Comienzo a despertar
Para comenzar el análisis de la situación, nos situaremos en el contexto histórico del saber y el poder con respecto a la educación o a la adquisición de esta.
El siglo XII, marca la apertura de las ciencias, donde las universidades se limitaban solo a las lenguas antiguas, la teología, entre otras. La iglesia, que tenia en su poder la enseñanza, desconfiaba de toda novedad en el ámbito, y la consideraba una herejía, por esto, los profesores formados en la escolástica también se oponían al desarrollo del saber y adoptar métodos nuevos, este punto a mi parecer se prolonga hasta el día de hoy.
Por otra parte, las enseñanzas se basaban en la experimentación, método propuesto por Bacón (1561- 1626), en el tratado Novum Organum, en oposición a las propuestas de Aristóteles, que solo era guiado por el uso de la razón. Pero como ha sucedido en toda época, el método de Bacón fue resistido por los sabios y nunca se acepto en la enseñanza aprendizaje, condenándolo al silencio y al olvido. Pese a esto, el italiano Galileo Galilei, rescato el método para difundirlo en la Universidad de Pisa.
Galileo actuó en muchos conocimientos humanos basados en la experimentación, liderando lo impuesto y dicho una vez por Bacón (1620), nuestro poder va tan lejos como nuestro saber.
El conocimiento es "poder"; es una máxima muy repetida desde que la informática transformó al planeta. Lo que no es muy conocido, es que tal frase fue acuñada por Sir Francis Bacon, Lord Verulam y Vizconde de Saint Alban, filósofo y político del siglo XVI que personifica una de las más grandes revoluciones en el pensamiento humano de todos los tiempos.
En este proceso, la propuesta de Freire (2005), es que el conocimiento de la totalidad, sólo es posible por aquellos hombres que necesitan transformar la totalidad. El conocimiento producido y ofrecido por el poder es siempre parcial, la posibilidad de alcanzar síntesis mayores está dada por la existencia de sujetos interesados en la transformación de las relaciones sociales injustas.
Por esto, la pedagogía de los oprimidos se basa en la palabra de los oprimidos, en tanto los concibe como los protagonistas de las transformaciones, y por tanto, del conocimiento. La coherencia se logra cuando Freire (2005), indica que el saber de los oprimidos se vuelve concreto, totalizador, o se articula con el saber teórico de la totalidad y no cuando este se impone. El saber teórico se convierte en herramienta de la práctica. Y el conocimiento, se convierte en herramienta de mayorías, no sólo en propiedad de grupos investidos para eso. En ese sentido, el mismo Freire (2005), señala, "sería equívoco que concluyéramos que la lucha popular prescinde de un conocimiento más organizado". Otro equívoco según Freire (2005), sería que reconozcamos esa necesidad de conocimiento más organizado y, en seguida, permitirnos sustituir la lucha por el "saber actuar".
El individuo que reflexiona se va formando a sí mismo y crea una conciencia de lucha para transformar la realidad. En este caso el currículo debe considerarse en la misma condición, cuando se adquiere una forma nueva de pensar, que según Freire (2005), el conocimiento cognitivo de trascendencia debe manifestarse en la liberación que se encuentra en el interior de la conciencia del individuo.
La propuesta de Freire (2005), implica dos momentos; la primera, se refiere a tomar conciencia de la realidad que el individuo vive como ser oprimido, sujeto a las determinaciones que los opresores imponen; la segunda, es la iniciativa de los oprimidos para luchar y liberarse frente a los opresores, es decir, él no considera que la situación vivida se quede en la simple toma de conciencia de la realidad, por el contrario el individuo tiene la necesidad de combatir lo que se sintetiza a través del aprendizaje, generando poder y saber.
Para Marx (2007), no es una cosa o la cualidad de un objeto en sí que se conquista, posee o mantiene. Tampoco es la cualidad o capacidad de un sujeto en sí, ya que éste sólo dispone de ella en virtud de un conjunto de condiciones o circunstancias que hacen posible su poder. Así pues, el poder no es propio de un objeto ni de un sujeto en sí. Sólo existe según Marx (2007), en relación con lo que está fuera de él; circunstancias históricas, condiciones sociales, determinadas estructuras, entre otras.
Pero el poder no sólo se halla en relación, sino que para Marx (2007), él mismo es relación, no entre los hombres y las cosas, aunque el dominio sobre la naturaleza, determina ciertas relaciones de poder entre los hombres. El poder es una peculiar relación entre los hombres (individuos, grupos, clases sociales o naciones) en la que los términos de ella ocupan una posición desigual o asimétrica. Son según Marx (2007), relaciones en las que unos dominan, subordinan, y otros son dominados, subordinados.
En las relaciones de poder Marx (2007), dice que el poder de unos es el no poder de otros. En la dominación se impone la voluntad, las creencias o los intereses de unos a otros, y ello independientemente de que se acepte o se rechace adoptando forma de lucha o resistencia. Insiste Marx (2007), se caracterizan por modos de asumir las relaciones de poder, pero ni en un caso ni en otro se escapa a su inserción en ellas. Las relaciones de poder no sólo se dan en una esfera exclusiva de la realidad humana (económica, política e ideológica) ni se localizan o centralizan en un solo punto (el Estado), sino, que se diseminan como ha puesto de relieve Foucault (2006), en vigilar y castigar por todo el tejido social. Pero esto no significa que los poderes así diseminados (en la familia, la escuela, la fábrica, la cárcel, el cuartel) no se relacionen con ciertos centros de poder y que, a su vez, entre aquellos y éstos, y entre los centros mismos, no se dé cierta relación e incluso una jerarquización en sus fundamentos y consecuencias. De acuerdo con esta concepción general del poder, el poder político, por importante que pueda parecer como Marx (2007), no es sino una forma, modalidad o tipo de poder.
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