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El hombre: una amenaza para la tierra

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    1. Abstract

    A los grandes problemas que asolan nuestro s. XXI (superpoblación, inmigración, pobreza…), habría que añadir otro, quizá el gran problema del cual derivan todos los demás: el agotamiento de los recursos energéticos

    A los grandes problemas que asolan nuestro s. XXI (superpoblación, inmigración, pobreza…), habría que añadir otro, quizá el gran problema del cual derivan todos los demás: el agotamiento de los recursos energéticos.

    Todos dependemos de la energía. Sin ella nuestra vida no sería la misma. Hasta los pueblos más primitivos que todavía hoy habitan el planeta, aunque no dependan tanto de las telecomunicaciones o de la tecnología, sí dependen del gran astro, el Sol, que al fin y al cabo es el origen y causa de la energía que consume el hombre moderno, desde la eólica, la solar, la hidráulica, la geotérmica o la procedente de los combustibles fósiles.

    2. ¿Qué es la energía?

    Según la definición de la física, es la capacidad que tienen los cuerpos de realizar un trabajo. Según el primer principio de la termodinámica, en el universo todo se transforma, la materia –y también la energía– no se destruyen, tan sólo se transforman. El ideal sería que toda la energía que proviene del sol pudiese ser aprovechada por los seres humanos, ahí tendríamos resuelto el problema. Pero hay una pega: de todo el calor que invade nuestro planeta sólo un tercio es absorbido por la superficie. Aún con esa tercera parte de todo el calor que nos llega en forma de radiaciones electromagnéticas y térmicas tendríamos suficiente los seres humanos para mover todas nuestras máquinas, automóviles e industria con la que se nutre la sociedad occidental. La realidad es que sólo utilizamos un 10% o un 15%, es decir, la energía se disipa según ese primer principio en forma de calor, rozamiento, etc. De ahí los quebraderos de cabeza de los ingenieros para aumentar el rendimiento de las máquinas eliminando fricciones o filtraciones.

    Esto dio lugar al segundo principio o principio de entropía. La entropía es una propiedad de la naturaleza de tender hacia el desorden. Pero el desorden no es anarquía, en el desorden hay leyes. El desorden hace, por ejemplo, que en un congelador esa energía disipada cree el hielo, y el hielo es una estructura perfectamente organizada, geométricamente perfecta. Y si existe esa tendencia al desorden, ¿por qué la vida se asentó como una estructura autoorganizada sobre nuestro planeta Tierra? Prueba de ello son esas formas tan perfectas como el neocórtex cerebral, las sinapsis entre neuronas, los complejos ecosistemas con su flora y su fauna en un equilibrio perfecto.

    La energía se transforma, se disipa, crea orden. Y el hombre, lo que quiere, es utilizar esa energía para su propia evolución como ser humano. ¿Cómo lo ha conseguido hasta ahora? Desde siempre utilizó los combustibles fósiles: el petróleo, el gas natural y el carbón.

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