- Introducción
- Desarrollo sustentable o sostenible
- La crisis ambiental es la primera crisis global generada por el desconocimiento del conocimiento
- El verdadero viaje de descubrimiento consiste no en buscar nuevos paisajes sino en mirar con nuevos ojos
- Es extraño pero defendemos nuestros errores con más fuerza que nuestros derechos
- Conclusiones
Introducción
Desde hace algún tiempo el término desarrollo sustentable se ha vuelto de uso común en todas partes. Por supuesto, nadie está en contra de la aplicación de medidas ambientales, gobiernos y organismos internacionales han hecho propio el término y al parecer todos trabajan en torno a este objetivo, sin embargo, a 18 años de la Cumbre de la tierra efectuada en Río de Janeiro Brasil en 1992, los resultados a favor del rescate del entorno natural no son satisfactorios, más bien, estamos en el punto de partida y la pregunta ¿ha mejorado la actitud hacia el ambiente? Desafortunadamente estamos con más dudas que certidumbres.
Desarrollo sustentable o sostenible
La definición de Desarrollo sostenible o sustentable fue emitida por primera vez en 1987 por la Comisión del Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas (creada por ONU en 1983) en el documento "Nuestro Futuro Común" o Informe Brundtland, como también se le llamó, en honor a la Primer Ministro Noruega Gro Harlem Brundtland que presidía la Comisión.
Esta nueva concepción de desarrollo emerge como respuesta a la visión de desarrollo economicista que había nacido con la era industrial y que planteaba que el crecimiento económico sería suficiente para el desarrollo de la humanidad. En los 80s, las fallas del modelo economicista, como se le llamó más tarde, eran contundentes: en la incesante búsqueda del progreso económico se había generado más pobreza y daños irreversibles al ambiente.
El desarrollo sostenible definido como "aquel desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades" considera, por tanto, que es fundamental la interrelación entre factores sociales, económicos y ambientales para mejorar la calidad de vida humana, y además prevé que esto debe ser cierto tanto para las presentes como para las futuras generaciones.
Existen varias conceptualizaciones referentes al término Desarrollo Sostenible, el criterio de la autora se encuentra muy en correspondencia con el que se adjudica a "proceso de creación de las condiciones materiales, culturales y espirituales que propicien la existencia de los componentes abióticos, bióticos y socioeconómicos en el Planeta, con un carácter de equidad y de justicia de forma sostenida, basado en una relación armónica y racional entre los procesos naturales y socioeconómicos, teniendo como objeto tanto las actuales como futuras generaciones de todas las especies vivas, sin menoscabo de los demás componentes del medio ambiente" (Jaula, 2010)[1].
Podemos definir el término Desarrollo Sostenible, como un proceso dinámico de integración sociedad–naturaleza, que tiene como objetivo principal la satisfacción de condiciones materiales, culturales y espirituales; sin sacrificar las posibilidades de que la generaciones futuras satisfagan las suyas.
La autora considera que este proceso dinámico de integración sociedad-naturaleza, está determinado por el nivel de concientización del ser humano como ente social y natural; acercarnos en definitiva a la esencia de la creación humana y natural.
La crisis ambiental es la primera crisis global generada por el desconocimiento del conocimiento[2]
Estamos en la era del llamado a la conciencia ambiental. Muchos han caracterizado la actual crisis ambiental como una crisis determinada por factores individuales, y menoscaban el interés tardío que ha mostrado la humanidad en general por un problema que en realidad no tiene una arista definitoria, sino que es un problema de todos y por todos.
Es increíble cómo podemos encontrar en los análisis menos experimentados científicamente, una respuesta clara a los desafíos del orbe. Un ejemplo fehaciente de lo que se refiere lo encontramos en la Carta de Noah Seathl, Jefe de la Tribu Duwamish dirigida al presidente de los EEUU en 1985.
