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Adopción

Enviado por Felix Larocca


Partes: 1, 2

    1. Woody, el hijo del Capitán Estévez

    En los Estados Unidos cada año se adoptan aproximadamente 420,000 niños normales provenientes de todo el mundo. Los niños con incapacidades físicas, de desarrollo o emocionales, quienes antes eran considerados no adoptables, hoy en día son, asimismo, adoptados. La adopción entre razas mezcladas, antes considerada anatema, hoy se procura expresamente.

    La adopción está en boga, a pesar de que, como asimismo sucede con la procreación matrimonial, no está eximida de problemas.

    No hay duda de que la adopción ayuda a muchos de estos niños a crecer en familias permanentes en vez de hacerlo en hogares de amparo o en instituciones estatales — lo que no es bueno.

    En nuestro país no existen estadísticas de ningún tipo. Pero se entiende que en nuestro medio, las adopciones, casi siempre, son intrafamiliares. Una pareja de cualquier edad decide criar, como suyo, el hijo de un pariente, lo que, a su vez, disipa los misterios de qué revelar al niño, en un futuro, acerca de su pasado — "Misterios" que, a menudo, permanecen oscuros para los padres de niños adoptivos.

    Cuando la adopción es extra familiar, los padres de un niño adoptado se preguntan si deben decirle al niño que él o ella es adoptado, y cómo y cuándo deben de hacerlo. Ellos también desean saber si existen problemas especiales o expectaciones sociales para sus hijos adoptivos.

    Los psiquiatras de niños y adolescentes recomiendan que sean los padres mismos quienes informen al niño acerca de su situación especial. A los niños se les debe de instruir acerca de su adopción de una manera que ellos puedan entender de acuerdo a su edad.

    Hay dos puntos de vista sobre cuándo se le debe de comunicar a un niño que es adoptado. Muchos expertos creen que se debe informar al niño a la edad más temprana posible. Este enfoque permite al niño la oportunidad de poder aceptar la propia idea e integrar el concepto de haber sido "adoptado". Otros expertos creen que el hecho de hacer esta revelación a edad muy temprana puede confundir al niño, ya que éste no puede asimilar lo aprendido. Estos especialistas, consecuentemente, recomiendan que se espere hasta que el niño sea mayor.

    Pero, y ¿cuándo? Se preguntan algunos…

    En ambos casos, los niños deben de enterarse de su adopción, siempre, por medio de sus padres adoptivos. Esto ayuda a que el proceso de este conocimiento sea positivo y facilite que el niño confíe en ellos. Si el niño se entera de la adopción, intencional o accidentalmente, a través de otras personas y no de sus padres, el niño puede sentir confusión y desconfianza hacia los mismos — distorsionando el evento como si fuera algo malo o vergonzoso — ya que se mantuvo en secreto.

    Los niños adoptados querrán hablar acerca de su situación y los padres deben de alentar este proceso. En muchas librerías se consiguen excelentes libros de todo tipo que pueden ayudar a los padres a explicar al niño acerca de su adopción. Los niños reaccionan de manera diferente al enterarse que son adoptados. Sus emociones y respuestas dependen de su personalidad, de su edad y de su nivel de madurez. El niño puede rehusar aceptar que fue adoptado o puede elaborar fantasías acerca de esta situación. Frecuentemente, los niños adoptados, se aferran a la creencia de que sus padres naturales se libraron de ellos porque eran malos; o pueden creer que fueron secuestrados por sus padres de adopción. Si los padres hablan con franqueza acerca de estos asuntos y los introducen de manera relajada y positiva, es muy improbable que se desarrollen muchas distorsiones.

    Madonna, por más que no lo creas: Es un bebé, no un juguete…

    Todos los adolescentes pasan por una etapa de polémica por su identidad, preguntándose a sí mismos cómo ellos encajan dentro su familia, con sus compañeros y con el resto del mundo. Esta dialéctica puede ser más intensa para los niños adoptados que proceden de países lejanos o de culturas remotas, y cuyos rasgos son diferentes a los de los padres con quienes viven. Es razonable que el adolescente adoptado tenga un marcado interés en saber quiénes fueron sus padres naturales. Esta curiosidad expresada es común y no quiere decir que él o ella sientan rechazo hacia los padres adoptivos. Los padres adoptivos pueden responder al adolescente dejándole saber que es correcto y natural tener ese interés y formular esas preguntas, y cuando indaguen se les debe dar, con tacto y apoyo, la información disponible acerca de su familia natural.

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