La aplicación de las prácticas de producción más limpia tiene un carácter universal
Enviado por Mónica Almunia Suárez
La introducción de prácticas de producción más limpia consiste en la aplicación continua de una estrategia ambiental preventiva, integrada a los procesos, producciones y servicios, para incrementar la eficiencia de los procesos, reducir los riesgos para los seres humanos y el ambiente y lograr la sostenibilidad del desarrollo económico.
Ello significa implementar un grupo importante de acciones y medidas dirigidas a garantizar la eficiencia en el uso de las materias primas, agua y energía, reducir el uso de sustancias tóxicas, prevenir y minimizar la generación de residuales y lograr su reuso o reciclaje.
Como enfoque global de la actividad productiva, esta estrategia debe abarcar tanto a los productos procesos, como a las prácticas y actitudes.
La crisis ambiental de las últimas décadas tiene una dimensión social que empieza a ser reconocida de forma general.
Es imprescindible, que la educación capacite a las personas para abordar conflictos, imaginar soluciones y modificar su actitud, tanto de forma individual como colectiva.
Teniendo en cuenta el carácter universal de las prácticas de producción más limpia, se ha realizado este Código de Buenas Prácticas enfocado al consumo en el hogar, haciendo especial hincapié, en cómo las buenas prácticas ambientales reflejan una mejora en la calidad de vida y una mejora en la economía familiar.
Un hogar respetuoso con el medio ambiente es aquel en que sus miembros hacen un consumo consciente de los recursos que necesitan: energía, agua, productos de limpieza…, reduciendo la generación de basura y participando en la recogida selectiva.
Aunque estas acciones cotidianas puedan parecer simples e insignificantes, son pequeños gestos que contribuirán a construir una sociedad más responsable y más respetuosa con el medio ambiente.
En nuestras manos está la oportunidad de hacer un mundo mejor, donde se garanticen los recursos de nuestros hijos.
No es suficiente que gobiernos, instituciones y organizaciones ecologistas tomen medidas, promuevan proyectos…, lo que de verdad hace cambiar las cosas son los pequeños gestos que cada uno de nosotros lleve a cabo en nuestro hogar, nuestra ciudad, nuestro trabajo, en los lugares que visitamos, etcétera.
Buenas Prácticas para un consumo sostenible
Energía.
- – Si disminuyes en un grado la temperatura de tu hogar, puedes ahorrar el 6% de la energía consumida.
- – Gran parte del calor se va por puertas y ventanas. Poner aislantes en los marcos puede ahorrarnos dinero y energía.
- – Ventila durante 10 minutos los dormitorios. Más tiempo es innecesario y aumenta el gasto en calefacción.
- – Mantenga su hogar a 20ºC en invierno y 25ºC en verano. Son las temperaturas recomendadas para estar confortables en casa sin malgastar energía.
- – Mejor bajar el termostato unos grados, que mezclar el agua caliente y fría en la ducha. Una temperatura del agua de 30 a 35 ºC es más que suficiente para tener sensación de comodidad en la ducha o en el baño.
- – Aunque sean más caras, emplea bombillas de bajo consumo, pues estas pueden amortizarse muy rápidamente gracias a los ahorros que se producen en la factura eléctrica.
- – En la compra de electrodomésticos, adquiere preferentemente los de clase A ó B, pues son más eficientes. Característica energética que puedes consultar en el etiquetado del mismo.
- – Apagar completamente el televisor en vez de apagarlo con el mando a distancia (piloto rojo encendido), supone un ahorro energético de un 25%.
- – Para mejorar el rendimiento del frigorífico debemos alejarlo de las fuentes de calor como la cocina o el horno, descongelarlo al menos una vez al año y ajustar la temperatura del termostato.
- – Cada vez que abrimos la puerta del horno o del frigorífico perdemos un mínimo del 20% de la energía acumulada en su interior. No abra las puertas más tiempo del imprescindible.
- – Llenar la lavadora y el lavavajillas antes de usarlo y ajustar la temperatura de lavado.
- – Cocinar con la olla o poner las tapas a las cacerolas, ahorran tiempo y energía en la cocción de los alimentos.
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