"Esto sabemos: la tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra. Esto sabemos. Todo va enlazado, como la sangre que une a una familia. Todo va enlazado."[3]
El saber, y saber bien, no está dado por el nivel intelectual del hombre sino por la veracidad de su pensamiento y el destino del mismo. Noah Seathl, no era un experto de la ciencia, pero con un sentido común que fue más allá del importe que querían ofrecer por su tierra.
En la actualidad, hablamos de cómo vamos a contrarrestar la crisis ambiental que se nos ha presentado, y no pensamos en repensar lo ya pensado. Sin duda alguna la salud del conocimiento ambiental es una de las premisas principales.
Vivimos en un mundo donde prima el poder del mercado, donde por fuerza mayor se retrae el pensamiento, se transparentiza el sentido y se detiene la acción. Estamos envueltos en la racionalidad de un poder que concentra la riqueza, genera la insustentabilidad y la desigualdad.
Muchos abordan el tema de descubrir nuevos puntos de vista donde el ambiente sea prioridad, cuando debemos mirar el pasado y descubrir que hay en el hacer.
La tarea a que nos enfrentamos es más bien la de crear un nuevo pensamiento que integre la verdad sobre el ambiente, y el poder que por derecho propio tiene. Debemos pasar de una era de falta de conciencia a un florecimiento de lo que hoy llamamos "nuevo saber ambiental".
Según Enrique Leff, "La crisis ambiental lleva a cuestionar el pensamiento y el entendimiento del mundo, la ontología, la epistemología y la ética con las que la civilización occidental ha aprehendido al ser, los entes y las cosas; la ciencia y la razón tecnológica con las que ha sido dominada la naturaleza y economizado el mundo moderno"[4],
Es extraño pero defendemos nuestros errores con más fuerza que nuestros derechos
A partir de la crisis ambiental actual, muchos especialistas se escudan de muchos argumentos que menoscaban la responsabilidad que todos tenemos de acuerdo con la situación a que nos enfrentamos.
Es muy fácil defendernos de los argumentos reales que nos sitúan en el centro del problema, a través de nuestra ciencia; cuando lo más importante es analizar los problemas desde las soluciones que podemos dar desde la misma materia.
Es por eso que pensar en el problema, y dinamizar nuestro pensamiento en pos de crear nuevas oportunidades para el ambiente ha de ser una premisa real y activa dentro del nuevo conocimiento que estamos creando.
Eduardo Galeano decía, hay un único lugar donde ayer y hoy se encuentran y se reconocen y se abrazan, y ese lugar es mañana[5]
De ahí que debamos pensar en defender los derechos del ambiente, cuidando que nuestros hijos, nietos y otras generaciones puedan vivir creando y disfrutando de un nuevo saber, que nos permita vivir felices en nuestro ambiente.
La crisis ambiental actual necesita de un nuevo saber y de un nuevo pensar. ¿Acaso estamos ajenos a esta realidad? Comencemos a estudiar nuestro actuar y defendamos nuestro futuro desde dentro.
Es necesario que la sociedad en su conjunto modifique su relación con el ambiente para acercarnos poco a poco al desarrollo sustentable.
Este cambio es indudablemente complejo y requiere de tiempo y esfuerzo, pero ha llegado el momento en que no podemos ignorar más esta necesidad.
Autor:
Lic. Jineht Pérez Martínez
[1] Jaula, 2010. Una propuesta de nuevo saber ambiental pertinente al desarrollo sostenible, ppt.p.3.
[2] Leff, 2005. Complejidad, racionalidad ambiental y di?logo de saberes, Ponencia al I Congreso Internacional interdisciplinar de participaci?n, animaci?n e intervenci?n socioeducativa, Barcelona, p.2.
[3] Carta de Noah Seathl, Jefe de la Tribu Duwamish dirigida al presidente de los EEUU en 1985, p.3.
[4] Leff, 2006.Complejidad, Racionalidad Ambiental y Di?logo de Saberes, p. 4.
[5] Galeano, Eduardo, El libro de los Abrazos. Cuento ?Las tradiciones futuras?, p. 55.