Descargar

El núcleo estratégico de la producción y las relaciones estado-mercado

Enviado por Ana Esther Ceceña

Partes: 1, 2

    1. ¿Qué es el mercado dentro de esta concepción?
    2. ¿Qué es es estado y cuál su relación con el mercado?
    3. La gestión del plusvalor extraordinario
    4. Las nuevas formas de gestión colectiva del capital. Supranacionalidad del mercado y del estado

    El estado dentro de la sociedad capitalista ocupa el lugar sustantivo de expresión sintética de los intereses colectivos de la clase dominante, delimitados por el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones generales y particulares de las clases, esto es, en otras palabras, por el mercado.

    1. ¿Qué es el mercado dentro de esta concepción?[1]

    En la medida en que se desarrolla el proceso de universalización y subsunción capitalistas se generaliza el intercambio o mediación cósica de las relaciones entre sujetos o clases y, con ello, la gestión de la reproducción social aparece subordinada a la gestión de la reproducción material.

    El mercado es el espacio de esta reproducción y es la medida de la subsunción. El mercado expresa entonces los alcances, diversidad y límites de la producción y reproducción capitalistas, su grado de universalización y de expropiación social. Asimismo, manifiesta el grado de colectivización del trabajo y de sus condiciones y la diversidad y extensión del ejército industrial de reserva (EIR).

    Considerado así el mercado, como la esfera económica de la competencia y espacio de los procesos de trabajo y de valorización, está regido por dos imperativos fundamentales: 1. el desarrollo hasta sus límites del proceso de objetivación y concentración del capital para garantizar la generación de plusvalor extraordinario, y 2. la ampliación hasta sus límites del EIR y la desposesión material colectiva para hacer de todo proceso de trabajo un proceso de valorización.

    El primer imperativo, la obtención del plusvalor extraordinario, tiene a su vez la virtud de conducir al capital hacia el cumplimiento de su misión histórica al producir un desarrollo general (aunque por supuesto desigual y polarizado) de las fuerzas productivas y el segundo lo conduce hacia la universalización al integrar a todo el globo dentro de la dinámica de la valorización y convertir a la población mundial en fuerza de trabajo para el capital. Sin embargo esto no se lleva a cabo sin contradicciones, justamente forma parte del juego de la competencia que involucra directamente a los capitales individuales pero también a sus bastiones de representación colectiva. La competencia entre capitales se expresa y alimenta de la disputa de los estados por la supremacía mundial.

    2. ¿Qué es es estado y cuál su relación con el mercado?

    El estado, como representante de los intereses globales de la sociedad basada en las relaciones capitalistas y organizada en un espacio y tiempo determinados, tiene como misión fundamental garantizar su reproducción mediante la regulación de sus condiciones generales. Dentro de estas condiciones generales de la reproducción encontramos, en el lugar privilegiado, aquéllas que se refieren a la gestión de la fuerza de trabajo, su reproducción, medida relativa y conflictos, así como las que conciernen a la contención de los excesos destructivos del capital y al mejoramiento de sus condiciones de competencia y valorización.

    Ahora bien, puesto que el desarrollo capitalista hasta ahora se ha organizado en torno a la Nación, la competencia también ha implicado la acción directa y deliberada del estado. De tal manera, durante toda la historia conocida del capitalismo, esta misión se ha confundido con la defensa y/o promoción de los intereses nacionales. No obstante, de conformidad con la desigualdad en el desarrollo mundial de las fuerzas productivas y con las relaciones de dominación que privan en el concierto internacional, cada estado tendrá las posibilidades y necesidades que emanen de los intereses económicos (y por tanto políticos y militares) de sus territorios y del lugar que ocupen en la división internacional del trabajo.

    Asumiendo que la fuerza de cada estado está determinada por la que corresponde a sus capitales y que a la vez éstos son reforzados por las acciones de sus estados frente a la competencia, a la provisión de recursos básicos, etc., haremos una distinción entre dos tipos de situaciones y, por tanto, de relación estado-mercado[2].

    A. La primera situación corresponde a los países desarrollados, líderes del proceso mundial de valorización. En este caso, la garantía de la reproducción trasciende los espacios nacionales y requiere una acción combinada del estado para allegarse los recursos naturales indispensables de acuerdo con el patrón tecnológico establecido y fundamentalmente con su vanguardia; para concentrar los desarrollos mundiales en ciencia y tecnología y para disponer adecuadamente de la fuerza de trabajo mundial (del EIR mundial). Esta apropiación de recursos y la capacidad que otorgan para imponer las condiciones del desarrollo mundial supone, como contrapartida, la desposesión relativa del resto. Esta gestión, que implica una lucha encarnizada en todos los terrenos, es asumida por el estado. En este caso los estados, lejos de debilitar su función, se fortalecen con la expansión mundial de sus capitales y empiezan a adquirir ciertos visos de supranacionalidad.

    Partes: 1, 2
    Página siguiente