- Revolución Rusa
- El precedente de 1905
- Las diferentes estrategia: Bolcheviques y Mencheviques
- Las consecuencias de la I Guerra Mundial en la Retaguardia Rusa
- La revolución de Marzo
- Kerensky en el poder
- La revolución de Octubre
- Consecuencias de la revolución de octubre
- Vladimir Ilich Ulianov Lenin
- Nicolás II de Rusia
- Fechas Importantes
- Conclusiones: Grupal, Individuales
- Bibliografía
En enero de 1905 miles de manifestantes exigían en San Petersburgo mayores salarios y menos horas de trabajo fueron tiroteadas por las tropas. Eso provocó huelgas en muchas ciudades, incluida una huelga general en San Petersburgo. Más tarde, los manifestantes exigieron el fin de la guerra. Los campesinos se levantaron contra los terratenientes y hubo motines militares y navales.
Tras el estallido de la primera guerra mundial el ejercito ruso había perdido más de cinco millones de hombres en 1917. El gobierno declara que Rusia se convertía en republica pero Lenin organizó un golpe de estado en octubre, se hizo con el poder y estableció la Unión Soviética.
Se conoce como revolución rusa al proceso histórico por el que se derrocó en Rusia al gobierno imperial para sustituirse primero por un sistema democrático-liberal y después por un gobierno comunista.
El derrumbamiento del caduco sistema zarista y las diferencias insostenibles entre una mayoritaria población de campesinos y una poderosa clase de terratenientes constituyeron el campo de cultivo propicio para el estallido de la revolución que habría de transformar la estructura política y social de rusia y cuyo impulso inicial no tardaría en desbordar el ámbito nacional y extenderse a otros países del mundo.
Hasta febrero de 1918, las fechas de Rusia se contaban según el calendario "Juliano" que llevaba un retraso de 13 días con respecto al gregoriano, vigente en los demás países de Europa. Esto explica que la "revolución de octubre" se llevara a cabo en noviembre, según el calendario gregoriano.
La crisis que venia arrastrando el estado ruso desde el siglo XIX, causada por su inadecuación al mundo moderno, estalló violentamente tras la derrota de los ejércitos imperiales ante los japoneses en el lejano Oriente, con coacción de la Guerra Ruso-Japonesa (1904 – 1905) que puso en evidencia el retraso y la impotencia en que estaba sumido el inmenso país. El 22 de enero (9 de enero según el calendario Juliano) de 1905, una gran manifestación pacífica, que se reunió en San Petersburgo con objeto de pedir reformas al Zar, fue disuelta a tiros por las tropas, produciéndose más de un millar de muertos. La indignación fue grande en toda Rusia. Las huelgas y violencias se propagaron a los núcleos industriales y sacudieron a las naciones sometidas al imperio, como Georgia, Polonia y Finlandia. Por primera vez, sectores minoritarios del ejército se revelaron contra el poder del Zar, como los marineros del acorazado "Potemkin", surto en las aguas de Odessa, ciudad que también cayó en manos de los revolucionarios.
Los obreros aprendieron a organizarse desde entonces, en Soviets o consejeros obreros y los revolucionarios ganaron terreno en la clandestinidad, mientras consideraban lo ocurrido como un ensayo general, fracasado por la falta de coordinación, de la revolución definitiva.
Nicolás II prometió, el 30 de octubre, una reforma en las instituciones políticas y la creación de una Duma o asamblea. Pero tan pronto como se reestableció la calma en el país, dio marcha atrás a los proyectos reformistas y disolvió la primera Duma, impidiendo la evolución del sistema político hacia una Monarquía Liberal. Ello enajenó al Zar el apoyo, no sólo del pueblo, sino también de la burguesía.
Las diferentes estrategias: Bolcheviques y Mencheviques
Desde el final de la revolución de 1905, se abrieron dos sectores de las fuerzas políticas izquierdistas de Rusia: los Bolcheviques y los Mencheviques.
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