los botiquines que Ponssa preparaba con esmero. Eran pequeños cajones de madera con varias divisiones, cada una de las cuales contenía, además de los medicamentos y material de curación, las detalladas instrucciones para su empleo. Así los dueños de las fincas podían brindar esa atención farmacéutica a sus peones en una época en que la seguridad social no existía en absoluto.