- Fatiga
- Medios para combatir la fatiga
- Fatigas virósicas:
- Consecuencias físicas y alteraciones producidas por el estrés
- Causas
- Tipos
- Tratamiento
- Bibliografía
La fatiga, podemos definirla como el agotamiento corporal o mental que se produce como consecuencia de un trabajo o de un esfuerzo, y que se caracteriza por la incapacidad para realizar tareas físicas con el ritmo o con la fuerza habituales, y por una mayor lentitud de los procesos racionales que pueden ocasionar un fallo de memoria.
También se utiliza el término fatiga para describir la menor sensibilidad para las sensaciones de un receptor sensorial, como puede ser el ojo. Cuando se hace resaltar de forma continua una superficie de color rojo, la retina se fatiga debido a la prolongada exposición al color rojo, y la superficie se vuelve gris. Ocurre lo mismo con los oídos. Un ruido prolongado, que se escucha de forma continua, se hace menos intenso a causa de la fatiga de los procesos que tienen lugar en el oído interno. Un esfuerzo mental continuo produce lo que se denomina fatiga mental; esto ocurre por ejemplo cuando se trabaja sobre un problema determinado durante mucho tiempo.
Desde el punto de vista de la Seguridad e Higiene Industrial, vemos a la fatiga como un elemento que en forma transitoria puede alterar el estado psíquico-físico del trabajador, siendo el reflejo de los efectos de un trabajo prolongado, con sus respectivas consecuencias sobre el individuo. Este estado de ánimo que comporta modificaciones fisiológicas del cuerpo o cansancio psicológico, como consecuencia de lo cual se presenta la disminución del rendimiento en el trabajo, tiene una influencia negativa en la producción, ya que la fuerza de trabajo disminuye y el rendimiento baja, pudiendo provocar accidentes laborales, lo que se traduce en pérdidas de tiempo, de material, disminución en la producción y otros gastos.
Podemos distinguir dos tipos de fatiga, según W. T. Singleton en su obra Principios de Ergonomía:
- Fisiológica, asociada al aporte de energía muscular y eliminación de toxinas. Como factores que la producen en forma general podemos nombrar la insuficiencia del régimen alimenticio (a mayor actividad, mayor necesidad de alimentación), insuficiencia de oxígeno (lugares con poca ventilación), etc., y a nivel local la contracción de músculos y tendones ( por movimientos repetitivos), insuficiencia de flujo sanguíneo (excesivo tiempo en una misma posición).
- Psíquica, manifestada por sensaciones de laxitud, cambios en la moral y otros síntomas de la persona. Este tipo de fatiga proviene fundamentalmente por la falta de motivación de los individuos, y acarrea aburrimiento e introversión, también es muy importante la falta de comunicación o información.
Como vemos, se produce un posible mal funcionamiento del sistema Hombre-Máquina-Entorno, siendo los causantes de la fatiga las siguientes relaciones:
Teniendo en cuenta una tarea fatigante:
Hombre-Entorno: Malas condiciones ambientales, comunicación mala e incompleta, factores sociológicos negativos, factores de organización en controversia.
Hombre-Máquina: Asignación errónea, comunicación incompleta, estereotipos no funcionales, exceso de carga de trabajo, tarea no definida, falta de seguridad.
Máquina-Entorno: Mala disposición de plantas, mala distribución del equipo, medidas de seguridad incompletas, desadaptación máquina-ambiente.
Se han estudiado también los efectos de la fatiga sobre los trabajadores para determinar la modalidad de la jornada laboral que genera una mayor productividad. En algunos casos, tales estudios han demostrado que la producción total de una tarea puede mejorarse reduciendo el número de horas de trabajo o incrementando el número de periodos de descanso durante la jornada, dependiendo de la duración de las tareas, las necesidades de producción, los tiempos de reposo, organización del trabajo la formación de grupos de trabajo y los tipos de trabajo: fuerte o pesado, físico o mental.
Teniendo en cuenta que la fatiga se comienza a sentir a partir de las dos horas y media de trabajo, y por la tarde a partir de la última hora de trabajo, se podría realizar una distribución de tiempos que permita aminorar la fatiga:
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En el gráfico podemos observar que con una simple redistribución de los tiempos, intercalando un descanso a partir del momento donde se comienza a sentir la fatiga, se han incrementado los tiempos de rendimiento y disminuido la fatiga a los últimos treinta minutos de trabajo.
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